657 días de genocidio: Israel está matando de hambre a la población palestina

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  • Más de 100 personas palestinas murieron de hambre en Gaza. Se trata de una cifra estimada que aumenta rápidamente, ya que cada vez llegan más casos de personas con desnutrición extrema a los escasos centros de salud, que se encuentran desbordados.
  • Si se permite a Israel continuar con su política de asesinatos en masa y hambruna, en cuestión de semanas morirán cientos de miles de personas palestinas.
  • La falta de acción de los Estados ante este genocidio es complicidad. Las personas que ocupan cargos de liderazgo en el Gobierno y la Administración del Estado pueden ser consideradas responsables personalmente de sus actos.

París, 25 de julio de 2025. Gaza se encuentra en un punto de inflexión. Según las Naciones unidas (UNRWA), más de 100 personas, en su gran mayoría niños y niñas, ya han muerto de hambre mientras la crisis sanitaria se agrava rápidamente. Si no se toman medidas para solucionarlo, la política de hambruna masiva de Israel provocará la muerte inminente de decenas y posiblemente cientos de miles de personas palestinas. Esto significa que el hambre como causa de la muerte podría superar rápidamente la terrible cifra actual de fallecimientos causados por los ataques militares israelíes, que se estima en 59 000 personas, un número que probablemente se encuentra muy por debajo de la cifra real.

El Gobierno israelí está empeñado en continuar con su política genocida, impidiendo activamente que la ayuda externa llegue a la población de Gaza. Las declaraciones públicas moderadas y las tímidas condenas de los gobiernos y las autoridades de la Unión Europea carecen de sentido ante la magnitud y la gravedad de la situación sobre el terreno. Únicamente una acción inmediata y decisiva por parte de los Estados con voluntad política para actuar puede ofrecer la esperanza de salvar tantas vidas como sea posible entre quienes sobreviven, de los más de dos millones de personas palestinas que se encuentran atrapadas en Gaza desde octubre de 2023.

Nuestros pensamientos están con nuestros compañeros y compañeras defensores/as de los derechos humanos en Gaza, que llevan días sin comer y cuyas vidas corren grave peligro, al igual que las de sus familias y las de todas las personas que les rodean. El agotamiento les impide realizar su trabajo y documentar los crímenes que se están cometiendo.

Hoy, como viene ocurriendo desde hace meses, una gran cantidad de ayuda preparada para su entrega por las Naciones Unidas y ONG internacionales se encuentra bloqueada a las puertas de Gaza. La denominada Gaza Humanitarian Foundation (GHF), que se hizo con el control de las operaciones de ayuda humanitaria, incumple gravemente todos los principios y normas humanitarios. Es una auténtica trampa mortal para la población palestina hambrienta que busca comida para sus familias: según la ONU, más de 875 personas fueron asesinadas por Israel cuando intentaban acceder a alimentos y ayuda humanitaria desde que comenzó a funcionar esta fundación. La GHF se debe disolver de inmediato, con el fin de sustituirla por un mecanismo humanitario creíble y a gran escala, capaz de satisfacer las necesidades urgentes bajo la dirección de la ONU, entre otros, de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).

Quienes tengan capacidad para actuar deben hacerlo sin demora. No se trata únicamente de la obligación fundamental de proteger la vida y los derechos, sino de una obligación legal de todos los Estados en virtud de la Convención sobre el Genocidio, y en consonancia directa con las múltiples medidas provisionales dictadas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que exigen a Israel en particular que garantice la prestación de ayuda humanitaria a gran escala "con arreglo a sus obligaciones". Cada hora de retraso agrava el sufrimiento de la población de Gaza. En esta fase, la falta de acción no es solo negligencia, sino que equivale a complicidad en atrocidades masivas.

Llegar a la situación solo ha sido posible gracias a la complicidad, activa y pasiva, de numerosos Estados y gobiernos de todo el mundo. Durante casi dos años, un grupo de líderes de Estado y altas autoridades con intereses convergentes han trabajado para desmantelar sistemáticamente el derecho internacional y la rendición de cuentas. Actores como los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Francia, así como la Unión Europea y otros, tienen una responsabilidad directa y permanente en el genocidio que se está llevando a cabo en Gaza. Su apoyo militar, logístico, económico, financiero y diplomático continuado sostiene la maquinaria de destrucción y los crímenes internacionales de Israel.

La muerte por inanición de seres humanos, entre ellos niños y niñas, solo puede producirse cuando se han suspendido todas las normas jurídicas, morales y humanas. A menos que, como muchas de las personas líderes mundiales actuales, aceptemos que los crímenes contra la humanidad se han convertido en la nueva norma, la impunidad debe terminar de inmediato. Estos crímenes no pueden ni deben continuar sin control. Es posible que se tarde años, pero las vidas de las personas responsables quedarán permanentemente bajo la sombra de nuestra búsqueda de justicia. Queremos decir claramente a las personas autoras y cómplices: nosotros, nosotras, personas defensoras de los derechos humanos y abogados/as, nos aseguraremos de que rindan cuentas personalmente.

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