IN MEMORIAM - F.N. Francisco Franco

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Nuestro adiós a Gustavo Cabanillas Gutiérrez.
Delegado de la Fundación en Melilla.

Sabíamos que no se encontraba bien. Una insidiosa enfermedad había hecho mella en su anatomía, pero nunca logró doblegar su alma, que entregó al Señor mediando la tarde del domingo 6 de abril.

Gustavo era un hombre pragmático. Quizás influyeron decisivamente en él su formación como ingeniero industrial y de seguro, la influencia de su padre, creador del emporio de distribución de energía eléctrica que Gustavo supo asentar y acrecentar.
Hombre recio, con ideas propias muy imbuido por las tesis falangistas, puso su foco empresarial en el interés por el bienestar de sus trabajadores.
Fiel a sus ideas, honró siempre la memoria del Caudillo, defendiendo contra viento y marea la obra que él creó.
Hacia muchos años que era benefactor de la Fundación Nacional Francisco Franco y, cuando se le pidió que diera un paso al frente y aceptará la responsabilidad de ser nuestro representante en la bella y españolísima Ciudad Autónoma de Melilla, sin dudarlo un momento aceptó y se unió al selecto grupo de delegados que difunden el recuerdo de la vida y obra de Francisco Franco por toda nuestra piel de toro, incluso en el extranjero.
Fiel a sus lealtades y por encima de la antipatía que pudiera despertar, se ofreció a acoger, conservar y honrar un patrimonio artístico que incluye la estatua ecuestre del Caudillo, que en su día fue erigida en el Acuartelamiento de Cabrerizas Altas, sede del Tercio Gran Capitán 1° de la Legión, de su querida Melilla. O el grupo escultórico con el que la ciudad de San Leonardo honraba el recuerdo del General Juan Yagüe Blanco, hasta que dejó de hacerlo. De no ser por estas iniciativas (a costa de su propio patrimonio) probablemente ambos grupos escultóricos serían hoy patrimonio de la herrumbre y el olvido. Gracias al arrojo de Gustavo Cabanillas, hoy esperan en un lugar muy digno que pasen tiempos de odio y mezquindad, hasta que la cordura retorne y vuelvan a los lugares de los que nunca debieron salir.
Gustavo Cabanillas era además de todo un relevante empresario, un referente cultural. Había creado de la nada el Museo Egipcio de Melilla gracias a su afición, a sus vastos estudios (era un autodidacta empedernido) y a sus viajes al país de los faraones; en el que financió y codirigió más de una campaña de excavaciones arqueológicas, que colocaron a su museo el segundo de su especialidad en el ámbito nacional.
Y por si fuera poco, era muy popular entre las unidades y los militares que guarnecen la plaza de Melilla. Atesoraba distinciones de todas las unidades. Legionario de Honor, Regular de Honor y así título tras título. Fruto de esta relación y de su compromiso con los valores que siempre defendió, abrazó con todo orgullo la condición de Oficial Reservista Voluntario, como atestigua el retrato, colocado sobre su féretro, con el que quiso que le recordáramos.
Pues si, querido Gus. La bandera de la Fundación ondea a media asta, como ondeaba hoy la que preside el jardín de tu casa en Alhaurín de la Torre, cuando Juan Solano, nuestro delegado en Málaga y yo hemos ido a darte nuestro último adiós y confortar a tus familiares y amigos. Sin ganas de ondear al aire estaba, porque tú nos has dejado.
Pero volverá a flamear con fuerza, amigo. Lo hará porque tu no has muerto, solo te has ido un poco antes, mostrándonos a todos el camino. Aguantando estoicamente tus sufrimientos sin una mala cara, sin un mal gesto. Porque eres tú quien ha pedido que, en este trance, te acompañemos cantando “La muerte no es el final” porque has querido que te digamos adiós a los sones del himno nacional, poniendo de manifiesto – y a los asistentes a tu funeral los pelos como escarpias – tu inquebrantable amor a la patria y devoción por los signos que la representan.
Esa querido Gustavo, ha sido tu última gran lección. Tu lección de vida.
Ahora, buen amigo, disfruta la paz que te mereces. Y acercamos con tu luz al destino que todos ansiamos, al amparo de nuestro Cristo de la Buena Muerte.

Adolfo Coloma.
Coordinador General de las Delegaciones
De la Fundación Nacional Francisco Franco.

Recapiti
Beatriz Alba