Hola José Ignacio. ¿Qué te inspiró a escribir Luz en la oscuridad y dar el salto de la literatura técnica a la ficción?
A mí siempre me ha gustado escribir, pero nunca hasta ahora he tenido tiempo para dedicarme a la ficción. Desde luego, tras una obra como esta, siempre hay una motivación de preocupación por lo que sucede alrededor del autor. En mi opinión, por supuesto, la situación en la que se encuentra España actualmente es preocupante, quizá más todavía lo son las perspectivas de futuro, y es esa preocupación la que me ha llevado a poner mi granito de arena en una llamada de atención.
En la novela, abordas momentos clave de la historia reciente de España. ¿Hasta qué punto los hechos narrados están basados en la realidad?
Todos los hechos narrados en la novela están basados en la realidad, si bien la intrahistoria de unos es absolutamente cierta, mientras que la de otros es el resultado de procesos personales de inferencias que considero plausibles.
El título Luz en la oscuridad sugiere una revelación o un descubrimiento. ¿Qué esperas que los lectores encuentren en tu libro?
Para entender bien la novela, hay que entender bien previamente que su construcción parte de una premisa de trascendencia, de suerte que si no se contempla desde esa perspectiva, la comprensión de la historia que se narra será más dificultosa. Lo que quizá encuentre el lector con visión trascendente de la vida sea, primero, la oscuridad en la que vivimos, y segundo, la necesidad de buscar la luz que nos falta en una concepción trascendente de la vida, tanto en su dimensión personal como social. Dicho de otra forma, la oscuridad se encuentra en la dimensión exclusivamente materialista de la sociedad, situación que solo puede ser alumbrada por la luz que arroja la trascendencia.
Has trabajado en el ámbito financiero y tributario durante décadas. ¿Cómo ha influido tu experiencia profesional en la trama y el desarrollo de los personajes?
Uno de los mensajes de la novela, pero no el único, es el del drama de la transformación del ciudadano en hombre fiscal. Obviamente, para el desarrollo de esta concreta trama de la novela me ha sido de gran utilidad mi particular conocimiento de la evolución de la fiscalidad desde los inicios de la Transición hasta nuestros días. En esa misma medida, los personajes de la novela implicados en esa trama están configurados a partir de personajes tipo del entorno del mundo de la fiscalidad.
El libro sugiere la existencia de poderes ocultos y estrategias globales que marcaron el rumbo de España. ¿Crees que estos factores siguen actuando hoy en día?
La existencia de los factores a que se refiere la pregunta es una evidencia que solo se puede negar desde el voluntarismo, a saber, por qué. Por supuesto, el mundialismo, sus poderes y sus voluntades, y su incidencia en el devenir de España, siguen ahí, continúan operando.
Uno de los temas centrales de la novela es la transformación de la sociedad española tras la Transición. ¿Cómo describirías ese cambio desde tu punto de vista?
Entiendo que la respuesta a esta pregunta se encuentra fácilmente en respuestas dadas a preguntas anteriores. Puedo añadir, no obstante, que, partiendo de la premisa de trascendencia desde la que se aborda la novela, la transformación que ha experimentado la sociedad española ofrece muchos más oscuros que claros. Por ejemplo, y solo es un ejemplo, la normalización del aborto, no digamos ya su configuración como un derecho de la mujer, pone de manifiesto con total claridad el fracaso del proceso. Se pueden poner muchos más ejemplos, mejor leer la novela.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos al escribir una novela con tantos elementos históricos y políticos?
Afortunadamente, algunas personas sensatas leyeron la primera versión de la novela y me advirtieron de su complejidad, dada, precisamente, la cantidad de elementos de todo tipo que abultaban su contenido. Creo que mi gran acierto ha sido el de atender esa advertencia y racionalizar la estructura de la novela, reduciéndola a una cantidad manejable y comprensible de elementos históricos y políticos. Desde un punto de vista técnico, el manejo de tantos elementos no me ha supuesto demasiado problema, pues estoy muy acostumbrado a elaborar escritos jurídicos, especialmente demandas, llenos de complejidad de todo tipo. Creo, sinceramente, que he conseguido, finalmente, dar con una fórmula que permite al lector seguir la trama, las varias tramas de la novela, sin volverse loco.
Si pudieras elegir un mensaje o enseñanza clave que los lectores deberían extraer de tu libro, ¿cuál sería?
Volvemos un poco a preguntas anteriores, consiguientemente, también a respuestas anteriores. No obstante, entiendo que el mensaje principal de la novela es el de procurar andar hacia una sociedad en la que la dimensión trascendente del hombre esté presente, tanto en el ámbito personal o privado como en el público. Y esa sociedad, anclada en el ser nacional español, no en inventos ajenos, ha de poder asentarse en un territorio en el que su ordenación, la de la sociedad, se acomode a esa dimensión trascendente y a la esencia de la nación española como entidad histórica.
¿Tienes pensado continuar en la ficción con otros proyectos literarios, o Luz en la oscuridad es un caso único en tu carrera como escritor?
Tengo pensado continuar, claro, siempre que las circunstancias no sean absolutamente desfavorables. De hecho, estoy trabajando ya en una segunda novela, parcialmente complementaria de “Luz en la oscuridad”.
Para aquellos lectores que no vivieron los años que describes en el libro, ¿cómo crees que deberían interpretar los acontecimientos narrados?
Obviamente, a mí me gustaría que se interpretasen como se interpretan en la novela. En su defecto, sería un gran logro si a quienes se asomen a la novela les llega a suscitar curiosidad lo que ahí se narra, y a partir de ello procuran informarse de cuantos acontecimientos y situaciones se ponen de manifiesto en el relato.
