(Información remitida por la entidad que la firma:)
El Grupo De Prado, conocido por su trayectoria en el sector agroalimentario, ha vuelto a mover ficha. Esta vez, la noticia llega desde Lebrija (Sevilla), donde la compañía ha adquirido más de 3.400 hectáreas de cultivo y una almazara de gran capacidad, que hasta ahora pertenecía a Algosur.
No es una operación menor: estamos hablando de una de las almazaras más grandes de Europa, capaz de procesar hasta 130.000 toneladas de aceituna por campaña y con unas instalaciones que ocupan más de 11.000 metros cuadrados.
Más allá de las cifras, esta compra supone un impulso importante para el grupo, que refuerza así su presencia en el sur y su compromiso con la agricultura local. La operación también encaja con la visión de De Prado: crecer, sí, pero haciéndolo de la mano de los agricultores y apostando por la sostenibilidad y la economía circular.
José Luis De Prado, presidente de la compañía, lo resume así: “No se trata solo de aumentar nuestra capacidad, sino de hacerlo junto al territorio, reconociendo el trabajo de quienes están en el campo cada día. Queremos relaciones estables y a largo plazo con los productores de la zona”.
Con la nueva almazara, el grupo abre la puerta a nuevas colaboraciones, especialmente con agricultores de Sevilla y Cádiz.
Crecimiento con raíces y mirada al futuro
Con esta adquisición, De Prado suma ya cerca de 35.000 hectáreas de cultivo repartidas entre España, Portugal, Chile y Estados Unidos, consolidándose como uno de los grandes nombres del olivar y el almendro a nivel mundial.
Pero más allá de los números, en la empresa insisten en que el objetivo es seguir creciendo sin perder el vínculo con el entorno y con quienes hacen posible el día a día en el campo.
La compañía también sigue apostando fuerte por la innovación: digitalización, eficiencia en el uso del agua, energías renovables y aprovechamiento de subproductos son ya parte de su ADN.
En la última campaña, el grupo molturó más de 200 millones de kilos de aceituna, con una facturación próxima a los 300 millones de euros.
Sus productos —aceite, aceituna de mesa y almendra— llegan a más de 25 países, y mantienen acuerdos estratégicos como el que tienen con Dcoop para el envasado de aceite de oliva virgen extra.
Una historia familiar que mira lejos
Aunque el Grupo De Prado se fundó oficialmente en el año 2000, sus raíces se hunden en la Andalucía de 1831. De empresa familiar a operador global, la compañía ha sabido combinar tradición y modernidad. Hoy gestiona más de 150 fincas en cuatro países, siete almazaras y varias plantas especializadas.
Con la operación de Lebrija, De Prado no solo gana en superficie y capacidad, sino que también refuerza su historia como empresa comprometida con el desarrollo rural y la agricultura responsable.
En un sector que no deja de cambiar y enfrentarse a nuevos retos, la compañía apuesta por la innovación y la eficiencia, pero sin perder de vista lo esencial: el vínculo con la tierra y las personas que la trabajan.
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