Diversos analistas en Estados Unidos apuestan por un aumento, cada vez mayor, de personas que padecerán la enfermedad de Alzheimer. Frente a los 6,9 millones mayores de 65 años que sufren este mal ahora la cifra aumentará hasta los 13 millones en 2050. Conseguir innovadores fármacos que frenen la progresión de esta demencia es un objetivo prioritario desde hacer tiempo. Pero otros equipos de científicos trabajan también en otras áreas que pueden tener relación con su aparición. Es el caso del equipo de neurocientíficos, radiólogos y endocrinos de la Universidad de Washington, en St. Louis, coordinados por la doctora Mahsa Dolatshahi.
Defienden que un tipo de grasa visceral está vinculada a la aparición del Alzheimer veinte años después. En el estudio participaron ochenta voluntarios a los que se les analizó, entre otros parámetros, la asociación del Índice de Masa Corporal, la grasa visceral y subcutánea, la fracción de gasa hepática, la resistencia a la insulina y el colesterol HDL, con la deposición de amiloide y tau en la enfermedad de Alzheimer. Los resultados los presentaron en la última reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica, en Chicago.
Ser conscientes de que la obesidad visceral afecta negativamente al cerebro, según esta investigadora, abre la posibilidad de que el tratamiento con modificaciones del estilo de vida o medicamentos adecuados para bajar de peso pueda mejorar el flujo sanguíneo cerebral y potencialmente reducir la carga y el riesgo de Alzheimer. Otro dato que avala la importancia de este estudio es que cerca de tres de cada cuatro estadounidenses tienen sobrepeso o son obesos.
José María Fernández-Rúa
PUBLICADO EN A TU SALUD (LA RAZÓN) EL DOMINGO 2 FEB 2025