Entrevista a Alfonso Peña, del CEDREAC: "La educación ambiental es una herramienta estratégica para transformar el presente y construir el futuro." - Verdes Digitales

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Hoy hablamos con Alfonso Peña Rotella, jefe del Servicio de Información Ambiental y Sostenibilidad del CEDREAC, centro que conocemos bien, ya que hemos impartido algún que otro taller de marketing verde. Alfonso es también una persona con una gran voluntad por cambiar las cosas. Ha escrito el libro ‘Cinco claves para entender la crisis climática‘, y cada día se esfuerza por construir dentro de las personas un espíritu de conciencia ambiental colectivo desde un enfoque creativo, divertido y dinámico. ¡Vamos a conocerle!

De que hablamos...

Para quién aún no lo sepa, ¿qué es el CEDREAC y de dónde sale?

El CEDREAC es el Centro de Documentación y Recursos para la Educación Ambiental en Cantabria, una biblioteca verde dirigida a todos los públicos y también un punto de encuentro de profesionales de la educación ambiental en la región. Pertenece al CIMA, el Centro de Investigación del Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria. Es un organismo público que trabaja por la sostenibilidad de la región, desarrollando análisis, estudios, programas y acciones para mejorar la calidad ambiental y fomentar una ciudadanía más comprometida. Volviendo al CEDREAC, es mucho más que una biblioteca. Se pueden consultar recursos: libros, revistas, películas, documentales, juegos y recursos especiales (prismáticos, telescopio, horno solar…). Ofrecemos asesoramiento personalizado sobre los recursos más adecuados para el objetivo que tenga cada usuario. Además, desde allí impulsamos cursos, actividades de educación ambiental y voluntariado ambiental muy variadas, exposiciones y campañas dirigidas tanto a profesionales como a ciudadanía en general. Así nuestros usuarios pueden formarse, inspirarse y actuar frente a los retos ambientales actuales.

¡Suena genial! ¿Cuál es tu función allí?

Mi trabajo en el CEDREAC se centra en diseñar y coordinar proyectos de educación ambiental. Eso incluye desde planificar formaciones hasta crear materiales didácticos, gestionar contenidos web, organizar actividades y campañas, impulsar proyectos a escala local o regional y colaborar con educadores y centros educativos. Cada día es diferente, pero siempre con un objetivo común: traducir los grandes retos ambientales en propuestas comprensibles, creativas y útiles para distintos públicos. Me gusta experimentar con nuevos formatos, como vídeo, juegos, inteligencia artificial o redes sociales. Si tuviera que explicar en tres ideas a qué me dedico, diría que a desplegar el trinomio de la educación ambiental: ofrecer información rigurosa y de calidad, despertar el espíritu crítico e invitar a la acción transformadora.

¿Qué importancia tiene la comunicación y el marketing digital actual en la divulgación y la sensibilización ambiental?

La comunicación digital es clave. Nos permite llegar más lejos, más rápido y con más formatos que nunca: vídeos, podcasts, redes, infografías, campañas virales… Todo eso nos ayuda a conectar con distintos públicos, adaptando el mensaje a sus lenguajes y canales.
Pero no se trata solo de difundir información, sino de emocionar, inspirar y generar conversación. La educación ambiental necesita contar historias, sumar aliados y hacer visible lo invisible. Y para eso, lo digital es una herramienta imprescindible.

Hoy, sin una buena estrategia de comunicación y marketing digital, es muy difícil que un mensaje ambiental cale. Compites con miles de estímulos, así que necesitas claridad, creatividad y saber cómo captar la atención en segundos. El marketing digital nos ayuda a segmentar, medir impacto y adaptar los contenidos a cada público. Pero lo más importante es que permite transformar conciencias, no solo informar. Si se usa con honestidad y propósito, el marketing verde puede ser una herramienta poderosa para inspirar cambios reales, movilizar a las personas y construir comunidad en torno a la sostenibilidad.

¿Qué casos de éxito habéis trabajado desde CIMA aprovechando las últimas tecnologías para llegar a los diferentes públicos?

En muchos sentidos, funcionamos como un pequeño laboratorio de creatividad en educación ambiental. Nos gusta experimentar, probar formatos nuevos y combinar herramientas digitales con enfoques participativos. Hemos impulsado en los últimos 15 años muchas iniciativas. Aquí algunas de ellas.

Unboxing the change

Es una charla escape room para grandes grupos que aborda la temática de la emergencia climática. Está dirigida a adultos y a alumnado a partir de 3º de la ESO, y su objetivo es que los participantes comprendan qué es el cambio climático, por qué se produce, qué consecuencias tiene y qué se podría hacer para mitigarlo y adaptarse. Todo en un ambiente lúdico e interactivo, cooperativo y competitivo, en una experiencia a caballo entre una charla divulgativa, una obra de teatro y un juego de escape room.

Durante una hora y media, en un ritmo trepidante, los participantes van descifrando distintos códigos y superando diferentes pruebas a la vez que prestan atención a la información que les van trasladando los dos dinamizadores de la actividad. Todo para intentar abrir una caja con candados, dentro de la cual no sólo hay un premio para quien consiga abrirla en primer lugar, sino que también aparecerá un mensaje que desvelará la clave para que, como sociedad, tengamos éxito en la lucha contra el cambio climático. Tarjetas, sombreros, mandos a distancia… Los participantes se ven envueltos en un despliegue de recursos donde las cosas no siempre son lo que parecen, donde el ingenio es más necesario que nunca, y donde la inteligencia colectiva y la cooperación son indispensables para afrontar el reto.

Canal de YouTube ‘Sinapsis ambiental’

Otro proyecto interesante ha sido una serie de vídeos en YouTube en nuestro canal Sinapsis Ambiental en la que diferentes profesionales del medio ambiente en Cantabria explican de forma sencilla y visual qué hacen en su día a día: desde cómo funciona una depuradora hasta qué ocurre dentro de un laboratorio ambiental. Es una manera eficaz de mostrar que la sostenibilidad también se construye desde los distintos oficios, una forma amena y visual de acercar a la ciudadanía la gran labor que realizan distintos profesionales del medio ambiente en la región.

En Plan Planeta

Uno de nuestros últimos proyectos, en colaboración con la Consejería con competencia en educación en Cantabria y el Centro Nacional de Educación Ambiental, es el concurso “En Plan Planeta”, lanzado en el curso 2024/25. Dirigido a profesorado y alumnado de 4º de la ESO, este concurso promueve la conciencia ambiental y el pensamiento crítico frente a los grandes desafíos a los que se enfrenta la humanidad y nuestro planeta. A través de una propuesta dinámica, el programa fomenta habilidades clave como la investigación, el análisis de información, la argumentación y el trabajo en equipo. La estructura del concurso permite que los equipos participantes exploren temáticas como el cambio climático, la sostenibilidad o la desinformación ambiental, combinando el juego y el debate como herramientas de aprendizaje activo. Las actividades están diseñadas para desarrollarse a lo largo de varias emocionantes sesiones virtuales donde poder demostrar los conocimientos y capacidades, y culminan en una final presencial con gran componente lúdico y participativo.

Ruta-escape en 360º

En plena pandemia pensamos en formatos para acercar la naturaleza a quien no pudiera acceder físicamente a ella, y creamos un escape room virtual con cámara 360º, que permite explorar un espacio natural desde cualquier dispositivo. Puede verse la experiencia en Youtube buscando el título: “¡Ruta-escape en 360º! ¡Aventura inmersiva! La era de piedra”. Precisamente en la pandemia fue cuando la proyección digital del CEDREAC fue más intensa, ya que realizábamos directos todos los días en el canal de Youtube Sinapsis Ambiental. Lo llamamos “Educación Ambiental en tiempos de cuarentena”. Cada día abordábamos temáticas diferentes: cuentacuentos ambiental, equipamientos de educación ambiental, voluntariado ambiental, seguimiento del debate en Twitter de #EA26 en directo… Incluso llegamos a realizar eventos más ambiciosos como el Maratón Digital de Acción por el Clima, donde realizamos un acercamiento a la temática del cambio climático con mesas sectoriales donde participaron profesionales de primer nivel de nuestro país.

Uno de los mayores retos a los que se enfrentan los proyectos de educación y sensibilización ambiental es llegar a los y las adolescentes. ¿Cómo habéis logrado llegar a ellos/as desde CIMA?

Probablemente la adolescencia sea el público más complicado y desafiante, pero también el que más disfruto, porque cada sesión te obliga a dar lo mejor y reinventarte. Para conectar con adolescentes desde el CIMA hemos apostado por formatos que hablen su idioma: juegos, vídeos dinámicos, retos, juegos de escape o concursos cooperativos. Lo esencial es que sientan que no les damos sermones o lecciones, sino que les invitamos a formar parte del cambio. También cuidamos mucho el tono: cercano, creativo y con un punto provocador que les despierte curiosidad. Si una actividad les permite expresarse, cuestionar y tomar decisiones, la implicación crece. No se trata de simplificar el mensaje, sino de traducirlo a códigos que les resulten significativos.

Alfonso, tú has sido pionero en divulgar desde Youtube temas de educación ambiental. ¿Cómo surgió esa idea? ¿De qué medios disponéis para hacer contenidos tan llamativos?

La idea surgió en 2017 como una forma sencilla de dar a conocer los recursos de la biblioteca del CEDREAC, pero pronto vimos que tenía mucho más potencial. YouTube nos permitió salir de las paredes del centro y llegar a cualquier persona interesada en medio ambiente, desde estudiantes hasta docentes o ciudadanía en general. Con el tiempo, el canal fue creciendo y se transformó en una herramienta muy versátil: hicimos emisiones en directo, entrevistas, cursos, retos ambientales, miniseries educativas y hasta juegos virtuales.
Contamos con un buen ordenador de edición de vídeo, cámaras, micrófonos y un pequeño estudio casero con chroma, que nos permite jugar con escenarios y recursos visuales. Pero más allá de los medios, lo que marca la diferencia es la creatividad, mucho ensayo-error, trabajo en equipo, ganas de contar cosas importantes de forma atractiva y el deseo constante de probar nuevos lenguajes que enganchen y eduquen al mismo tiempo.

Como sabes, somos una agencia de marketing verde, y nos gusta pensar que a través de estrategias ‘marketinianas’ se puede no solo llegar a comunicar un mensaje al público objetivo, sino también sensibilizar, divulgar e incluso transformar. ¿Qué opinas al respecto? ¿Te nutres de conocimientos, metodologías y herramientas del marketing para vuestro proyecto educativo?

Estoy totalmente de acuerdo: una buena estrategia de comunicación no sólo informa, también puede tocar, remover y transformar. En educación ambiental, eso es clave. Si el mensaje no emociona o no conecta con la vida cotidiana de quien lo recibe, se pierde. Sin ser expertos en marketing, sí que nos nutrimos de algunas de sus herramientas y metodologías, como el storytelling, el diseño centrado en el usuario o la adaptación del mensaje a distintos formatos, canales y públicos. Intentamos aprender de ese enfoque para que nuestras propuestas no solo sean útiles, sino también inolvidables, que conecten emocionalmente y que dejen huella.

¿Cuáles son los retos a nivel comunicativo a los que se enfrenta la educación ambiental en estos momentos?

Uno de los mayores retos es hacer llegar mensajes complejos en un mundo saturado de información y estímulos. La crisis climática, la crisis de pérdida de biodiversidad, la crisis de contaminación y residuos, o la transición energética, son temas urgentes, pero también difíciles de entender y asumir. Si no los explicamos bien, corremos el riesgo de que generen rechazo, apatía o confusión. Además, nos enfrentamos a un contexto donde los bulos, la desinformación y la polarización complican aún más la tarea. Por eso es fundamental comunicar con rigor, pero también con creatividad y empatía. Necesitamos encontrar nuevas formas de contar las cosas que sean comprensibles, cercanas y que inviten a actuar.
Por otro lado, vivimos en la era de los mensajes breves, virales y efímeros. Y aunque eso permite llegar a más gente, me preocupa que la comunicación ambiental se vuelva superficial, que solo raspe la superficie de los problemas. Por eso tengo casi una obsesión por buscar el equilibrio entre cercanía, concisión y profundidad: que el mensaje entre, pero también cale; que enganche, pero no trivialice.

Acabas de publicar el libro ‘Cinco ideas para entender la crisis climática’. ¿Qué te llevó a escribirlo? ¿Qué lo hace diferente de otros libros sobre cambio climático?

Recapiti
Carolina Sobén López