En una remota zona montañosa del distrito de Dolpa, en Nepal, Lakshina camina durante dos días cada semana para poder ir al colegio. Tiene 14 años y un sueño claro: convertirse en enfermera y ayudar a su comunidad. Pero también tiene un objetivo aún más grande: acabar con el matrimonio infantil, una práctica profundamente arraigada en su entorno.
“Detesto la mentalidad tradicional de mi comunidad que apoya el matrimonio infantil”, afirma. “Nos limita, nos arrebata nuestras oportunidades y nos impide cumplir nuestros sueños. Cada niña debería tener derecho a decidir sobre su futuro y perseguir sus metas sin estar atada a costumbres anticuadas”.
Lakshina ha vivido en carne propia los efectos del matrimonio forzado: sus dos hermanas mayores se casaron siendo niñas. Por eso, ella está decidida a romper el ciclo.
Matrimonio infantil: una tradición que sigue vigente
Aunque en Nepal casarse antes de los 20 años es ilegal según el Código Penal 2074, en muchas comunidades como la de Lakshina esta práctica persiste a fuerza de la costumbre y la falta de información. Son pocas las personas que se atreven a cuestionarla, y las consecuencias recaen, principalmente, sobre las niñas.
Lakshina, sin embargo, ha decidido plantar cara. Es una estudiante disciplinada, organizada y comprometida. No solo se esfuerza con los estudios de su grado actual, sino que busca constantemente aprender más sobre salud y medicina, con la vista puesta en su futuro como enfermera. “Sé que tengo que prepararme bien para poder marcar la diferencia en mi comunidad”, afirma.
Educación para transformar vidas y mentalidades
Lakshina forma parte del club de adolescentes de su escuela, creado como parte del proyecto STEAM Ahead de Plan International, financiado por la Unión Europea. Allí ha recibido formación sobre protección infantil, derechos de las niñas y prevención del matrimonio infantil. Esto no solo le ha dado conocimientos, sino también la seguridad para hablar públicamente y convertirse en una referente local.
“Quiero erradicar esta práctica dañina, y he empezado por mi propia casa. Quiero ver un cambio en la sociedad”, dice. Ella y sus compañeras organizan actividades escolares como debates, obras de teatro, concursos de poesía o presentaciones orales para sensibilizar sobre los efectos del matrimonio infantil y la importancia de la igualdad de género.
Inspirada por las trabajadoras comunitarias del proyecto de Plan, Lakshina quiere seguir sus pasos: “Ellas van casa por casa, visitan escuelas y organizan reuniones comunitarias para explicar por qué a las niñas se las deja atrás y se las limita a roles tradicionales. Yo también quiero hacer eso, involucrarme con las personas de mi comunidad y promover la educación para las niñas”.
Un cambio que empieza en casa
Hoy, los padres de Lakshina se arrepienten de haber casado a sus hijas mayores a los 16 años, truncando así su educación. Ahora, apoyan plenamente a Lakshina en su deseo de estudiar. “Mis padres entienden lo importante que es la educación”, explica. “Me apoyan para que pueda cumplir mis sueños”.
Con el respaldo de su familia, Lakshina está centrada en terminar su educación secundaria y convertirse en enfermera. Pero también quiere seguir concienciando a su comunidad para evitar que otras niñas pasen por lo mismo que sus hermanas. “Después de estudiar, seré enfermera. Estoy decidida a convertir mi confianza en realidad”.
Sobre el proyecto
El proyecto STEAM Ahead promueve una educación de calidad, inclusiva y transformadora, integrando el enfoque STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas) para fomentar el pensamiento crítico, la creatividad y la innovación. Se implementó entre enero de 2021 y junio de 2024 en 50 escuelas del distrito de Dolpa, abarcando seis municipalidades rurales.
Uno de sus objetivos clave fue fortalecer la gobernanza local y el acceso a una educación inclusiva tras la pandemia, con un enfoque específico en la equidad de género y el empoderamiento de niñas y adolescentes.