El 11 de febrero, la Iglesia celebra la XXXIII Jornada Mundial del Enfermo, una fecha especial para recordar a quienes sufren enfermedades y a quienes los cuidan con amor y entrega. Este año, en el marco del Año Jubilar 2025, el Papa Francisco nos regala un mensaje lleno de esperanza: 🕊️ «La esperanza no defrauda» (Rm 5,5) y nos hace fuertes en la tribulación.
Tres claves del mensaje del Papa Francisco
En su mensaje, el Santo Padre, nos invita a detenernos y a reflexionar sobre la presencia de Dios que permanece cerca de quien sufre, en particular bajo tres aspectos que la caracterizan: el encuentro, el don y el compartir.
1️⃣ El encuentro: Dios está cerca del que sufre
El dolor nos hace más conscientes de nuestra fragilidad, pero también nos abre a la experiencia de Dios. Jesús nos enseña que la enfermedad puede ser una oportunidad para encontrarnos con Su amor y Su fuerza.
En las obras de Hermanas Hospitalarias, cada paciente es acogido como Cristo mismo, ofreciendo atención integral y hospitalaria a quienes padecen enfermedades mentales. Cada miembro de la Familia Hospitalaria en su misión manifiesta el amor que Dios tiene a todos los hombres, especialmente a los más vulnerables. Queremos ser mensaje de esperanza y testimonios de que el mundo puede ser transformado desde el espíritu de las bienaventuranzas.
2️⃣ El don: La esperanza como regalo de Dios
En los momentos de sufrimiento, podemos confiar en la fidelidad de Dios. Nuestra esperanza no es solo una emoción, sino una certeza basada en la resurrección de Cristo.
En Hermanas Hospitalarias creemos que el don del amor gratuito de Jesús “nos transforma en “peregrinas de esperanza”, dejando nuestras “zonas de confort” para entrar en el espacio de la gracia que nos abre a la escucha y al encuentro. El mundo, con tantos rostros de dolor y exclusión, pide dejarnos conmover y consolar con corazón”. En el XXII Capítulo general, asumimos juntos el envío a ser profecía de esperanza en nuestro mundo, especialmente para las personas más vulnerables en el ámbito del sufrimiento psíquico, con preferencia las que padecen enfermedad mental.
3️⃣ El compartir: Ser «ángeles de esperanza» para los demás
Los hospitales, residencias y hogares de cuidado son espacios donde se da un verdadero intercambio de amor y fe. Los enfermos, sus cuidadores y las comunidades cristianas forman una red de apoyo mutuo. El Papa nos recuerda que “es importante saber descubrir la belleza y la magnitud de estos encuentros de gracia y aprender a escribirlos en el alma para no olvidarlos”.
En cada uno de los 88 centros de Hermanas Hospitalarias cada día se crean espacios de acogida, donde el amor y la hospitalidad alivian el sufrimiento. “Hermanas, colaboradores, laicos hospitalarios y voluntarios, cada uno desde su visión y vocación específica, somos un solo cuerpo en la misión y evangelizamos mediante el servicio humanizador y el testimonio en la práctica de los valores hospitalarios. Construimos y contagiamos Hospitalidad al mundo estrechando lazos, fortaleciendo la confianza, cuidando a las personas y cuidándonos mutuamente.”
María, Salud de los enfermos, ruega por nosotros
El Papa concluye su mensaje encomendando a los enfermos a María, con la oración tradicional:
«Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro.»
🌿 Hoy más que nunca, estamos llamados a ser signos vivos de esperanza. Desde Hermanas Hospitalarias renovamos nuestro compromiso de ser signos proféticos de esperanza para la humanidad que sufre. ¿Quieres acompañarnos?