Los productos Km 0 llevan en boca desde hace años como uno de los elementos más deseados en la producción y consumo sostenible, con el aumento de la conciencia respecto al consumo responsable y la economía circular. Así mismo, el turismo gastronómico ha supuesto una gran ventaja y elemento diferenciador para los destinos turísticos, que crean experiencias gastronómicas y agroturísticas basándose en sus productos locales y su patrimonio, en la cocina tradicional, o en auténticas y modernas experiencias culinarias. Tal como recogen las tendencias en el desarrollo rural en el Informe 2025 por el Observatorio de Turismo Rural, se debe prestar atención a la autenticidad del destino y la desestacionalización, donde los productos de proximidad pueden jugar un rol importante.
¿Qué son los Productos Km. 0?
Los productos kilómetro 0 o productos de proximidad son aquellos cultivados o producidos localmente, sin incorporar largos desplazamientos en su cadena de producción o comercialización, ni transformados con procesos industriales excesivos. Generalmente se producen dentro de un rango de 100km de los puntos de venta o de consumo.
La popularidad de estos productos proviene de la búsqueda de un consumo responsable que busca reducir la huella de carbono, y ayudar a una producción ecosostenible y duradera. Sin embargo, también son visibles efectos para mejorar al reto demográfico, y ayudar a una alimentación sana y de calidad para la sociedad.
¿Qué beneficios tiene su producción para un territorio?
Los productos kilómetro 0 ofrecen numerosos beneficios al ámbito territorial a través de su producción, debido a su capacidad de arrastre en su cadena de consumo y a los numerosos agentes involucrados. Los más destacables serían:
1. Sostenibilidad ambiental
Estos productos son reconocidos por su enfoque de sostenibilidad fuerte. Ayudan a reducir la huella de carbono al minimizar el transporte de larga distancia, un elemento indispensable para la mitigación del cambio climático, uno de los temas más recurrentes en la actualidad medioambiental. Además, estos productos suelen adherirse a métodos de producción sostenible y responsable, con el uso reducido de productos químicos y la adopción de prácticas que mantengan la fertilidad del suelo y no disturben el ecosistema local.
2. Alimentos de calidad
Al recorrer menos distancia, los alimentos llegan más frescos al consumidor, conservando mejor sus propiedades nutricionales y sabor. Esto permite tanto una alimentación más saludable para los consumidores finales, como el uso de productos estacionales frescos a menudo opacados por los productos habituales de origen internacional.
3. Apoyo a la economía local
Fomentan el empleo y el desarrollo económico de la región, beneficiando directamente a productores locales. De esta manera se puede fijar población en los municipios rurales, donde el establecimiento de una producción sostenible en el tiempo puede ser un arma valiosa contra el reto demográfico.
4. Conexión entre productores y consumidores:
Facilitan una relación más directa entre ambos, aumentando la transparencia y confianza en el origen de los productos. Se consigue concienciación del valor de los productos locales y el mantenimiento de la identidad territorial. Los consumidores pueden convertirse en un gran elemento de promoción cuando comprenden el valor de un producto y se sienten orgullosos del mismo.
¿De qué manera aportan a la imagen de un destino turístico?
Además de los beneficios que los productos de proximidad tienen hacia un territorio productor o a la cadena de valor, apostar por los productos de kilómetro 0 puede contribuir significativamente al desarrollo de un destino turístico:
Identidad y diferenciación
En primer lugar, los productos de proximidad están directamente vinculados al territorio, son elementos originales y auténticos adaptados a las condiciones ambientales de cada localización, que pueden generar experiencias gastronómicas y agroturísticas de alto valor. Por ello, estos productos tienen un gran potencial para consolidar la identidad de un destino, véase las cerezas en el Valle del Jerte, o el vino manzanilla en San Lúcar de Barrameda. Hay un sinfín de ejemplos en los que producciones locales, con una correcta puesta en valor y una narrativa sólida, pueden convertirse en un atractivo turístico identitario y competitivo de un territorio.
Mejora de la imagen del destino
A través del uso de productos km 0 en el territorio y con su integración en la actividad turística, se promueve el Turismo sostenible, lo que mejorará la imagen de marca en el contexto global donde la conciencia por la sostenibilidad y los valores ambientales es creciente. Esta mejora de la imagen del destino será acompañada por la diferenciación provista con los productos locales y el estímulo de experiencias auténticas que responden a las tendencias de turismo creativo y turismo experiencial. Adicionalmente, se podrán incorporar valores sociales que conecten con los consumidores y se integren en una actividad turística responsable.
Desarrollo económico y preservación de los recursos
Por último, pero no menos importante, el desarrollo económico que provee a las comunidades dedicadas a la producción de los productos Km. 0 fortalece la economía del destino. Al promover los productos y generar un desarrollo económico sostenible, se podrán mantener los métodos de producción locales o las tradiciones culinarias, que además de mantener la diversidad territorial. A través de la formación de Clubs de Producto de Turismo Gastronómico o una buena cooperación, pueden convertirse en futuras actividades culturales complementarias sobre el origen de los alimentos, las técnicas tradicionales de producción o las historias de los productores locales.
En Open-Ideas, como expertos en Turismo, Digitalización & Marketing, ayudamos en la puesta en valor de los productos locales y de proximidad. Nuestro equipo de trabajo en posicionamiento de destinos apuesta por el turismo gastronómico como elemento diferenciador. Hemos desarrollado proyectos de estrategia turística digital como en la creación de la Ruta del Queso de Extremadura, potenciando además el turismo gastronómico de la región. También trabajamos actualmente en el Proyecto para la transición digital y difusión del patrimonio histórico–artístico y cultural de Cáceres, como destino turístico inteligente. Trabajamos las redes sociales mostrando sus atractivo turísticos, entre ellos estamos poniendo en valor su gastronomía con sus productos con Denominación de Origen Protegida como el Pimentón de La Vera o la cereza del Jerte.
