Los resultados de un estudio sobre violencia contra las mujeres en redes sociales impulsado por Columbares revelan también que un 42.2% de las mujeres experimenta agresiones directas en forma de amenazas, humillaciones o incluso suplantación de identidad por parte de sus parejas en entornos digitales.
El rápido avance de las tecnologías y el auge de las redes sociales ha generado un cambio drástico en cuanto a las formas de relacionarse. Encontramos ahora un nuevo tipo de violencia contra las mujeres, el ejercido través de las nuevas tecnologías, especialmente, a través de redes sociales. Es por ello que desde Columbares surge analizar los diferentes tipos de violencia de género digital con la puesta en marcha del proyecto Redex. Esta iniciativa tiene como objetivo evaluar con ámbito nacional la prevalencia de diferentes tipos de violencia que sufren las mujeres en los entornos digitales. Así, se ha demostrado que casi el 70% de las mujeres sufre algún tipo de violencia a través de las redes sociales.
De este modo, se presentan los hallazgos de una investigación de Columbares en colaboración con el Grupo de Investigación en Cuidados Avanzados de la Universidad de Murcia. El propósito de este estudio ha sido analizar cómo las redes sociales se convierten en plataformas donde la violencia de género ocurre y se perpetúa. Además, se busca también ofrecer un punto de partida para desarrollar estrategias preventivas y de intervención.
La metodología de esta investigación presenta una fórmula mixta con un diseño en el que las fases cualitativa y cuantitativa se han realizado en paralelo. Así, por un lado, en la fase cuantitativa se ha llevado a cabo un estudio con un total de 1.177 mujeres. Estas tienen una edad media de 33.2 años. Todas ellas son mayores de edad, residentes en el estado español y tienen edades comprendidas entre los 18 y 59 años. Por otro lado, en la fase cualitativa del estudio, se ha trabajado de forma directa con 20 mujeres víctimas de violencia de género.
De este modo, la investigación abarcó a mujeres de toda España con la siguiente distribución por comunidades autónomas: Región de Murcia 35,3%, Cataluña 12,5%, Comunidad Valenciana 10,9%, Madrid 8,6%, Andalucía 7,7%, Castilla y León 3,8%, Galicia 3,7%, Castilla la Mancha 2,5%, País Vasco 2,4%, Canarias 2,3%, Extremadura 2,2%, Baleares 2%, Aragón 1,8%, Asturias 1,8%, Navarra 0,8%, Cantabria 0,5%, La Rioja 0,4%.
En cuanto al nivel educativo de las encuestadas los datos arrojan un perfil altamente cualificado entre ellas. Así, un 44,9% cuenta con estudios universitarios, y un significativo 28,7% ha completado estudios de posgrado. Otros niveles educativos incluyen un 12% con bachillerato o formación equivalente, y un 11,9% con formación profesional media. En cuanto a la educación secundaria obligatoria, representa el 1,9% del total de las mujeres participantes, mientras que el 0,6% tiene únicamente estudios de primaria. Además, un reducido 0,1% no tiene estudios formales.
En la evaluación del nivel socioeconómico de las encuestadas, el estudio refleja que una amplia mayoría 66,2% dispone de ingresos anuales inferiores a 30.000 euros. Otro 31,3% se sitúa en la franja de los 30.001 a 60.000 euros anuales, mientras que solo un 2.5% supera los 60.001 euros de ingresos anuales. Estos datos determinan en las mujeres participantes una situación económica marcada por ingresos bajos o medios.
El tiempo dedicado al uso de redes sociales varía considerablemente entre ellas. Un 60.9% dedica entre una y tres horas diarias a estas plataformas, seguido de un 26.0% que las usa entre tres y cinco horas al día y un 7.5% limita su uso a menos de una hora al día, mientras que solo un 5.6% excede las cinco horas diarias. En cuanto a las redes sociales más utilizadas, WhatsApp se sitúa como la más popular, seguida por Instagram, Facebook, TikTok y, en último lugar, Telegram.
Los datos revelan que un 68.2% de las mujeres ha sufrido algún tipo de violencia a través de las redes sociales en relaciones de pareja. Otro 42.2%, además, ha experimentado agresiones directas en forma de amenazas, humillaciones o incluso suplantación de identidad por parte de sus parejas. Los resultados evidencian también un alto porcentaje de violencia de tipo sexual en las redes sociales. Así el 62.7% de las participantes afirmó haber sido víctima de este tipo de violencia a manos de sus parejas. Y, por otra parte, un 66% reportó haber sufrido también violencia sexual de forma presencial.
Esto muestran una fuerte correlación entre ambas formas de violencia. Ello indica que las mujeres que han sido víctimas de agresiones sexuales en redes sociales tienen una probabilidad significativamente mayor de experimentar violencia sexual de forma presencial. Así, se ha demostrado que casi el 70% de las mujeres sufre algún tipo de violencia a través de las redes sociales.
Según la edad, las mujeres adultas entre 25 y 59 años sufren mayores niveles de violencia sexual presencial que las adultas jóvenes (18 a 24 años). Sin embargo, la violencia de género online o a través de medios digitales es similar en ambos grupos de edad. En función del nivel socio-económico las mujeres con un poder adquisitivo bajo reportan mayores niveles de violencia en comparación con las mujeres de ingresos medios o altos. Especialmente en términos de violencia sexual online y presencial.
Además, el tiempo dedicado a las redes sociales muestra una relación directa con el nivel de violencia sufrida. Las participantes que usaban redes sociales más de cinco horas al día reportaron mayores niveles de alguna forma de violencia de género online. Específicamente, de violencia de control por parte de sus parejas. El tipo de violencia sexual online fue más frecuente entre aquellas que usaban las redes sociales entre tres y cinco horas al día. En cuanto a la violencia sexual presencial, el mayor porcentaje de casos se dio también en el grupo con un uso mayor de redes sociales.
Estos resultados han sido presentados en la Jornada de presentación y difusión de los resultados de la investigación sobre violencia contra las mujeres en redes sociales. Esta jornada está enmarcada dentro del proyecto Redex que está financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
