Hoy en día, el “entorno” se ha convertido en un factor clave y determinante para muchas empresas. Sus proyectos ya no solo requieren cumplir con la normativa legal, sino también obtener la aprobación de los grupos de interés, lo que conocemos como licencia social. Este concepto es especialmente relevante en proyectos de infraestructuras, instalaciones industriales y otras iniciativas que, a menudo, enfrentan cuestionamientos que pueden frenar o incluso revocar su tramitación administrativa. Este fue el tema principal del workshop organizado por el Institut Cerdà con responsables de 10 empresas energéticas e industriales. El objetivo del encuentro fue compartir experiencias, visiones y propuestas sobre cómo las empresas deben gestionar adecuadamente los factores sociales e institucionales que condicionan el desarrollo de infraestructuras en el territorio.
La licencia social no es un documento ni requiere una gestión única ni estática. Implica un proceso continuo de aprobación y renovación por parte de las comunidades afectadas, quienes esperan que las empresas aborden de manera responsable los aspectos sociales, ambientales, económicos y éticos relacionados con los proyectos. Sin consenso ni aceptación, avanzar es prácticamente imposible.
Nuevas dinámicas, nuevos retos
El contexto actual hace que la obtención de la licencia social sea cada vez más compleja. Los movimientos sociales se amparan bajo grandes organizaciones y plataformas que están interconectadas y comparten argumentos, recursos y conocimientos para incidir en la opinión pública y las instituciones. En ocasiones, estos movimientos radicalizan posturas, rechazando cualquier diálogo con las empresas, y complicando aún más el entendimiento.
Por otro lado, los discursos sociales suelen ir más allá de las preocupaciones locales. Apelan a dimensiones ideológicas, simplifican los conceptos y utilizan un lenguaje emocional que conecta rápidamente con el público. Frente a esto, las empresas enfrentan la difícil tarea de enfrentar estos discursos y articular respuestas racionales y técnicas, que a menudo no logran el mismo impacto emocional.
Factores clave para construir confianza
Aunque no existe una receta mágica para obtener la licencia social, hay principios fundamentales que pueden guiar a las empresas:
- Actuar desde el inicio: Involucrar a los grupos de interés desde fases iniciales del proyecto.
- Escuchar y dialogar: Establecer una relación de escucha, honesta y abierta con las comunidades.
- Planificación y recursos: Contar con estrategias y planes de actuación claros, que minimicen la improvisación.
- Comunicar con claridad: Explicar los proyectos de manera comprensible y accesible.
- Flexibilidad y valor compartido: Estar dispuestos a realizar ajustes que generen valor compartido y beneficien tanto a la empresa como al territorio.
Estos pilares deben sustentarse en tres premisas fundamentales para articular y fortalecer la relación entre empresas y comunidades:
- Legitimidad: Respeto de las normas sociales, legales y culturales de la comunidad.
- Credibilidad: Transparencia y cumplimiento de los compromisos adquiridos.
- Confianza: Fomento de un diálogo constante que permita construir relaciones sólidas y de largo plazo.
Más allá de la aceptación: un beneficio mutuo
Lograr la licencia social no solo facilita la ejecución de proyectos, sino que también genera beneficios significativos para todas las partes involucradas. A las comunidades, les permite evaluar de cerca los impactos positivos y negativos de las iniciativas, garantizando su participación en el desarrollo. Las empresas, aseguran la sostenibilidad a largo plazo de los proyectos, reduciendo riesgos económicos y daños reputacionales.
En resumen, obtener, mantener y desarrollar la licencia social requiere un proceso metódico, constante y basado en argumentos sólidos que generen valor social compartido.
La experiencia del Institut Cerdà
Desde el Institut Cerdà, llevamos 40 años acompañando a organizaciones en la gestión social de proyectos. Nuestro perfil como fundación privada e independiente, sumado a nuestra experiencia en colaboración público-privada, nos posiciona como un aliado estratégico en la construcción de relaciones sólidas con las comunidades locales.
Ofrecemos un servicio integral que incluye el diagnóstico de riesgos y oportunidades sociales, la definición de estrategias adaptadas y la implementación de acciones para garantizar la obtención de la licencia social. Nuestro objetivo es ayudar a las empresas a desarrollar proyectos sostenibles, generando valor tanto para el territorio como para sus propios intereses.