Las sanciones occidentales sobre metaneros rompehielos detienen la expansión energética de Rusia en el ártico - Real Instituto Elcano

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Este análisis explora el impacto de las sanciones occidentales en el desarrollo del gas natural licuado (GNL) en el Ártico por parte de Rusia. Las sanciones destinadas a restringir la compra y construcción de buques metaneros rompehielos parecen ser especialmente eficaces para retrasar la entrada en funcionamiento del megaproyecto Arctic LNG 2.

Resumen
El proyecto Arctic LNG 2 de Novatek se enfrenta a importantes retrasos debido a las sanciones occidentales dirigidas a la construcción y adquisición de buques para el transporte de gas natural. Estas sanciones han demostrado su eficacia a la hora de restringir la entrega de metaneros rompehielos especializados, retrasando los primeros fletes del proyecto previstos inicialmente para principios de 2024. El análisis concluye que una política coordinada de sanciones del G7 centrada en bloquear la transferencia de tecnología, el acceso a la financiación y, especialmente, la adquisición de capacidades de transporte y logística podría comprometer la viabilidad del proyecto.

Análisis
A pesar de las sanciones occidentales, la economía de guerra rusa ha demostrado su capacidad para sostener un conflicto muy costoso. Las exportaciones de gas por gasoducto a la UE, una de las principales víctimas de esta guerra geoeconómica, están en mínimos históricos y se prevé que disminuyan aún más cuando expire el contrato de tránsito a través de Ucrania el 31 de diciembre de 2024. Rusia posee las mayores reservas de gas natural del mundo, con aproximadamente el 20%, pero sin su tradicional mercado europeo ahora debe buscar nuevos clientes. China, su principal mercado potencial, está lo suficientemente lejos como para que el desarrollo de gasoductos, particularmente el esperado Power of Siberia II, pueda tardar una década en completarse debido a la complejidad de su financiación y negociación de precios. Por lo tanto, el GNL ha sido identificado por el Kremlin como una oportunidad estratégica para exportar gas ruso a mercados no europeos.

Desde 2009 Rusia exporta GNL desde Sajalín-2, en el Extremo Oriente. El proyecto, ahora controlado por Gazprom, se desarrolló a principios de siglo con tecnología y conocimientos de un consorcio internacional liderado por Shell y posteriormente adquirido (bajo presión política) por Gazprom.[1] Dado que ya estaba planificado y construido cuando Gazprom tomó el control de Sajalín-2, nunca se ha considerado plenamente ruso y el desarrollo del proyecto no creó capacidades nacionales sustanciales asociadas a las tecnologías de GNL. A pesar de los esfuerzos de Gazprom por ampliar sus actividades en el sector del GNL, sus numerosos fracasos y retrasos llevaron al Gobierno ruso a liberalizar este sector en 2012, permitiendo a Novatek y Rosneft desarrollar nuevos proyectos de GNL. Con el éxito de Yamal LNG, Novatek, una empresa privada con estrechos vínculos con el Kremlin,[2] ha sido el único actor nacional capaz de desarrollar un proyecto de GNL a gran escala en Rusia, rompiendo el monopolio de Gazprom sobre las exportaciones de gas natural.

El presidente Putin destacó la importancia estratégica para Rusia de Yamal LNG cuando durante su inauguración ceremonial en 2017 declaró: “Este es quizá el mayor paso adelante en nuestro desarrollo del Ártico. Ahora podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Rusia se expandirá por el Ártico durante este siglo y el próximo. Aquí es donde se encuentran las mayores reservas minerales y una futura arteria de transporte: la Ruta Marítima del Norte”. La Ruta Marítima del Norte es una vía de navegación a lo largo de la costa ártica rusa, que se extiende desde el mar de Kara, al oeste, hasta el estrecho de Bering, al este, y que se ha hecho cada vez más accesible a medida que el cambio climático ha ido reduciendo la capa de hielo ártico. Ofrece un trayecto más corto entre Europa y Asia que las rutas tradicionales y evita puntos de estrangulamiento críticos como los estrechos de Dinamarca, Bab el-Mandeb y Malaca. Por tanto, para Rusia, el GNL en el Ártico representa algo más que nuevas exportaciones de gas. Desde el punto de vista geopolítico, los proyectos de Novatek contribuyen a desarrollar la estratégica Ruta del Norte, permitiendo a Rusia desplazar sus exportaciones de gas natural del mercado europeo hacia Asia.

El proyecto Yamal es una proeza de ingeniería que hizo posible la primera exportación de GNL desde una latitud tan extrema. Para ello, el consorcio Yamal LNG encargó en 2014 la construcción de los primeros buques metaneros rompehielos de la historia, que fueron entregados con éxito en 2019. Tras el éxito de Yamal y con el apoyo del gobierno ruso, Novatek se embarcó en 2017 en la construcción de un segundo proyecto ártico conocido como Arctic LNG 2. El proyecto se encuentra en una fase muy avanzada de desarrollo pero, debido a las sanciones, las dificultades para adquirir nuevos buques metaneros rompehielos y otras tecnologías críticas asociadas a la licuefacción del gas impiden su puesta en marcha. El calendario para los primeros envíos de GNL de Arctic LNG2, fijado inicialmente para principios de 2024, se ha retrasado, lo que crea incertidumbre sobre la viabilidad comercial del proyecto en el actual contexto geopolítico.

Las sanciones occidentales contra el sector energético ruso son muy variadas, pero las más eficaces hasta la fecha parecen ser las centradas en limitar el crecimiento de Novatek en el sector del GNL. En particular, las destinadas a impedir que Novatez adquiera nuevos buques rompehielos de transporte de GNL para su proyecto Arctic LNG-2, casi finalizado, son un excelente ejemplo de la capacidad coercitiva de este mecanismo. Las sanciones son un arma de doble filo que, para tener éxito, requiere infligir más daño al objetivo de las sanciones (en este caso Rusia) que al emisor de esas restricciones (EEUU y la UE). Las sanciones impuestas al desarrollo de nuevos proyectos de GNL ruso son un buen ejemplo de este enfoque porque, sin afectar a la seguridad de suministro de la UE ni a la estabilidad de los mercados internacionales del gas, imponen un alto coste a las perspectivas comerciales del sector gasístico ruso.

1. La logística del GNL en el Ártico

De noviembre a junio, durante el invierno, el GNL exportado desde el Ártico, donde Rusia posee la mayor parte de sus vastas reservas de gas natural sin explotar, necesita utilizar buques metaneros rompehielos para acceder a los mercados internacionales. El proyecto Yamal LNG fue el primero y, todavía hoy, el único del mundo en emplear este tipo de buques para exportar su gas natural. El proyecto fue liderado por Novatek (50,1%) en un consorcio formado junto con TotalEnergies (20%) y las chinas CNPC (20%) y Silk Road Fund (9,9%). Alcanzó la Decisión Final de Inversión (FID) a finales de 2013, unos meses antes del Euromaidán y de las protestas prorrusas en el este de Ucrania, que acabaron desembocando en la guerra ruso-ucraniana. El proyecto avanzó a pesar de las sanciones estadounidenses que restringieron el acceso de Novatek a los mercados financieros occidentales en 2014 gracias a una inyección de 12.000 millones de dólares en préstamos del Banco de Exportación e Importación de China y el Banco de Desarrollo de China en 2016. Este ha sido un mecanismo habitual en la reciente expansión del GNL ruso: cuando las sanciones impiden la llegada de capital o tecnología occidentales, China aparece para ocupar ese vacío.

El éxito del proyecto fue superar una nueva barrera en la logística del gas natural, demostrando la viabilidad económica de desarrollar estas actividades en las condiciones más extremas. El puerto donde se encuentra Yamal LNG, Sabetta, es inaccesible para los buques convencionales durante los meses de invierno, ya que está rodeado de aguas heladas que impedirían una navegación segura. Para la realización del proyecto, se encargó a Hanwha Ocean Shipping, antes conocida como Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering (DSME), la construcción de 15 buques para el transporte de GNL rompehielos, los primeros del mundo, con un coste de 320 millones de dólares cada uno. La flota de 15 buques, valorada en 4.800 millones de dólares, se encarga hoy de exportar el GNL producido en Yamal a los mercados europeo y asiático. Estos buques son propiedad de cuatro armadores que se encargan de su explotación: Sovcomflot,[3] Teekay (en asociación con China LNG Shipping), Dynagas y MOL LNG (en asociación con China Shipping Group) (véase la Figura 2).

Figura 2. Perfil de la flota de los 15 buques rompehielos de GNL activos en el mundo

Nombre del buquePropietarioOperadorNacionalidad del operadorConstructor
Eduard TollSeapeak CLSICO JVTeekay Shpg. (Seapeak)Canadá/China JVDSME/Hanwha
Rudolf SamoylovichSeapeak CLSICO JVTeekay Shpg. (Seapeak)Canadá/China JVDSME/Hanwha
Georgiy UshakovSeapeak CLSICO JVTeekay Shpg. (Seapeak)Canadá/China JVDSME/Hanwha
Nikolay YevgenovSeapeak CLSICO JVTeekay Shpg. (Seapeak)Canadá/China JVDSME/Hanwha
Vladimir VoroninSeapeak CLSICO JVTeekay Shpg. (Seapeak)Canadá/China JVDSME/Hanwha
Yakov GakkelSeapeak CLSICO JVTeekay Shpg. (Seapeak)Canadá/China JVDSME/Hanwha
Vladimir RusanovArctic Blue LNG (MOL)MOL LNGReino Unido/JapónDSME/Hanwha
Vladimir VizeArctic Green LNG (MOL)MOL LNGReino Unido/JapónDSME/Hanwha
Nikolay UrvantsevArctic Purple LNG (MOL)MOL LNGReino Unido/JapónDSME/Hanwha
Christophe de MargerieGas Carriers Scf (anteriormente Sovcomflot)Gas Carriers Scf (anteriormente Sovcomflot)UAE (anteriormente Rusia)DSME/Hanwha
Boris VilkitskyDynagasDynagasGrecia/China JVDSME/Hanwha
Boris DavidovDynagasDynagasGrecia/China JVDSME/Hanwha
Boris VilitskyDynagasDynagasGrecia/China JVDSME/Hanwha
Georgiy BrusilovDynagasDynagasGrecia/China JVDSME/Hanwha
Nikolay ZubovDynagasDynagasGrecia/China JVDSME/Hanwha
Fuente: elaboración propia a partir de fuentes públicas disponibles.

Para optimizar los viajes de estos buques especializados, el gas natural que transportan se transborda a buques metaneros convencionales en puertos de aguas cálidas. Estos servicios de transbordo, esenciales para la logística rusa de GNL, se producen principalmente en Zeebrugge (Bélgica) y Montoir-de-Bretagne (Francia). En invierno la oscuridad permanente y el hielo en el Océano Ártico hacen imposible que los buques de GNL, incluso los rompehielos, viajen en dirección este para llegar a los mercados asiáticos a través del Estrecho de Bering. Esto obliga a desviar los cargamentos a través de los puertos europeos que reciben GNL de Yamal si quieren llegar a los mercados asiáticos.

A diferencia de los transbordos de crudo, las especificaciones técnicas de las operaciones de transbordo de GNL obligan a realizarlas en puertos especializados. Rusia ha construido dos terminales flotantes para realizar estos transbordos en sus aguas territoriales en Múrmansk, en su Ártico occidental, y Kamchatka, en su parte oriental, pero las sanciones impuestas por EEUU a ambos proyectos en septiembre de 2023 han retrasado su entrada en pleno funcionamiento. Las sanciones estadounidenses van dirigidas a la empresa que explota las terminales flotantes de Múrmansk y Kamchatka, Arctic Transshipment LLC,[4] lo que ha impedido a los operadores de buques metaneros, en su mayoría occidentales, entregar o recoger GNL de las terminales. También es probable que la UE prohíba este tipo de servicios en los puertos europeos e incluya estas dos terminales de transbordo como parte de la próxima 14ª ronda de sanciones a Rusia.

2. Sanciones y la industria del GNL

La mayoría de los propietarios y operadores de buques metaneros son empresas de renombre que dependen de su reputación para su éxito comercial. Los buques de GNL son activos valiosos que sólo pueden operar bajo estrictas especificaciones técnicas, lo que limita su operatividad a un pequeño número de puertos. Esto crea una profunda vulnerabilidad de los exportadores de GNL frente a las sanciones estadounidenses. Aprovechando su centralidad en la economía mundial, EEUU puede imponer “sanciones secundarias” a empresas extranjeras, que se ven obligadas a elegir entre comerciar con objetivos de sanciones estadounidenses o perder el acceso al sistema financiero de EEUU. Las sanciones secundarias son un tipo de sanción económica que va más allá del país o entidad sancionada. En su lugar, se centran en terceras personas, empresas o países que realizan negocios con la entidad sancionada en primer lugar, en este caso Yamal LNG 2. El objetivo de las sanciones secundarias es aislar aún más a la entidad sancionada creando un efecto disuasorio más amplio que incluye a entidades no estadounidenses.

Al tratarse de un mercado pequeño (hay unos 7.500 petroleros frente a los 772 buques de la industria del GNL), las empresas que operan en este mercado no pueden permitirse ser sancionadas y excluidas del sistema financiero estadounidense. La mayoría de los astilleros, propietarios de buques metaneros, compañías de seguros y terminales de GNL están operados por empresas occidentales o con presencia internacional. Esto explica por qué Irán, un país experto en la evasión de sanciones y contrabando de petróleo, no ha podido desarrollar con éxito proyectos de exportación de GNL, a pesar de compartir el enorme yacimiento de gas South Pars/North Dome, desde donde QatarEnergies exporta alrededor del 20% del GNL mundial. Esta realidad contrasta fuertemente con el comercio de crudo, que ha demostrado una notable capacidad para eludir eficazmente las sanciones y restricciones impuestas recientemente a Rusia, Irán y Venezuela por EEUU y el G7. El GNL es, por tanto, un terreno abonado para la imposición de sanciones, ya que se trata de un mercado pequeño y transparente, con pocos proveedores de servicios y una tecnología muy específica.

3. Sanciones de EEUU al proyecto ruso Arctic LNG 2

Tras el éxito de Yamal y con el apoyo del gobierno ruso, Novatek se embarcó en 2017 en la construcción de un segundo proyecto en el ártico conocido como Arctic LNG 2. Este megaproyecto, ubicado en la península de Gydan, contaba originalmente con un coste inicial de más de 20.000 millones de dólares y la participación como socios internacionales de TotalEnergies, las chinas CNPC y CNOOC, y las japonesas Mitsui y JOGMEC, cada una con una participación del 10%. El proyecto está diseñado para exportar 27 bcm de GNL al año, convirtiéndose en el mayor proyecto de GNL de Rusia y duplicando la capacidad de exportación de Novatek cuando esté, si algún día lo está, totalmente terminado (véase la Figura 1).

Las primeras sanciones estadounidenses que afectaron al desarrollo del GNL ruso se impusieron en 2014 tras la anexión rusa de Crimea. Estas sanciones afectaban al acceso de Novatek a los mercados de deuda occidentales y formaban parte de medidas más amplias dirigidas a los sectores financiero, energético y de defensa de Rusia. Específicamente, restringían el suministro de servicios o tecnología para apoyar la exploración o producción de energía en alta mar y aguas profundas del Ártico. En abril de 2022 la UE también incluyó en su

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Ignacio Urbasos Arbeloa