Regulación global del amianto - ☣️ AMISUR

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El amianto, conocido también como asbesto, ha sido históricamente utilizado en una variedad de industrias debido a sus propiedades de resistencia al calor y a la corrosión. Sin embargo, su relación directa con graves problemas de salud ha llevado a muchos países a regular estrictamente su uso, e incluso a prohibirlo en algunos casos.

Prohibición total en la Unión Europea

La Unión Europea es una de las regiones con una política más estricta respecto al amianto. Desde 2005, la UE ha implementado una prohibición total de la producción, comercialización y uso del amianto y de productos que lo contengan en todos los países miembros. 

La Directiva 2009/148/CE establece los requisitos mínimos de seguridad para proteger a los trabajadores de los riesgos de exposición al amianto en el trabajo. Los países miembros han implementado normativas adicionales, con sanciones y requisitos de formación específicos para los trabajadores que manipulan amianto, asegurando así una gestión estandarizada y segura en toda la región.

Estados Unidos: regulación pero sin prohibición total

A diferencia de la Unión Europea, Estados Unidos no ha implementado una prohibición total del amianto. La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) permite ciertos usos controlados del amianto en productos que cumplen con regulaciones específicas. Aunque algunos estados han implementado restricciones adicionales, los productos que contienen amianto aún están permitidos bajo circunstancias controladas.

Sin embargo, la Ley de Control de Sustancias Tóxicas (TSCA) regula la importación, fabricación y procesamiento de amianto, y exige pruebas rigurosas de seguridad. Además, la OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional) establece límites de exposición laboral al amianto, protegiendo así a los trabajadores mediante estándares específicos de seguridad.

Canadá: una prohibición reciente y estricta

Canadá fue uno de los principales productores de amianto a nivel mundial, pero en 2018 implementó una prohibición total del uso de este material y de cualquier producto que lo contenga. La nueva regulación canadiense impide la importación, exportación, venta y uso de amianto, así como el uso de productos que contengan este mineral.

Existen algunas excepciones limitadas para productos que contienen amianto en sectores específicos (como ciertos procesos militares o de investigación), pero estos casos están sujetos a estrictos controles y solo se permite si no existe alternativa viable. La prohibición canadiense es un ejemplo de cómo un país productor de amianto puede adoptar un enfoque riguroso para proteger la salud pública.

Asia: enfoques variados y dependencia industrial

En Asia, el manejo del amianto varía enormemente entre países. Japón y Corea del Sur han implementado prohibiciones completas, con estrictas políticas de eliminación y manejo seguro. En Japón, la Ley de Promoción de Contramedidas para el Amianto establece lineamientos claros sobre la gestión de materiales que contienen amianto y las medidas para evitar su exposición.

En contraste, otros países como China e India continúan permitiendo el uso del amianto, especialmente en la construcción y en productos de fibrocemento. La falta de regulaciones estrictas en estas naciones representa un desafío importante en términos de salud pública, ya que la exposición sigue siendo común entre los trabajadores y las comunidades cercanas a las fábricas. Sin embargo, organizaciones internacionales están trabajando para fomentar una mayor regulación en estos países.

América Latina: avances en prohibiciones y regulaciones

En América Latina, varios países han avanzado hacia la prohibición total del amianto, como Brasil, Chile y Argentina, mientras que otros, como México, permiten su uso en ciertas aplicaciones. En Brasil, el Tribunal Supremo Federal prohibió el uso de amianto en 2017, y desde entonces el país ha implementado programas de sustitución y regulación para su eliminación segura.

Sin embargo, algunos países de la región aún enfrentan desafíos para implementar regulaciones adecuadas debido a la dependencia económica del amianto en ciertas industrias. La región está en un proceso de transición hacia políticas más restrictivas, impulsadas por estudios sobre el impacto en la salud y la presión de organizaciones internacionales.

Australia y Nueva Zelanda: prohibiciones estrictas y programas de remediación

Australia implementó una prohibición total del amianto en 2003, y Nueva Zelanda hizo lo mismo en 2016. Ambos países han desarrollado programas de remediación para eliminar el amianto de edificios antiguos, especialmente en el sector público. Australia, en particular, ha implementado el Programa Nacional de Erradicación del Amianto, que incluye la identificación, retirada y disposición segura de materiales que contienen amianto en todo el país.

Estos esfuerzos se complementan con estrictos requisitos de formación para los trabajadores y medidas de seguridad que aseguran un manejo seguro de residuos de amianto.

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