Las obras del Canal hacia la Ribera se licitarán en verano por 306,8 millones | Institución Futuro

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El Gobierno central y el Gobierno de Navarra (unidos en la sociedad pública Canasa) están más cerca de sacar a concurso público las obras para extender el Canal de Navarra hasta la Ribera. Ultiman ya los pliegos de licitación. El proyecto consiste en llevar el agua del embalse de Itoiz desde Pitillas hasta Ablitas a través de dos tuberías de acero soterradas. La inversión prevista asciende a 306,86 millones de euros, que será el importe base de la licitación. Hasta ahora, se había cuantificado su coste en 285 millones.

El consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, anunció ayer el importe de la licitación, pero sin concretar fechas. Aunque la presidenta Chivite habló en su día de primavera, todo apunta a que los plazos se retrasarán. Antes de lanzar la licitación, es necesario firmar un nuevo convenio entre Navarra y el Estado. En una jornada celebrada en Tudela sobre infraestructuras y sostenibilidad del agua, se dio por hecho que la licitación podría llegar este verano.

El siguiente paso será abrir un plazo de varios meses para que las constructoras presenten sus ofertas. Después, se adjudicarán las obras. Quien más claro fue sobre cuándo podría verse la primera excavadora fue José Enrique Arizón, director gerente de Aguacanal, concesionaria de la primera fase del Canal (Itoiz- Pitillas). “No creo que vaya a haber inversión efectiva antes de 2026. Hay que adjudicar, firmar contratos, constituir sociedades y que la sociedad monte su equipo…”.

La jornada estuvo organizada por los colegios oficiales (Ingenieros Industriales de Navarra; Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y País Vasco, e Ingenieros de Caminos de Navarra) junto con Institución Futuro Think Tank Independiente. Al encuentro asistió medio centenar de personas. Entre ellas representantes de varias comunidades de regantes de la Ribera. Incluso asistieron miembros de zonas que no recibirán agua del Canal, como la comunidad de Buñuel, que aprovecharon el micrófono para expresar su protesta por quedar fuera del proyecto.

Licitar en 5 tramos para terminar en 4 años

Y es que la llamada 2ª fase del Canal modernizará y transformará terrenos en Cadreita (regadío de Valcaldera), Corella, Cintruénigo, Bardenas Reales (regadío de Landazuría), Tudela, Cascante, Murchante, Monteagudo y Ablitas.

Si en alguna idea coincidieron todos los ponentes fue en la necesidad de agilizar la construcción. Con este objetivo, la sociedad pública Canasa licitará el proyecto troceado en cinco tramos. Uno, la balsa de regulación (llamada Mostrakas y de 107.000 m3) que se construirá al inicio del nuevo recorrido, en Pitillas. Luego, seguirán dos tramos: uno, desde la citada balsa hasta pasado el embalse del Ferial, y otro desde este emplazamiento hasta la balsa de regulación en Montes de Cierzo (en Tudela y de 8 millones de m3). Esta balsa será otro tramo. Y el quinto sale de la balsa tudelana en dos subramales: uno hacia Corella y Cintruénigo, y otro, hacia Ablitas. “Todos tienen un plazo de ejecución de tres años, salvo la balsa de Tudela, que son cuatro”, dijo el director de Riegos de Navarra, Joaquín Puig. Esto supondría que el Canal podría llegar a Ablitas en 2029 si no surgen imprevistos.

¿Peaje en la sombra o no? La nueva duda

Hace unos años, y no tantos, la duda era si el Canal de Navarra llegaría o no a la Ribera. Ya nadie lo duda. La incógnita ahora es cómo se ejecutará la zona regable (las redes para distribuir el agua desde el Canal hasta cada una de las parcelas). ¿Se optará por la colaboración público-privada (conocido como peaje en la sombra), como se hizo en la primera fase y su ampliación hacia Tierra Estella? ¿O se descartará este modelo?

La cuestión, que compete solo al Gobierno de Navarra, centró parte del interés en la jornada. El director general de la concesionaria Aguacanal, defendió el peaje en la sombra como la fórmula que permitirá que todos los regantes riberos dispongan de agua en su finca en cuatro años, en 2030. Para lograrlo, Arizón consideró que el Gobierno de Navarra debería licitar la construcción, mantenimiento y explotación de la zona regable a una concesionaria por un plazo de 30 años (como en la 1º fase y la ampliación) hacia mediados de 2026 y adjudicarla antes de final del próximo año.

“Si no lo hace se estará pegando un tiro en el pie. Gastará dinero en construir el Canal, pero luego se tardarán otros quince años para que todos los agricultores puedan regar. Por cada año que se retrase el riego , Navarra pierde dinero”, dijo en alusión a un estudio de Pricewaterhouse que estima que la 2ª fase generará una riqueza para Navarra de 23 millones al año.

El director de Riegos Joaquín Puig se mostró favorable a la colaboración público privada. “En la primera fase del Canal se pusieron en riego 22.000 hectáreas, una cifra similar a las que se quieren en la Ribera, en tan solo cuatro años, entre 2007 y 2011. Es un claro ejemplo de éxito”, recalcó, si bien recordó que el posicionamiento corresponde al Gobierno.

Unión de los regantes, la nueva consigna

La jornada reunió en una mesa redonda José María Agramonte (presidente de Bardenas Reales); David Navarro (agricultor de Tudela y miembro de la Ejecutiva del sindicato UAGN); Diego Galilea (director general de la Asociación de Industrias Agroalimentarias de Navarra, La Rioja y Aragón (Alinar), y Félix Chueca (presidente de la Comunidad General de Regantes del Canal de Navarra).

El representante de la agroindustria reiteró que este sector económico demanda que el Canal de Navarra en la Ribera “se haga rápidamente y de manera consensuada”.

Los portavoces de los regantes mostraron buena sintonía después de haber limado asperezas en las últimas semanas, a raíz de que los regantes actuales alertaron de que Itoiz no recibía aportaciones como para regar 20.000 hectáreas en la Ribera. “La segunda fase se tiene que hacer sí o sí y de forma inmediata”, destacó Chueca. La voz de los actuales regantes explicó que tanto Itoiz como Yesa aportan 87 Hmde agua al Aragón a partes iguales y que su propuesta es que Yesa, una vez recrecido, suelte más cantidad que Itoiz.

David Navarro afirmó que el Canal beneficiará a todos los regantes porque “aliviará la presión de otros sistemas que ahora sufren como el Queiles o el Canal de Lodosa”. También subrayó que urge la tecnología que traen los nuevos regadíos porque favorecerá el tan necesario relevo generacional en el campo navarro.

Las comunidades de regantes de las localidades riberas a las que llegará el Canal se enfrentan a tomar la decisión de sumarse o no al Canal de Navarra. Todas deben pronunciarse en los próximos meses. Algunas, como el comunal de Tudela y Bardenas Reales (regadío de Landazuría) ya se han manifestado a favor. El día 29 de mayo lo hará Corella; en junio, Cintruénigo y así sucesivamente. En este proceso, el director de Riegos de Navarra, Joaquín Puig, recorre las comunidades e imparte charlas para disipar dudas y aclarar conceptos.

“¿Cuánto me va a costar?” Es la pregunta que repiten los propietarios de terrenos. Ayer, Puig detalló que el coste de una modernización ronda los 2.500- 2.700 euros por hectárea. “Cada caso necesita su traje a medida y la mitad de esa cifra son paneles energéticos porque son regadíos altamente eficientes”, apuntó Puig, que contó que los técnicos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que visitaron las obras en marzo, dijeron “que el Canal es el sistema hídrico de regadío más avanzado del mundo”.

A esta cantidad se debe añadir el coste para instalar el riego en parcela, que le supone al productor unos 3,00 euros por hectárea. En números redondos y generalizando, cifró el coste en unos 5.900 euros la hectárea.

Una concentración, mínimo 3,5 años

Puig explicó que urge iniciar las concentraciones parcelarias para que adelantar los plazos en los que el agua del Canal llegue a las nuevas fincas.

El técnico detalló que una concentración parcelaria dura unos dos años, más año y medio de obras. Y señaló que es financiada al 100% por el Gobierno de Navarra. Puig, en su intervención, se mostró optimista sobre la evolución del proyecto y confío en que la licitación de la obra será en verano.

¿Hay agua suficiente para regar 20.000 hectáreas en la Ribera? La cifra genera debate desde hace años. José Enrique Arizón, director de Aguacanal, la empresa concesionaria de la primera fase del Canal de Navarra, aportó datos concretos. Según explicó, en los 19 años de gestión de las cerca de 23.000 hectáreas de esta fase, el consumo medio no ha superado los 5.000 metros cúbicos por hectárea. Son 1.400 menos que la dotación oficial de 6.400 m3 /ha.

Con estos datos, Arizón afirmó que, en las condiciones actuales del embalse de Itoiz, sí hay agua suficiente para regar unas 22.000 hectáreas en la Ribera. Agregó que el consumo máximo en 19 años ha sido de 4.700 m3/ha. Y detalló que hay sectores, como por ejemplo Caparroso, con un consumo medio de 7.000 m3, pero en “otros”, donde el viñedo ocupa gran extensión, solo consumen 2.000 m3. “Se trata de compensar unos sectores con otros y que, lógicamente, cada uno pague en función del consumo. ¿Puede haber algún año que haya problemas de agua? Pues igual uno de cada quince, pero hay que pensar que vamos hacia un consumo cada vez más eficiente del agua, que se usa menos agua para producir lo mismo, que es posible optimizar el volumen concesional y los sistemas de riego”, declaró al hablar del Canal, que calificó “como un gran proyecto”,

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