Principales cambios de la reforma fiscal de 2025
Cotización por ingresos reales para autónomos
Parte del basamento de la reforma fiscal es la consolidación del sistema de cotización por ingresos reales.
A partir del 1 de enero de 2025, las cuotas de los autónomos estarán estrictamente vinculadas a sus rendimientos netos, con un esquema de 15 tramos que van desde ingresos inferiores a 670 euros mensuales hasta más de 6.000 euros.
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- Autónomos con ingresos menores de 670 euros: cuota de 200 euros.
- Autónomos con ingresos superiores a 6.000 euros: cuota de 590 euros.
- Reducciones de cuota para ingresos entre 670 y 1.700 euros (ahorros entre 80 y 428 euros).
- Incrementos de cuota para ingresos superiores a 1.700 euros (hasta 970 euros más al año).
Este proyecto de reforma tributaria refuerza la necesidad de una planificación financiera rigurosa para los trabajadores por cuenta propia, evitando posibles sanciones y optimizando su gestión económica.
Facturación electrónica obligatoria
La digitalización se convierte en un requisito para autónomos y PYMEs, ya que la reforma fiscal establece la obligatoriedad de la facturación electrónica en todas las transacciones comerciales.
Esto implica la implementación de sistemas que garantizan el cumplimiento normativo y la optimización de procesos.
Beneficios esperados
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- Reducción del fraude fiscal.
- Mayor control sobre las operaciones comerciales.
- Simplificación de la gestión administrativa.
Las empresas deberán adoptar soluciones tecnológicas adecuadas para cumplir con esta nueva exigencia legal.
Aumento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), aplicado a la base de cotización de los autónomos, aumentará del 0,7% al 0,8% en 2025.
Aunque este incremento puede parecer menor, supone un coste adicional que debe ser contemplado en los presupuestos empresariales.
Cambios en el Impuesto sobre Sociedades
Las PYMEs que operan como sociedades se verán beneficiadas por una reducción en los tipos impositivos del Impuesto sobre Sociedades.
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- Micropymes (facturación menor a 1 millón de euros): tributarán al 21% por los primeros 50.000 euros.
- Empresas con facturación de 1 a 10 millones de euros: reducción gradual del 24% en 2025 hasta el 20% en 2029.
Estos cambios permiten una mayor capacidad de reinversión a la vez que agilizan el correcto desarrollo empresarial.
Nuevos impuestos de la reforma tributaria
La reforma fiscal de 2025 introducirá una serie de nuevos tributos diseñados para incrementar la recaudación y garantizar una mayor equidad en el sistema tributario.
Estos nuevos tributos reflejan el enfoque del gobierno hacia una mayor fiscalización de sectores con alta rentabilidad y un esfuerzo por asegurar la sostenibilidad financiera del país.
Veamos entre los nuevos tributos cuáles destacan.
Cuota de solidaridad
Dirigida a los autónomos con ingresos superiores a 56.646 euros anuales, esta cuota introduce una contribución adicional de 435,28 euros al año.
Su objetivo es reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones, asegurando una mayor equidad intergeneracional.
Esta medida aumentará la carga tributaria de los trabajadores por cuenta propia con mayores ingresos, por lo que es recomendable evaluar opciones de optimización fiscal para reducir su impacto.
Aplicación del tipo general del IVA a pisos turísticos
Con el fin de uniformar la tributación en el sector turístico, los servicios de alquiler de corta duración estarán sujetos al tipo general de IVA del 21%.
Este cambio busca igualar la competencia entre alojamientos tradicionales y plataformas de alquiler vacacional, además de generar una mayor recaudación fiscal.
Los propietarios de este tipo de inmuebles deberán revisar sus estrategias comerciales y considerar ajustes en sus tarifas para absorber el nuevo coste tributario sin comprometer la rentabilidad.
Aumento de la tributación de rentas del ahorro
Las rentas del ahorro superiores a 300.000 euros anuales verán un incremento en su tasa impositiva, pasando del 28% al 30%.
Este ajuste responde a la necesidad de incrementar la progresividad fiscal, afectando principalmente a los contribuyentes de mayores ingresos.
Como respuesta a esta medida, se recomienda revisar las estrategias de inversión y optimización fiscal para minimizar el efecto de la nueva carga tributaria.