Con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Cáncer de Próstata, el 11 de junio, repasamos junto al Jefe de Servicio de Urología del Hospital General Universitario de Castellón (HGUCS), las estadísticas de la enfermedad y los últimos avances para su diagnóstico y tratamiento.
En Europa el cáncer de próstata es el tumor más frecuente en varones y la tercera causa de muerte por cáncer entre la población masculina, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). En España se diagnostican cerca de 30.000 nuevos casos al año y la mayoría son varones de edad avanzada. Una cifra superior a los diagnósticos de tumores en el colon y recto (26.357), pulmón (22.266) y vejiga (17.731), que constituyen las otras grandes tipologías de cáncer detectadas entre los hombres. Se estima que 1 de cada 8 hombres será diagnosticado con cáncer de próstata en el transcurso de su vida.
El doctor Miguel Rodrigo es jefe del Servicio de Urología en el Hospital General Universitario de Castellón y durante los últimos cuatro años ha sido coordinador del Grupo de Uro-Oncología de la Asociación Española de Urología (AEU). Además, junto a Paula Planelles, dirigió la jornada “Giro 360 grados al cáncer de próstata”, un encuentro, organizado por Educa-Med, que reunió a grandes expertos para realizar un abordaje multidisciplinar de esta enfermedad.
Educanews. Repasemos las cifras de prevalencia actuales del cáncer de próstata y las tasas de curación de la enfermedad.
Miguel Rodrigo. El cáncer de próstata es el segundo tumor más frecuente entre los hombres a nivel mundial. En Europa es el más habitual entre los varones y el tercero con mayor mortalidad. En España se diagnostican cada año alrededor de 30.000 nuevos casos.
Con respecto a las tasas de curación, la gran mayoría de los cánceres de próstata se curan en las etapas tempranas de la enfermedad, bien mediante cirugía o bien mediante radioterapia. A pesar de la intención curativa con la que se realiza el tratamiento en estas fases, alrededor de un 30% de ellos presenta algún tipo de recurrencia a lo largo del tiempo.
En España el cáncer de próstata se equipara a las cifras del cáncer de mama. Pese a ello, ¿por qué todavía no hay un programa de detección precoz establecido en España, a diferencia del cáncer de mama?
Existen unas directrices bien claras por parte de las asociaciones científicas tanto nacionales como internacionales, donde se recomienda llevar a cabo un programa de detección precoz oportunista. Es decir, la realización de un PSA (Antígeno Prostático Específico) y una exploración rectal a los varones mayores de 50 años, e incluso con anterioridad si existen factores de riesgo tales como la raza, antecedentes familiares, o mutaciones genéticas en el entorno familiar.
Lo fundamental para llevar a cabo este programa de detección precoz es proporcionar a los pacientes la información adecuada sobre las implicaciones que tiene ser diagnosticado cuando eres una persona asintomática. Esto es importante porque no todos los cánceres de próstata son igual de agresivos e incluso alguno de ellos no compromete la vida. El riesgo de detectar un tumor de próstata no clínicamente significativo y la posibilidad de realizar un sobretratamiento debe ser discutida con el paciente. La realidad es que los tratamientos dirigidos a curar la enfermedad a veces tienen efectos secundarios que pueden mermar la calidad de vida de nuestros pacientes.
Hablemos de la investigación en el cáncer de próstata en los últimos años. ¿Cuáles son los principales avances y tratamientos que se han producido en el diagnóstico del tumor? ¿También se han producido avances en la cirugía?
Los progresos en el diagnóstico del cáncer de próstata vienen de la mano de la resonancia magnética y de calculadoras de riesgo basadas en factores clínicos y genéticos, que ofrecen una probabilidad estimada de padecer un cáncer de próstata clínicamente significativo (aquel que sí que queremos diagnosticar a tiempo por las implicaciones pronósticas del mismo).
Los adelantos en la cirugía nos los ha proporcionado la cirugía robótica. Los urólogos podemos ahora, mejor que nunca, realizar una cirugía mínimamente invasiva sin comprometer los resultados funcionales de nuestros pacientes.
¿Es fundamental una buena comunicación a nivel multidisciplinar, entre el oncólogo, el urólogo y otros especialistas médicos para garantizar el éxito de los tratamientos?
Por supuesto que sí. El mayor beneficio que le podemos ofrecer a nuestros pacientes se consigue poniendo el conocimiento y la experiencia de cada uno de los profesionales implicados en el manejo del cáncer de próstata al servicio de nuestro paciente. El lugar donde se deben de tomar las decisiones sobre el mejor tratamiento para nuestro paciente es el comité multidisciplinar.
¿Por qué es importante promover encuentros multidisciplinares, como la jornada “360º en Cáncer de Próstata”, con el fin de examinar la enfermedad y sus tratamientos desde distintos enfoques?
Porque en estos encuentros los profesionales aprendemos unos de otros siendo capaces de tener una visión holística e integral de la enfermedad. Desconocemos muchas de las cosas que preocupan a nuestros pacientes, ya que en 5-10 minutos de consulta no nos pueden transmitir todas sus inquietudes. Es fundamental conocer qué es importante para lograr mantener la salud y la calidad de vida de nuestros pacientes. Y aunque no esté en nuestras manos podérselo ofrecer, sí saber quién y de qué manera se puede llevar a cabo.
¿Hay algún factor decisivo en la aparición de esta enfermedad: alimentación, antecedentes familiares, etc?
Se conocen factores genéticos implicados en el cáncer de próstata que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad y la mayoría de las veces conllevan una aparición más precoz y un peor pronóstico. Esto obliga a realizar un estudio genético en busca de mutaciones cuando se dan unos determinados antecedentes familiares, o cuando existe un debut muy precoz de la enfermedad y con unas características especialmente agresivas, o bien cuando existe una agrupación familiar de otras neoplasias tales como el cáncer de mama y ovario.
Con respecto a los factores ambientales, se sabe que los varones que emigran a otro país adquieren un riesgo de sufrir cáncer de próstata que se acerca al del resto de la población de dicho país. Por ello se deduce que también los factores ambientales tienen un impacto en el desarrollo del cáncer de próstata.
Con respecto a la dieta, se conoce que una alimentación rica en verduras, licopenos, carotenos, isoflavonas tiene un efecto protector no solo en el cáncer de próstata, sino en la mayoría de las neoplasias de nuestro organismo.
El diagnóstico del cáncer de próstata aumenta con la edad, pero ¿puede también afectar a una población más joven? ¿En qué medida?
Es muy improbable sufrir de cáncer de próstata por debajo de los 50 años, salvo que tengas factores de riesgo conocidos o desconocidos. Por esta razón, un diagnóstico antes de esa franja de edad debe ponernos en alerta y buscar un factor genético responsable del mismo.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan oncólogos y urólogos en el abordaje del cáncer de próstata?
En los últimos 15 años han aparecido diversas moléculas que han hecho que muchos de nuestros pacientes con cáncer de próstata avanzado puedan duplicar o triplicar la esperanza de vida sin alterar su calidad de vida. Sin embargo, las respuestas a los fármacos no son iguales en todos los pacientes y esto sabemos que se debe a la heterogeneidad del cáncer de próstata. El reto consiste en encontrar marcadores o mutaciones genéticas, que al igual que en otros tumores, nos digan cuál es el mejor tratamiento para cada paciente y dejemos de tratar a todos nuestros pacientes de la misma forma, evitando usar fármacos que en ese paciente en concreto no le van a aportar ningún beneficio.
Un informe de la Comisión de The Lancet afirma que los casos de cáncer de próstata se duplicarán en 2040. ¿Cuál es su opinión al respecto?
El motivo no es otro que el envejecimiento de la población y el mejor acceso a los programas de detección precoz. Numerosos países con menor desarrollo que el nuestro no disponen de programas de diagnóstico precoz actualmente. Es de esperar que dichos programas acaben por implantarse para que la enfermedad se diagnostique en etapas más tempranas y con mejores expectativas de curación.