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Cada 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante, una fecha que invita a reflexionar sobre...
Cada 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante, una fecha que invita a reflexionar sobre el papel que millones de personas desempeñan lejos de su país de origen. En España, y especialmente en la hostelería, esta realidad no solo es visible, sino imprescindible. Cocinas, barras y salas se han convertido, en los últimos años, en uno de los principales espacios de integración laboral de personas migrantes, que hoy representan un pilar estructural del sector.
Los últimos datos de la Tesorería General de la Seguridad Social son claros: en la Comunidad de Madrid, cerca del 37% de las personas empleadas en hostelería son de nacionalidad extranjera y en algunas provincias españolas, este porcentaje roza incluso el 40%.
Un sector que depende del talento extranjero
La hostelería española atraviesa desde hace años un problema estructural que es la falta de trabajadores. Jornadas exigentes, horarios partidos, fines de semana y festivos, así como una percepción social que no siempre pone en valor la profesión, han provocado que cada vez menos jóvenes locales opten por desarrollar su carrera en el sector.
En este contexto, la llegada de trabajadores extranjeros ha supuesto un auténtico “desahogo” para miles de empresas hosteleras. Además, se trata de un colectivo que en general muestra altos niveles de motivación, capacidad de adaptación y una fuerte cultura del esfuerzo.
La otra cara: vulnerabilidad y riesgo de explotación
Sin embargo, esta realidad también tiene una cara menos visible. El hecho de ser migrante puede aumentar el riesgo de sufrir situaciones de vulnerabilidad laboral. La falta de conocimiento de los derechos laborales, las barreras idiomáticas, la necesidad económica o la situación administrativa irregular pueden derivar en casos de abuso, economía sumergida o condiciones por debajo de lo establecido por la normativa.
Desde la asociación rechazamos firmemente este tipo de comportamientos y animamos a todos los hosteleros a cumplir la normativa laboral y a valorar el trabajo de las personas extranjeras que buscan una oportunidad laboral. Además, una correcta gestión de los contratos laborales fortalece la confianza con los equipos, previene conflictos legales y contribuye a crear entornos de trabajo más justos y profesionales.
La hostelería, vía real de integración social y laboral
Más allá de las dificultades, la hostelería se ha consolidado como uno de los grandes sectores de integración sociolaboral en España. El trabajo en equipo, el trato con el público y la multiculturalidad propia de muchos establecimientos convierten a bares y restaurantes en auténticos espacios de convivencia cultural.
La otra cara de la movilidad: la emigración española
Mientras España recibe trabajadores migrantes que encuentran en la hostelería una salida laboral, miles de españoles continúan emigrando a otros países en la búsqueda de mejores oportunidades. Curiosamente, muchos de ellos también encuentran empleo en el sector hostelero de otros países.
Esta doble realidad evidencia que la movilidad laboral es un fenómeno global, y que la hostelería actúa como un sector de intercambio permanente de talento, experiencia y cultura entre países.
Un sector que mira al futuro
En el Día Internacional del Migrante, la hostelería se consolida como uno de los principales motores de inclusión laboral en España, ofreciendo oportunidades reales de acceso al empleo a miles de personas que llegan desde otros países.
Sin embargo, el reto ahora es claro, avanzar hacia un modelo donde la integración vaya de la mano de la calidad del empleo, la igualdad de oportunidades y el reconocimiento del valor que aportan quienes, desde otros países, han encontrado en la hostelería española una oportunidad para construir un futuro.