En la Fundación Rafa Nadal, reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con la infancia y la adolescencia, alzando la voz contra cualquier forma de violencia que atente contra su bienestar. El acoso escolar, en todas sus manifestaciones, representa una grave vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes, y no podemos ni debemos permanecer indiferentes.
Trabajamos para proporcionar entornos seguros y enriquecedores para los niños, niñas y adolescentes que participan en nuestros proyectos. Creemos firmemente que cada niño y niña merece crecer en un ambiente donde se sientan valorados, escuchados y protegidos. Nuestros programas están diseñados para fomentar la confianza, la autoestima y el respeto mutuo, pilares fundamentales para el desarrollo integral de la infancia.
Contamos con un equipo de profesionales comprometidos y capacitados que acompañan a los menores en su crecimiento, inculcando valores de tolerancia, empatía y solidaridad. A través del deporte y la educación, promovemos la convivencia positiva y la resolución pacífica de conflictos, herramientas esenciales para prevenir y erradicar el bullying.
Una realidad alarmante que nos interpela a todos
Los datos recientes sobre el acoso escolar en España son preocupantes y nos llaman a la acción. Según el VI Informe ‘La opinión de los estudiantes’ de la Fundación ANAR y la Fundación Mutua Madrileña, el 9,4% del alumnado afirma estar sufriendo acoso escolar y/o ciberbullying. Además, casi la mitad de los estudiantes (47%) reconoce no intervenir cuando un compañero es víctima de acoso, evidenciando la persistencia de la ley del silencio.
Otro estudio realizado por la Fundación Cotec revela que el 35,2% de los alumnos reconoce haber sufrido acoso escolar, y de ellos, un 44% ha sido víctima de violencia física. Asimismo, más del 80% de las agresiones a menores se producen a través de las redes sociales, con siete de cada diez siendo mensajes de odio.
Estos datos reflejan una realidad que no podemos ignorar. El acoso escolar tiene consecuencias devastadoras en la salud mental y emocional de los menores, afectando su autoestima, su rendimiento académico y su desarrollo social. Es una problemática que requiere una respuesta conjunta y decidida por parte de toda la sociedad.
Un futuro esperanzador: educación y deporte como herramientas de cambio
A pesar de la gravedad de la situación, creemos firmemente en la capacidad transformadora de la educación y el deporte. Ambos son instrumentos poderosos para fomentar valores de respeto, inclusión y cooperación desde edades tempranas. A través de nuestras iniciativas, hemos sido testigos de cómo el trabajo en equipo, la disciplina y la superación personal contribuyen a formar individuos empáticos y comprometidos con su entorno.
En este Día Internacional contra el Acoso Escolar, hacemos un llamado a la acción colectiva. Invitamos a familias, educadores, instituciones y a la sociedad en general a unirse en la construcción de entornos seguros y respetuosos para todos los niños y niñas.
Solo a través del compromiso conjunto podremos erradicar esta lacra y garantizar un futuro donde la infancia crezca libre de violencia, desarrollando todo su potencial en un ambiente de paz y armonía.