Como farmacéuticos, resulta indispensable contar con los conocimientos necesarios para recomendar de forma adecuada el uso de suplementos alimenticios a nuestros pacientes.
Uno de los compuestos más destacados en la actualidad, presente en múltiples formulaciones, es la cúrcuma, o más específicamente, su principio activo: la curcumina, principal responsable de sus efectos biológicos.
Sin embargo, la curcumina representa únicamente entre un 1,5 % y un 3 % del contenido total de la raíz de cúrcuma, y presenta además graves limitaciones de biodisponibilidad, ya que se absorbe escasamente y se metaboliza y elimina con rapidez. Por este motivo, el simple consumo culinario de cúrcuma no resulta suficiente para alcanzar efectos terapéuticos relevantes. Para aprovechar plenamente sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, es necesario recurrir a suplementos formulados específicamente para optimizar su absorción y biodisponibilidad.
En este artículo profundizaremos en el uso de la curcumina como suplemento nutricional, abordando las indicaciones clínicas específicas, las posibles contraindicaciones y los criterios para la selección de suplementos de calidad, con el objetivo de proporcionar un asesoramiento farmacéutico fundamentado y riguroso.
¿A qué pacientes podemos recomendar la suplementación con curcumina?
Prácticamente cualquier paciente afectado por una condición en la que predominen la inflamación o el estrés oxidativo podría beneficiarse de la suplementación con curcumina. No obstante, para una recomendación farmacéutica precisa, es importante concretar en qué situaciones la evidencia es más sólida.
A continuación, analizaremos sus principales beneficios terapéuticos y los resumiremos posteriormente en una tabla práctica, diseñada para facilitar su aplicación en la práctica diaria de la oficina de farmacia.
Protección hepática
La curcumina ejerce un efecto hepatoprotector, demostrado en diversas revisiones sistemáticas y metaanálisis, donde la suplementación se asoció a una reducción de las transaminasas.
Por tanto, puede recomendarse en pacientes con consumo crónico de fármacos potencialmente hepatotóxicos, como AINEs o estatinas, o en aquellos con patologías que cursan con afectación hepática, como la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico o la dislipidemia.
Síndrome metabólico, obesidad, diabetes tipo 2 y dislipidemia
La suplementación con curcumina ha mostrado beneficios relevantes en estos pacientes, incluyendo la mejora del perfil lipídico, reducción de los niveles de hemoglobina glicosilada y una disminución de la resistencia a la insulina, la inflamación sistémica y el estrés oxidativo.
Además, se ha observado una reducción de la grasa visceral con la suplementación, lo cual resulta crucial dado su papel en la producción de citoquinas proinflamatorias (IL-6, TNF-α), y en la génesis de complicaciones como la diabetes tipo 2, el síndrome de ovario poliquístico y las dislipidemias, las cuales la curcumina podría ayudar a prevenir.
Antes de considerar la suplementación con curcumina, debe priorizarse siempre la mejora de los hábitos de vida, tanto a nivel dietético como de actividad física, como base del tratamiento en estos pacientes.
Pérdida de peso en pacientes con sobrepeso
La curcumina puede contribuir a la pérdida de peso y a la reducción del perímetro de cintura en pacientes con IMC superior a 25. Estos efectos se atribuyen a la modulación del apetito (a través de la nesfatina) y al aumento del gasto energético (por activación de AMPK e incremento de la actividad de la irisina).
Es fundamental asegurar que el paciente presenta sobrepeso antes de recomendarla con este objetivo.
La dieta y la actividad física vuelven a ser la base del tratamiento de estos pacientes.
Osteoartritis
Diversos estudios han evidenciado que la curcumina contribuye a la reducción del dolor, la degradación del cartílago y la rigidez articular, además de mejorar la función física.
Su eficacia es comparable a la de los AINEs como el ibuprofeno, pero con un perfil de seguridad notablemente superior, sin el riesgo de daño renal o hepático asociado a estos fármacos.
La suplementación con curcumina puede también reducir la necesidad de requerir a AINEs, protegiendo indirectamente la salud hepática y renal de nuestros pacientes.
Recuperación deportiva
La curcumina puede ser de gran utilidad en el ámbito deportivo, mejorando la recuperación muscular y reduciendo el dolor muscular de aparición tardía (DOMS).
Su suplementación resulta especialmente interesante en competiciones de alta frecuencia, como partidos en días consecutivos, donde puede ayudar a mantener el rendimiento al acelerar la recuperación.
Si trabajamos con suplementos deportivos en la farmacia y un paciente busca optimizar su recuperación, la curcumina es una opción que debemos considerar.
Otras aplicaciones clínicas de la curcumina
- Colitis ulcerosa: aumento de la tasa de remisión al combinarla con tratamientos como la mesalazina.
- Asma: la curcumina puede contribuir a la modulación de la respuesta inflamatoria de las vías respiratorias, ayudando a mejorar el control de los síntomas y la función pulmonar.
- Afecciones cutáneas autoinmunes: ejerce un efecto inmunomodulador y antiinflamatorio a nivel dérmico, favoreciendo la reducción de lesiones.
- Función cognitiva: algunos estudios sugieren mejoras en la memoria y la atención.
- Depresión, ansiedad y artritis reumatoide: existe evidencia preliminar favorable, aunque aún se requiere más investigación.
En la siguiente tabla se resumen todas las situaciones en las que la curcumina ha demostrado beneficios clínicos relevantes, junto a los tratamientos farmacológicos habitualmente utilizados.
Cada vez que identifiques una receta relacionada con estas patologías, recuerda considerar la curcumina como herramienta complementaria.
Tabla 1: situaciones en las que la curcumina ha demostrado beneficios
| Patología/Situación | Fármacos recetados | Beneficios de la curcumina |
|---|---|---|
| Síndrome metabólico | IECA/ARA-II, estatinas, metformina, antihipertensivos | Mejora la sensibilidad a la insulina, perfil lipídico e inflamación sistémica. Protección hepática. |
| Obesidad | Saxenda, Ozempic, orlistat, metformina | Reducción de peso, perímetro abdominal y marcadores inflamatorios. Disminución del riesgo de sufrir enfermedades secundarias a la obesidad. |
| Diabetes tipo 2 | Metformina, Saxenda, Ozempic, dapagliflozina, sitagliptina, insulina | Mejora del control glucémico, sensibilidad a la insulina, perfil lipídico y reducción del estrés oxidativo. Protección hepática |
| Dislipidemia | Fibratos, estatinas | Disminución de triglicéridos y mejora del perfil lipídico. Protección hepática |
| Asma | Corticoides inhalados, broncodilatadores, antihistamínicos | Efecto antiinflamatorio y modulador inmunológico de las vías respiratorias |
| Osteoartritis | AINEs, paracetamol, corticoides intraarticulares | Reducción del dolor, rigidez y necesidad de AINEs. Protección hepática y renal por disminución de uso de AINEs |
| Colitis ulcerosa | Mesalazina, corticoides, inmunosupresores | Aumento de la tasa de remisión en combinación con mesalazina |
| Competiciones deportivas consecutivas | Reducción del dolor muscular (DOMS) y mejora de la recuperación y rendimiento en la segunda competición | |
| Función cognitiva | Mejora de la memoria, la atención y el estado de ánimo. Potencial preventivo del deterioro. | |
| Afección cutánea autoinmune | Corticoides tópicos, inmunomoduladores (p. ej., tacrolimus), inmunosupresores orales | Reducción de la inflamación dérmica y mejora de la respuesta inmunológica cutánea |
¿Qué contraindicaciones tiene la curcumina?
Aunque la curcumina es un compuesto natural con un perfil de seguridad excelente, no está exenta de contraindicaciones. Su uso no se recomienda en los siguientes casos:
- Niños y adolescentes menores de 18 años, debido a su posible efecto quelante sobre el hierro, lo que podría interferir con el desarrollo.
- Personas en tratamiento con anticoagulantes (como warfarina, clopidogrel, ácido acetilsalicílico —Adiro— o heparina), ya que la curcumina podría potenciar su efecto y aumentar el riesgo de hemorragias.
- Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, ya que no se dispone de evidencia suficiente sobre su seguridad en estas etapas.
- Pacientes con enfermedad hepática avanzada.
Su uso en combinación con fármacos hipoglucemiantes y antihipertensivos es seguro, pero debe vigilarse la glucemia y la presión arterial respectivamente.
¿Qué suplementos elegir? Algunas marcas recomendadas:
Ahora que ya sabemos en qué situaciones recomendar la curcumina (y en cuáles no), el siguiente paso es determinar qué suplementos podemos recomendar con total seguridad en la oficina de farmacia.
Como hemos comentado anteriormente, el uso culinario de la cúrcuma no es suficiente para obtener efectos terapéuticos, debido a la baja concentración de curcumina y su escasa biodisponibilidad. Estos inconvenientes se pueden solventar mediante la elección adecuada de suplementos. Un buen suplemento debe cumplir dos criterios fundamentales:
- Estar estandarizado en curcumina.
- Preferiblemente, incluir una formulación que mejore su biodisponibilidad.
Hay estudios clínicos en los que se han utilizado entre 1 y 1,5 gramos de curcumina (sin mejorar su biodisponibilidad) con resultados positivos. Sin embargo, hay dos factores importantes a tener en cuenta:
- La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido una ingesta diaria admisible (IDA) de 3 mg/kg de peso corporal, lo que equivale a 210 mg diarios en un adulto de 70 kg. Esto limita las dosis de los suplementos comerciales, por lo que no es habitual encontrar presentaciones con un gramo de curcumina. Aun así, dosis de hasta 12 gramos diarios se han utilizado durante varios meses de forma totalmente segura.
- Los suplementos con biodisponibilidad mejorada han mostrado mejores resultados en los estudios clínicos. Por ello, si queremos ofrecer lo mejor a nuestros pacientes, deberíamos optar por este tipo de formulaciones. En resumen, al elegir un suplemento de cúrcuma, lo ideal es que esté:
-
- Estandarizado en curcumina
- Formulado para mejorar su biodisponibilidad
En el mercado encontramos muchas opciones que cumplen estos requisitos. No obstante, si buscamos el máximo respaldo científico, podemos centrarnos en formulaciones que han demostrado eficacia en ensayos clínicos y se presentan en dosis adecuadas. Algunas de las más destacadas son:
- BCM-95® (500 mg)
- Curcumina con piperina (500 mg de curcumina + 5 mg de piperina)
- Meriva® (mínimo 250 mg)
- Nanocurcumina (80 mg)
- Theracurmin® (180 mg)
- CurQfen® (400 mg)
- Longvida® (400 mg)
Pero vayamos al grano. Como farmacéuticos, necesitamos saber qué suplementos de calidad están disponibles en el canal farmacia y cuáles podemos ofrecer con confianza a nuestros pacientes. A través de la distribución, encontramos varias opciones que contienen estas formulaciones en las dosis adecuadas:
- Optim Cúrcuma: contiene 400 mg de Longvida® por cápsula. Se ha utilizado en estudios que muestran beneficios sobre el estado de ánimo y la función cognitiva.
- Cúrcuma Santiveri: aporta 400 mg de Longvida® en 2 comprimidos.
- Cúrcuma Complex Botánicapharma: incluye 1000 mg de extracto de cúrcuma estandarizado al 95 % en curcuminoides y 4 mg de pimienta negra estandarizada al 95 % en piperina por 2 cápsulas. Aunque no está expresamente estandarizado en curcumina, por el porcentaje de curcuminoides debería aportar una cantidad adecuada. Eso sí, la dosis de piperina podría considerarse algo baja.
Además, existen otros suplementos de buena calidad que pueden estar disponibles en oficina de farmacia:
- Curcumin VitoBest: contiene 500 mg de BCM-95® por cada 2 cápsulas.
- Curcumina + Piperina HSN: aporta aproximadamente 500 mg de curcumina y 5 mg de piperina por cápsula.
En la siguiente tabla comparativa te dejo la información resumida.
Tabla 2: suplementos de curcumina recomendados
| Nombre del suplemento | Formulación | Dosis | |
|---|---|---|---|
| Optim Cúrcuma | Longvida | 400 mg | |
| Cúrcuma Santiveri | Longvida | 400 mg (en 2 comprimidos) | |
| Cúrcuma Complex Botánicapharma | Extracto de cúrcuma 95% curcuminoides + 95% piperina | 1000 mg cúrcuma + 4 mg pimienta negra (en 2 cápsulas) | |
| Curcumin VitoBest | BCM-95 | 500 mg (en 2 cápsulas) | |
| Curcumina + Piperina HSN | Curcumina + Piperina | 500 mg curcumina + 5 mg piperina |
Como conclusión, la curcumina es un compuesto con un enorme potencial terapéutico, pero para que su uso se traduzca realmente en beneficios para el paciente, es imprescindible emplear suplementos con las formulaciones adecuadas y en las dosis correctas.
Como profesionales sanitarios, tenemos la responsabilidad —y también la oportunidad— de orientar correctamente a nuestros pacientes en el uso de suplementos eficaces y basados en evidencia.
Espero que este artículo te haya servido para sentirte más seguro y con mayor criterio a la hora de recomendar suplementos de cúrcuma en la práctica diaria. Porque cuando un profesional farmacéutico se informa y actúa con conocimiento, no solo aporta valor, sino que también genera confianza y marca la diferencia.