Javier Godino: «Creo que hay que luchar contra los miedos heredados o, al menos, cuestionarlos»

Compatibilità
Salva(0)
Condividi

Televisión, cine, teatro y musicales. Da igual dónde miremos que Javier Godino siempre está. Es uno de esos rostros que conquista por su voz y atrae por su interpretación. Lleva años haciéndolo y ahora se planta de nuevo en Madrid con dos trabajos escénicos que le hacen estar presente en esta temporada teatral. El primero de ellos es El monte de las ánimas, desde este viernes 1 de noviembre, reuniendo varias de las leyendas becquerianas y fragmentos del poema El estudiante de Salamanca de Espronceda. Ya en marzo del próximo año, se pondrá en la piel de Oscar Wilde, en el estreno absoluto de De profundis. Ambas piezas se podrán disfrutar en el Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa y aquí nos sentamos a charlar con Godino para que nos cuente todo lo que le y nos espera en este espacio.

Javier Godino protagoniza ‘El monte de las ánimas’ y ‘De profundis’ en el Teatro Fernán Gómez

¿Qué te conecta con El monte de las ánimas?

Primero me viene mi relación adolescente con Bécquer, todas las poesías (poesía eres tú, volverán las oscuras golondrinas…). Ese es el primer Bécquer que me aparece. Recuerdo El monte de las ánimas cuando he pasado por Soria y leerlo de adolescente también. Y esta idea como romántica del poeta que murió joven, como Kurt Cobain, de leyenda. Aunque luego se ha descubierto que Bécquer no murió de tristeza ni de amor, sino de sífilis, una enfermedad que cuadraría por la época.

Pepa Pedroche e Ignacio García codirigen esta adaptación, ¿cuál fue la primera directriz que os dieron, cómo fue ese comienzo?

No mansplaining, en el sentido de que, como yo soy el que cuenta más leyendas, que no fuera como “mira la historia que sé, que te la cuento poniéndome por encima de ti”. Hay algo de que el cuento tenía que pasar por dentro y teníamos que entenderlo. En la obra, somo cuatro excursionistas que nos juntamos en un refugio y nos contamos las historias de miedo que nos contaban nuestras abuelas. Y empiezan a hacerse realidad. Entonces, es como si hubiera una premonición de que algo va a ocurrir. Esto lo recuerdo también como una primera directriz. También hacernos la pregunta de qué hacemos aquí. Además, he reflexionado sobre si estos personajes están vivos, muertos, si repiten esta pesadilla en la muerte y ocurre la tragedia romántica…

Ese miedo que se escribió en el siglo XIX, ¿queda muy lejos, cómo voy a conectar el público?

Creo que el terror es adictivo y siempre sentimos deseo de querer ver cosas terribles, imposibles o que imaginamos hechas realidad y ver sufrir. Me gusta el cine de terror y, cuando me pongo a escribir, me suele salir algo relacionado. Tengo plan de dirigir en un futuro y me salen historias de terror o algo de fantasía. Será mi infancia de los ochenta. Creo que todo el mundo, de cualquier generación, tiene ese enganche al terror. Es más, nuestros primeros cuentos lo son; Caperucita, Blancanieves… Y a esa edad nos lo creemos. Los niños tienen pesadillas sin haber vivido nada de eso, como decimos en la obra. Y por eso creo que conecta con algo universal, con las ganas de ver y sentir miedo porque sabes que es un lugar seguro.

No solemos ver montajes de miedo ni de terror en los escenarios. ¿Es muy diferente prepararlo?

No sé si es tanto el terror, porque cada uno tenemos en la imaginación la forma en la que contaría esa historia para que diera miedo. Hay una sensación de misterio, de thriller que configura un lenguaje que, como actor, tienes que manejar. Creo que lo más difícil para mí ha sido hacer de este caballero del siglo XIX, con esta literatura y esta belleza en el lenguaje, así como esa imaginación romántica. Ha sido lo más bonito y lo más difícil.

Elenco de ‘El monte de las ánimas’: Pablo Béjar, Alba Recondo, Javier Godino y Lucía Esteso

¿Crees que los miedos se heredan?

Sí y creo que hay que luchar contra los miedos heredados o, al menos, cuestionarlos.

Un libro / una película que te dé miedo.

El resplandor, el libro. La película es un referente para mí. Me hice adicto a ella con 13/14 años y mi pobre hermana, con 7 años menos, se tenía que tragar todo lo que ocurre… Todas esas cosas terribles. Y también es importante para mí lo demoníaco, los espíritus malignos. Me gusta mucho especialmente y me parece un peliculón El exorcista. Me acuerdo que un día, estando de gira con José Sacristán con la obra Muñeca de porcelana, estaba en el hotel solo y me emocioné porque ponían en la tele esa película. Tuve que parar a la media hora y no pude dormir. Fue horrible.

Una superstición que tengas.

Depende de cada montaje. Yo soy muy de piedras. La superstición a veces tiene que ver con recordarme quién es el personaje antes de empezar. En esta ocasión, me digo: “soy Alonso, soy un caballero del XIX, estoy aquí con mis primos paseando por…” y me recuerdo un poco el hilo del centro de mi personaje. Me lo cuento en primera persona y me lo suelo hacer antes para entrar. Lo llevo haciendo en varias obras y en cine y me ayuda a saber quién soy y a ubicarme.

Un miedo que compartas como individuo en la sociedad en la que vivimos.

El miedo a la guerra mundial, a la carencia, a la injusticia… miedos que sufrimos todos los días. Soy parte de la sociedad y comparto muchos miedos y no me siento privilegiado ni me ciego a todo lo que ocurre. Quizás he tenido una infancia privilegiada, como creo que muchos de nosotros pensamos, pero creo que estamos en un momento en el que todos tenemos miedo.

¿Qué tipo de espectador de teatro eres, qué te gusta ir a ver?

Me gustan los buenos textos. En el teatro, al menos yo, siempre se sufre como espectador. Y eso es bonito porque influyen mucho las expectativas. Con algunas obras, he sentido que, de pronto, eran más de lo que soñaba y son las que aspiro siempre a ver. Me gustaría ir a ver más, a Londres o a Nueva York. Sí, tendría que hacerlo.

¿Cuándo te vamos a poder volver a ver en un musical?

Tengo un proyecto precioso, dirigido por José Luis Sixto y con texto de Pedro Víllora. Está basado en una obra de Paul Dale-Vickers y es sobre Oscar Wilde, De profundis. Es muy potente y creo que le vamos a dar una vuelta muy interesante para convertirlo en un musical muy glam, a pesar de la difícil situación que cuenta, con muchas desgracias. Es muy fuerte y muy gustoso de ver a la vez. Espero que consigamos que el musical se convierta en algo conmovedor porque, como duele, tengo la sensación de que lo puedes ver como algo ajeno, aunque tengo ganas de que impacte y se convierta en espectáculo. A ver si conseguimos que sea un musical de pequeño formato, pero que atraviese a la gente.

Amanda H C

Javier Godino

Más teatro

Recapiti
proyectoduas