Álex García Tellado recogió el Segundo Premio del Certamen de Casos Clínicos del Colegio de Médicos de Cantabria

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Está realizando el cuarto año de Residencia en  Medicina Interna en Valdecilla

El Dr. Álex García Tellado estudió  Medicina en Madrid, en la Universidad Alfonso X el Sabio. Actualmente,  está en su quinto año de Residencia en la especialidad de Medicina Interna,  en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Y, además de su actividad  asistencial, está  haciendo un Doctorado,   participa en otros proyectos de investigación dentro de su Servicio y ha ganado uno de los Premios del Colegio de Médicos de Cantabria  a los Mejores Casos Clínicos  presentados el pasado año. En esta entrevista nos habla de su actual momento profesional y de sus planes de futuro.

-Has ganado uno de los Premios del COM Cantabria al Mejor Caso Clínico ¿qué ha supuesto para ti este reconocimiento?

Ha supuesto una satisfacción profesional al saber que el caso ha sido valorado por su calidad científica y su carácter formativo. Quisiera aprovechar para agradecer al COM Cantabria por la iniciativa de este Premio, así como al equipo de profesionales que han colaborado en este trabajo.

Este premio remarca el enfoque que aporta la Medicina Interna al diagnóstico y tratamiento de nuestros pacientes, ya que una evaluación global y rigurosa permite identificar patologías multisistémicas que no se explican fácilmente desde una visión centrada en un único síntoma.

-Cuéntanos de forma breve el caso y la conclusión a la que ha llegado….

Presentamos el caso de un paciente con hipocalcemia crónica desde la juventud y que fue erróneamente etiquetado a un déficit de vitamina D. El punto clave que llevó a permitir el diagnóstico fue la caracterización de la hipocalcemia, así como la presencia de niveles inadecuadamente normales de parathormona, hecho difícilmente atribuible a un déficit aislado de vitamina D y más concordante con un hipoparatiroidismo primario. Sabemos que la causa más prevalente de hipoparatiroidismo primario es iatrogénica, principalmente tras una cirugía, factor que nuestro paciente no había padecido. Sin embargo, existen otras causas de hipoparatiroidismo menos frecuentes y que están asociadas a síndromes hereditarios, y cuya aparición puede estar condicionada a mutaciones de novo.

El síndrome de microdeleción 22q11.2 es una causa infrecuente de hipocalcemia por agenesia paratiroidea, siendo su diagnóstico excepcional en pacientes en la sexta década de la vida, como es el caso de nuestro paciente. La presentación atípica en un paciente adulto nos recuerda que los síndromes genéticos no son exclusivos de la edad pediátrica, y que pueden pasar desapercibidos durante años, enmascarados por manifestaciones aisladas o mal interpretadas, así como nuestro deber para la búsqueda de un diagnóstico correcto.

-¿Crees que este tipo de distinciones ayudan a los médicos jóvenes a desarrollar su carrera profesional?

Sí, considero que juegan un papel muy positivo en el desarrollo profesional de los residentes. A nivel personal, proporcionan reconocimiento por la calidad de nuestro trabajo y permiten abrir puertas en ámbitos académicos y de investigación.

Los residentes debemos jugar un papel en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades minoritarias, un campo que está cobrando una relevancia creciente dentro de la práctica clínica. Es fundamental reconocer que nuestra formación no puede limitarse exclusivamente a las patologías más frecuentes, sino que debe incluir también el conocimiento y la sensibilización respecto a estas enfermedades, muchas veces infradiagnosticadas y con largos períodos de incertidumbre para los pacientes. La integración de nuevas áreas del conocimiento, como la genética, están transformando este panorama, ya que el acceso a nuevas técnicas diagnósticas de alta precisión está permitiendo identificar con mayor rapidez y exactitud enfermedades que antes eran casi imposibles de diagnosticar. Como residentes, debemos formarnos en estas herramientas, comprender su utilidad clínica y saber interpretar sus resultados, colaborando estrechamente con genetistas y otros especialistas.

-Valdecilla es líder en muchas especialidades ¿también lo es Medicina Interna?

Valdecilla destaca por la actividad asistencial y docente que realiza el servicio de Medicina Interna, siendo centro de referencia nacional en muchos sectores dentro de la especialidad (UMIPIC, U. Metabolismo óseo, entre otras). En concreto, me gustaría destacar la labor del equipo de la Unidad de Enfermedades Raras en Adultos, constituida por el Dr. José Antonio Riancho, la Dra. Nuria Puente y la enfermera Gema Martín. Esta unidad no solo aborda el diagnóstico etiológico, sino que en muchos casos participa en el tratamiento y, sobre todo, acompaña activamente a pacientes y familiares, con un enfoque que combina apoyo médico y social, lo que añade un valor profundamente humano a nuestra práctica clínica.

Que la Medicina Interna sea visible en concursos de casos clínicos es una oportunidad: permite mostrar nuestro trabajo real y legitimar nuestro papel como especialidad global. En nuestra práctica no descartamos a un paciente por un síntoma incongruente o por un diagnóstico erróneo o desconocido; asumimos cada caso como un reto personal y buscamos una solución desde nuestro conocimiento.

-Para terminar, ¿cuáles son tus planes a corto y medio plazo?

Mis planes a corto plazo se centran en finalizar el proyecto de doctorado que estoy llevando a cabo en la Universidad de Cantabria así como mi etapa como médico residente en el hospital. Esta es una etapa clave para consolidar mi formación y sentar las bases y objetivos a nuevos proyectos tanto clínicos como investigadores.

A medio plazo me gustaría poder trabajar para contribuir en mi especialidad a generar conocimiento relevante y mejorar la práctica clínica asistencial. Todo ello se consigue a través de la atención integral de nuestros pacientes y proyectos de investigación, que juntos cimientan una formación continuada real y útil para la práctica diaria.

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