Una historia poderosa que destaca por la ambición de su estructura, los saltos en el tiempo y el modo en que encajan las piezas del puzle
Dos asesinatos, muy alejados en el tiempo y en el espacio, son los ejes de una novela que combina el relato policiaco y la atmósfera tremendista
‘Violencias y fugas’
Jesús Martín Santoyo
XLIV Premio de Novela Felipe Trigo
Con su centro en el territorio imaginario de Albilla de Odra, una aldea burgalesa que no existe, pero se parece mucho a las que en la realidad bordean ese río, Violencias y fugas retrata el mundo rural desde una perspectiva sombría y descarnada, que combina el relato policiaco con la atmósfera tremendista y transmite una visión escéptica sobre la condición humana. Dos asesinatos, muy alejados en el tiempo y en el espacio, pero secretamente conectados, son los ejes de una historia que convoca a decenas de personajes desde los años de la Guerra Civil hasta nuestros días, con paradas en lugares tan distantes como Argentina, Ucrania o California. Narrados en breves escenas, los hechos se suceden sin descanso: desapariciones, huidas, engaños, falsas identidades, un continuo trasiego que no da tregua al lector y lo arrastra a medida que va teniendo noticia de las evoluciones de unos y otros, con la expectativa no defraudada de encontrarle un sentido al conjunto. Al margen de las singularidades de cada caso, sean convencionales o extravagantes, se trata de vidas cruzadas en las que prevalecen la envidia, los abusos, las rencillas históricas, las pasiones incontroladas y los secretos inconfesables, inspirados por la soledad, el miedo o la indolencia. Con estilo sobrio y contenido, Jesús Martín Santoyo propone una novela coral, hecha de múltiples episodios aparentemente inconexos, y la conduce con trazo firme, hasta un final donde las piezas acaban encajando como en un sofisticado engranaje. El resultado es un dramático mosaico en el que perviven los ecos de la España negra.
Entrevista con el autor
—Más allá de la localización en Burgos, ¿tiene el territorio imaginario de Albilla de Odra un referente real?
—Albilla es un pueblo imaginado, síntesis de otros pueblos parecidos que se alzan a orillas del río Odra. Las otras referencias geográficas de la comarca son reales: Villadiego y sus mercados semanales de los lunes, Melgar de Fernamental y su cuartelillo de la Guardia civil, Grijalba con sus gallineros industriales, Castrojeriz como referencia del Camino de Santiago…
—¿Puede relacionarse el escenario de la novela con lo que llamamos la España vacía?
—El concepto no agrada a las gentes de esos pueblos. Ven en la expresión derrota y falta de esperanza. No obstante, el drama de la despoblación y abandono de los pueblos pequeños en Castilla es una realidad dolorosa. No creo, sin embargo, que la conducta de mis personajes de ficción tenga necesariamente que ver con la despoblación. Es más, en el desenlace de la novela hago un guiño a la incorporación de nuevos vecinos llegados con la emigración actual.
—La estructura es compleja, con saltos en el tiempo y la geografía que plantean conexiones inesperadas.
—Efectivamente, no es una novela para leer pasivamente. Obliga a los lectores a prestar atención a diversas tramas ocurridas en distintos ámbitos temporales y geográficos. Aparte de la comarca del Odra, nos desplazamos a la Sierra de Madrid, a Ávila, a Palencia, a Extremadura, a la montaña de Cantabria… Y fuera de España viajaremos a EEUU, Argentina, Ucrania… Sí. Historias diversas en lugares distintos. Además, con periodos cronológicos que abarcan desde la guerra civil hasta la actualidad.
—En el argumento se superponen varias épocas y tramas. ¿Resultó difícil atar todos los cabos?
—Quizás la resolución del problema de encaje de piezas tan distintas en un todo argumental fue lo que me llevó más horas de trabajo y reflexión. Muchas veces cambiaba el orden narrativo y la secuenciación de los episodios, en busca de un resultado que me convenciera. Al final quedé satisfecho cuando vi que no había cabos sueltos, que cada pequeña historia completaba el mosaico, que se resolvía el puzle. Si la volviera a leer, estoy seguro de que seguiría introduciendo cambios y matices… Pero había que poner punto final y lo hice.
—¿Sigue existiendo el sustrato de violencia que estalló en la Guerra Civil a la que se remontan algunas de las tramas?
—En el universo de la novela creo que no. Hay dos historias que arrancan en la Guerra Civil. Un joven huye a Madrid en búsqueda de un amor de verano y al sentirse decepcionado, se alista en el ejército de la República. Otro vecino, cansado de la turbia vida matrimonial en que se encuentra, aprovecha la contienda para abandonar a su mujer y alistarse con los sublevados. Sus fugas marcarán sus destinos. El perdedor, en el exilio en Ucrania. El ganador, con cambio de identidad, en la Extremadura de los vencedores. Pero ni el uno ni el otro lucharon por ideales ideológicos o políticos. Personalmente, creo que es lo que pasó con la mayoría de los españoles que se vieron enrolados en uno u otro ejército. El azar, la casualidad rigió las vidas de nuestros antepasados. Al menos, la de una buena parte de ellos.
—¿Cabría hablar de una novela negra en el doble sentido de relato policíaco y también de fondo tremendista?
—Parece obvio que comparte rasgos con la novela negra (unos crímenes, una investigación policial…). Pero se aleja demasiado del corsé del género negro. Mas sutil y permanente es la atmosfera tremendista que preside toda la obra: violencias, bajas pasiones, conductas irracionales y destructivas, desprecios y odios irracionales, clima de abusos en familia… Soy un admirador incondicional de las primeras obras de Cela y creo que se nota.
—¿Transmite el narrador una versión escéptica sobre la condición humana?
—Cuantitativamente sí. Es indudable que hay poca ejemplaridad en la conducta de los personajes de la novela. Casi todos se mueven por deseos, por pasiones o pulsiones irrefrenables, por dinero, por ambición. Otros son testigos inoperantes y pasivos de la injusticia y de los abusos que ocurren a su alrededor. Sí. Indudablemente abundan esos tipos. Pero, como ocurre en los perfiles que escribo en mis historias semanales en el Diario Palentino, siempre acabo aplicando una mirada compasiva y cervantina sobre sus conductas. Hay algún personaje esencialmente malvado, pero también alguno inocente, generoso y altruista.
—Precisa que Violencias y Fugas es su primera novela publicada, pero tiene otras ya acabadas. ¿Puede avanzarnos algo de ellas?
—Violencias y fugas es mi tercera novela. Me estrené en la narrativa con una breve novela negra, de unas cien páginas, ambientada en Santander. La presenté precipitadamente a un concurso literario y quedó en segundo lugar. Después concluí una segunda novela, titulada . Pretendía ser una crónica generacional de mi época. La dejé durmiendo en un cajón a la espera de encontrar tiempo y ganas de corregirla. Después llegó Violencias y fugas. Me gustó el resultado y por eso la corregí y releí muchas veces ante de presentarla al Felipe Trigo. El premio como finalista me animó a seguir mejorando en el camino de la narrativa. Además de haber revisado las anteriores, estoy ahora trabajando en una nueva novela que se localiza casi íntegramente en Castilla La Mancha, en los años 80, y recoge el cruce de vidas de una serie de personajes que vienen de distintos lugares de España. Se titulará Encrucijadas. Simultáneamente estoy comenzando una quinta obra en la que quiero volver a la novela negra, ajustándome a las convenciones del género. Sólo puedo adelantar que transcurrirá en los escenarios del Camino de Santiago en la costa del Cantábrico. Es evidente que el premio ha servido de impulso definitivo para seguir con mi afición a la escritura. ¿Hasta dónde? No lo sé. El tiempo lo dirá.
el autor
Jesús Martín Santoyo (Palencia, 1955) es licenciado en Filología Hispánica en la Universidad de Valladolid y doctor por la Universidad Autónoma de Madrid. Catedrático de Lengua y Literatura Española, ha ejercido en distintos institutos y desde su jubilación se dedica de modo regular a la escritura. Ejerce como columnista en la edición dominical del Diario Palentino y participa en las tertulias televisivas de La 8 Palencia. Finalista del XLIV Premio Felipe Trigo, Violencias y fugas es su primera novela publicada.
FINALISTA XLV PREMIO DE NOVELA FELIPE TRIGO
Violencias y fugas
Jesús Martín Santoyo
EAN: 9788419132550
Código: 0010364446
15 x 23 cm / 208 pp
PVP: 14,41 / 15 euros
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Distribución: 16/04/2025