Ha elegido el área de Santander y el Centro de Salud de Bezana
La Dra. cántabra Lucía Gómez González es de Muriedas, obtuvo el puesto 1.849 en el MIR 2025 y actualmente trabaja como residente de primer año de Medicina Familiar y Comunitaria en el área de Santander (Hospital Universitario Marqués de Valdecilla) y ha escogido como Centro de Salud el de Bezana. Además, ha sido reconocida por el Colegio de Médicos de Cantabria con el Premio a la Mejor Nota MIR en el ámbito de Atención Primaria de los estudiantes que se quedan en esta CCAA a hacer la especialidad. En esta entrevista nos cuenta su experiencia al comenzar su carrera profesional y sus planes de futuro.
-Has recibido el Premio del COM Cantabria a la Mejor nota MIR en el ámbito de la AP de estudiantes de Cantabria que se han quedado a hacer la especialidad aquí ¿te ha reconfortado este reconocimiento después de tanto esfuerzo?
Después de 6 años de carrera y uno de dedicación exclusiva al MIR, obtener un reconocimiento como este no solo es una alegría personal, sino también una forma de cerrar una etapa muy exigente. Estoy muy agradecida de que una institución como el COM de Cantabria valore tanto ese compromiso.
Más allá del premio en sí, esto me sirve para recordar por qué empecé este camino, reafirmándome en mi vocación por la profesión más bonita del mundo. Por supuesto, también es para mí un logro compartido con todas las personas que me han apoyado durante este tiempo.
-Has elegido la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria ¿era tu primera opción? ¿estás contenta con la elección?
Sí, Medicina Familiar y Comunitaria fue mi primera opción desde que roté por ella en sexto de carrera. Siempre me ha gustado la idea de tener una visión global del paciente, de poder acompañarlo a lo largo del tiempo, y de intervenir no solo en lo clínico, sino también en lo social, lo preventivo y lo comunitario. Para mí es la especialidad más completa y versátil, que requiere una gran capacidad de adaptación
y una visión muy humana de la Medicina. Estoy muy contenta con la elección, y muy orgullosa de mi especialidad, que aunque a veces se subestima, me parece una de las más importante dentro del sistema sanitario. Además, ofrece muchas salidas profesionales, y la variedad de casos que se presentan en la consulta hace que el día a día sea muy enriquecedor y no te aburras nunca.
-¿Cómo es el SCS como destino para hacer la residencia? y ¿para trabajar en el futuro?
En el Servicio Cántabro de Salud tenemos la suerte de contar con un hospital reconocido a muchos niveles, el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, y con unos Centros de salud con profesionales maravillosos y muy implicados en la docencia, que seguro nos ofrecerán una formación muy completa.
De cara al futuro, a mí personalmente me encantaría quedarme en Cantabria. Ha sido siempre mi casa, tengo aquí a todos mis seres queridos y es una Comunidad Autónoma con mucha calidad de vida. Si se continúan fortaleciendo los recursos y apoyando la Atención Primaria, puede ser un lugar muy bueno para ejercer la Medicina.
-Este año se ha repetido la tendencia: las mujeres arrasáis en Medicina ¿por qué crees que es así?
Creo que hay varios factores que pueden explicar esta tendencia. Históricamente hemos luchado por demostrar nuestra valía en todos los ámbitos académicos y profesionales, y esto se refleja en el alto nivel de preparación que muchas estudiantes de Medicina alcanzan. También puede tener que ver con un cambio generacional, cada vez hay más referentes femeninos en la Medicina, lo que inspira y motiva a las
nuevas generaciones. El talento está ahí, y que tantas mujeres destaquen en los primeros puestos del MIR es solo una muestra de ello.
-¿Qué esperas de tu futuro como médica?
Espero poder ejercer la Medicina con humanidad, profesionalismo y vocación. Me gustaría tener un papel activo no solo en la atención clínica, sino también en la prevención, docencia e investigación, que son fundamentales en Atención Primaria. Aspiro a mantener siempre la ilusión que tengo ahora de aprender y de mejorar, sin perder la empatía y el contacto cercano con las personas. En definitiva, espero poder mirar atrás dentro de unos años y sentir que he hecho una diferencia positiva en la vida de las personas a las que he atendido.
-Para terminar, ¿crees que el Sistema Sanitario en general y la Atención Primaria en particular está obsoleto y necesita cambios o te parece adecuado a las necesidades actuales de la población?
Creo que el sistema sanitario, y especialmente la Atención Primaria, necesita una revisión profunda para adaptarse a las necesidades actuales. La población ha cambiado: hay más enfermedades crónicas, más pacientes mayores y más demanda de una atención integral y personalizada. Sin embargo, el sistema sigue arrastrando estructuras rígidas y una sobrecarga asistencial que dificulta ofrecer el tipo de
Medicina que queremos ejercer.
No diría que está obsoleto, porque sigue funcionando gracias al compromiso de sus profesionales, pero sí necesita reformas estructurales: más inversión, mejores condiciones laborales, mayor digitalización útil y menos burocracia. Solo así podremos garantizar una atención de calidad, centrada en la persona y no solo en la enfermedad.