Estos días, con el recuerdo vivo de la festividad de Cervantes en la ciudad de Alcalá, el Corral de Comedias presenta Elecciones y divorcios. Unos entremeses del autor complutense, que ya estuvieron aquí con el pasado festival Clásicos en Alcalá, que siguen de rabiosa actualidad y muestran el buen hacer en las tablas que tenía el autor del Quijote. Así, alcaldes y divorcios se dan la mano sobre las tablas del escenario que tiene una temporada llena de fuerza y vitalidad.
Elecciones y divorcios es una obra doble que muestra dos piezas breves que tienen como eje de unión la corrupción, la crítica social y otros aspectos de ese carácter. Problemas comunes al Siglo de Oro y al siglo XXI, ante los que nos enfrentamos con la única arma de la risa para poder superarlos.
La primera creación se titula “La elección de los alcaldes de Daganzo” y versa sobre unos magistrados que se reúnen con unos aspirantes para el puesto de alcalde. Juntos, tendrán que ver las carta de vida de cada uno y elegir el mejor para la ciudad. Mientras que la segunda, “El juez de los divorcios”, nos habla de las apelaciones de tres matrimonios ante un juez para acabar con la unión que los tiene presos.
También es justo de mencionar una pequeña interpretación que llevan a cabo Daniel Migueláñez y Dayana Contreras en esta creación. Esta se utiliza para el cambio de un entremés a otro con una belleza tan sublime que no se nota la acción de la transformación de la escenografía. Haciendo un alegato al oficio de actor que se debería de repetir una y otra vez.
Y así, entre canciones en directo, títeres en representación de los alcaldes, texto original (con la dificultad que conlleva el llevarlo a escena) y un elenco de actores geniales, este trabajo dirigido y adaptado por Abel González Melo se postula como un imprescindible de la temporada. A lo que hay que añadir que se ha apostado, en esta producción del Teatro de La Abadía, por seguir la tradición clásica, y posteriormente utilizada en la Comedia del Arte, de traer a escena máscaras grotescas en cada uno de los personajes. Algo bastante novedoso y difícil de llevar a cabo. En especial para las actrices y actores que necesitan proyectar y gesticular más, llegando al espectador con fuerza y determinación.
Como se viene comentando, el proyecto se basa en una coral de profesionales de la escena que hacen que todo se sustente en pie. Estos son los siguientes: Antonio Dueñas, Rey Montesinos, Montse Simón y los ya citados Dayana Contreras y Daniel Migueláñez. Todos realizan varios personajes sobre las tablas y lo hacen de manera perfecta, buscando la risa en el espectador.
En cuanto a los aspectos técnicos, destaca el vestuario y espacio escénico creado por Javier Chavarría. Aunque minimalista, es versátil y sirve perfectamente para viajar a la época en la que fueron escritos estos entremeses. Bastante fiel al momento de representación y de gran calidad, como ocurre con las máscaras realizadas por Antonio Fava.
Sin duda, Elecciones y divorcios es una buena apuesta para todo aquel amante de la época de oro de las letras españolas que va creciendo más y más en cada función.
Elecciones y divorcios enlaza sobre el escenario los entremeses de Miguel de Cervantes La elección de los alcaldes de Daganzo y El juez de los divorcios. En el primero, inspirado en un suceso histórico, cuatro aspirantes a alcalde comparten sus méritos ante los magistrados: uno recita oraciones, otro afirma ser un diestro arquero, el tercero se proclama experto en vinos y el último tiene una memoria prodigiosa. En el segundo entremés, tres matrimonios, ante sus desavenencias conyugales, acuden al juez a ver si este las considera lo bastante importantes como para concederles el divorcio. Dos joyas de la dramaturgia breve del Siglo de Oro que atestiguan la riqueza y la vigencia del genio cervantino. Dos obras de poderoso calado ético, llenas de sátira y humor, sobre las paradojas sociales y el poder de la justicia. Un espectáculo festivo, con máscaras y música en directo.
Más teatro