Las olas de calor se han convertido en un fenómeno cada vez más frecuente e intenso en España, generando un impacto directo sobre la salud, la economía y el medio ambiente. En el contexto del cambio climático, estos eventos extremos han dejado de ser excepcionales para convertirse en parte del nuevo paisaje climático del país.
Conozcamos más sobre este fenómeno a lo largo de este artículo:
¿Qué es una ola de calor?
Una ola de calor es un periodo de temperaturas anormalmente altas que se mantiene durante varios días consecutivos y afecta a una amplia zona geográfica. No obstante, no existe un estándar unificado de definición de ola de calor, quedando en manos de las agencias meteorológicas de cada país las consideraciones que estimen oportunas.
En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) contemplaba la siguiente definición:
“Se considera ola de calor un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10 % de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95 % de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.”
Actualmente, los análisis se realizan considerando los 365 días del año, dado que en Canarias no es infrecuente que se produzcan olas de calor en octubre, si bien, en la Península y Baleares todas las olas de calor registradas se localizan dentro del cuatrimestre de junio a septiembre.
El rigor de los resultados dependerá, en buena medida, del número de estaciones meteorológicas y de su ubicación. La AEMET cuenta con 137 estaciones repartidas por toda la geografía española (6 de ellas en Canarias).
En cuanto a los datos que se utilizan para caracterizar una ola de calor, se destacan:
- Duración
- Número de provincias afectadas
- Temperatura máxima de la ola
- Anomalía de la ola (anomalía de temperatura respecto a su umbral)
Características de las olas de calor en España
Los estudios que realiza la AEMET, constatan que las olas de calor en España se producen principalmente entre junio y septiembre (en Canarias también en octubre) y que son más frecuentes en zonas del interior y del Sur peninsular.
Asimismo, tanto la duración como la severidad de las olas de calor han aumentado notablemente en las últimas décadas, lo que, añadido a la constatación de que los veranos en España se están alargando hacen previsible un aumento de otros fenómenos asociados como sequías o incendios forestales y, por consiguiente, graves consecuencias para el equilibrio ecológico, la salud humana y la economía.
Marco Normativo y Planes de Actuación
Ante la creciente amenaza que suponen las olas de calor, el Gobierno de España y las comunidades autónomas han desarrollado planes y estrategias para prevenir y reducir sus impactos.
- El Plan Nacional de actuaciones Preventivas de los efectos de los excesos de temperaturas sobre la salud, coordinado por el Ministerio de Sanidad, se activa cada verano desde 2004 (del 16 de Mayo al 30 de Septiembre). Establece niveles de alerta y medidas para proteger especialmente a los grupos vulnerables: personas mayores, embarazadas, niños, enfermos crónicos y trabajadores expuestos al calor.
Para garantizar la aplicación efectiva del Plan, la Comisión Interministerial realiza las funciones asignadas en la Orden PRE/1518/2004, de 28 de mayo
A su vez, el Centro Nacional de Epidemiología a través del Instituto de Salud Carlos III, ha desarrollado dos herramientas para contribuir con el Plan Nacional:
- El sistema de vigilancia de la mortalidad diaria asociada a la temperatura (MoMo) cuyo objetivo es identificar las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada según las series históricas de mortalidad, y permite estimar de forma indirecta el impacto de cualquier evento de importancia en Salud Pública. MoMo tiene un enfoque estimativo.
- El panel Kairós proporciona alertas de mortalidad asociadas a un exceso o defecto de la temperatura mediante el Índice Kairós, que define a su vez tres niveles de riesgo de mortalidad atribuible a temperatura: Kairós 1 (sin riesgo), Kairós 2 (riesgo moderado), y Kairós 3 (riesgo alto). El índice Kairós tiene un enfoque predictivo.
Fuente: https://momo.isciii.es/kairos/#section-%C3%ADndice-kair%C3%B3s
Estas herramientas forman parte del Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC), impulsado por los ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades, de Sanidad y de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
Por su parte, cada Comunidad Autónoma adapta el Plan Nacional a sus particularidades climáticas y poblacionales, con protocolos específicos en hospitales, residencias y servicios sociales.
Impacto en la Salud Humana
Las olas de calor tienen un efecto inmediato y grave sobre la salud de las personas, especialmente en los sectores más vulnerables de la población. El calor excesivo puede alterar nuestras funciones vitales si el organismo es incapaz de compensar las variaciones de temperatura corporal.
La exposición a temperaturas excesivas puede provocar calambres, insolación, golpes de calor, deshidratación, descompensación de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Los factores de riesgo pueden ser personales (niños, ancianos, embarazadas, enfermos crónicos y/o agudos), ambientales y sociales (personas sin hogar, personas que viven solas, condiciones económicas desfavorables, viviendas mal aisladas o refrigeradas, contaminación ambiental, etc) y locales (demografía y climatología) siendo estos factores, en algunos casos, determinantes en el aumento de la mortalidad, especialmente en mayores de 75 años.
Según las estimaciones de MoMo, los excesos de mortalidad atribuibles a temperatura entre 2015 y 2023 fueron de 21.774 defunciones. Sólo en 2022 se estima que fallecieron unas 4.789 personas por este motivo, y en 2023 unas 3.009.
Modelos Predictivos Meteorológicos
La mejora de l