Hace una década, cuando nació AOM Comunicación y Marketing, el ecosistema digital era otro. Las redes sociales apenas despuntaban como canales corporativos, el contenido se medía en cantidad más que en calidad, y el storytelling era todavía una palabra reservada a los creativos publicitarios. Diez años después, el mapa ha cambiado —y nosotros con él.
En este recorrido, hemos crecido con la industria, pero también hemos desafiado sus inercias. Apostamos por una comunicación con propósito, por marcas que dialogan en lugar de imponer, por estrategias que escuchan antes de hablar.
Aprendizajes en una década de cambios
- La comunicación efectiva empieza por escuchar: Puede sonar evidente, pero no lo era tanto cuando comenzamos. Las marcas hablaban mucho y escuchaban poco. Uno de nuestros primeros aprendizajes fue poner en pausa la voz del cliente para afinar su oído. ¿Qué dice su comunidad? ¿Qué necesita su audiencia?
- La creatividad sin estrategia es solo decoración: Durante estos años, hemos visto nacer ideas brillantes que no llegaron a ningún sitio, y estrategias sólidas que jamás fueron ejecutadas. La fórmula que funciona es la intersección: creatividad al servicio de una estrategia clara. Sin atajos.
- No hay transformación digital sin transformación cultural: Muchos de nuestros clientes llegaban buscando una “solución digital”. Querían redes sociales, SEO, automatizaciones. Pero el verdadero reto estaba dentro: en los equipos, en los liderazgos, en la cultura corporativa. Comunicar bien también es formar, acompañar, construir visión compartida.
- La transparencia y la coherencia no son opcionales: La audiencia de hoy detecta el humo a kilómetros. Los discursos vacíos, las promesas sin sustancia o las marcas que “hablan bonito” pero actúan diferente, no resisten un scroll. La confianza ya no se compra: se gana todos los días.
El futuro: una comunicación más humana, híbrida y ética
La palabra clave no es innovación, sino sentido.
La inteligencia artificial está reconfigurando los procesos, los tiempos y los lenguajes. Pero el gran reto no está en la tecnología, está en cómo la usamos. La IA nos permite automatizar tareas, pero también nos obliga a redefinir lo que significa comunicar con empatía y responsabilidad.
Vemos un futuro donde los equipos de comunicación serán más transversales, menos jerárquicos, y más cercanos a los datos —sí—, pero también más conscientes del impacto social y emocional de sus mensajes.
AOM hoy: acompañar, cuestionar y evolucionar
Diez años después, en AOM no solo diseñamos campañas: construimos relaciones. No ofrecemos soluciones enlatadas: nos implicamos, preguntamos, discutimos y proponemos.
Porque entendemos la comunicación y el marketing como procesos vivos, colaborativos y en constante transformación.
Este aniversario no es una celebración de lo que fuimos, sino un compromiso con lo que queremos seguir siendo: una consultora que cree en el poder de las ideas, en la fuerza del pensamiento crítico, y en el valor de una comunicación con alma.
Gracias a quienes han sido parte de este viaje.
Lo mejor todavía está por escribirse.
