La intensivista Mª Ángeles Ballesteros es reconocida con el Premio a Tutores y Docentes del COM Cantabria por su trabajo con los residentes del ámbito hospitalario

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La Dra. Mª Ángeles  Ballesteros Sanz estudió  Medicina en  la Universidad de Valladolid (1993-1999). Su especialidad es Medicina Intensiva (UCI)  e hizo la residencia en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (periodo 2000-2005). Es tutora de residentes de Medicina Intensiva desde el año 2010 y,  dentro del equipo de tutores, su labor es garantizar la adquisición progresiva de competencias acordes al programa formativo y el seguimiento  del itinerario formativo por parte de los residentes. Además,  de un modo específico, asume  la responsabilidad de la  logística de la distribución de rotaciones,  incluyendo las externas, tanto de los residentes cántabros como de aquellos de otras CCAA que vienen a  los  servicios de Cantabria,  con el objetivo de facilitar  su integración en el Servicio Cántabro de Salud.  Esta labor  ha llevado al Colegio de Médicos de Cantabria a distinguirla con su  Premio  a Tutores y Docentes en el ámbito hospitalario. En esta entrevista cuenta   aspectos de una  actividad muy relevante pero con escasa visibilidad.

Has recibido un reconocimiento como tutora y docente de residentes en el ámbito hospitalario ¿qué ha supuesto para ti la distinción?

Agradezco enormemente el reconocimiento que desde el Colegio se hace a los tutores, pues contribuye a poner en valor el papel docente que desarrollamos.  En mi caso particular quisiera compartirlo con mis compañeras de tutoría (Mª José Domínguez Artiga y Mª Isabel Rubio López) pues se trata de una labor de equipo.

Ha supuesto un refuerzo positivo y un estímulo para seguir adelante.

-¿Crees que vuestra labor está suficientemente reconocida? 

Progresivamente se va tomando conciencia del papel que desempeñan los tutores. Desde mi perspectiva creo que hay tres puntos clave a mejorar:

  • Por un lado, disponer de un tiempo reglado durante nuestras jornadas laborales supondría un paso muy importante. Es fundamental disponer de tiempo para desempeñar nuestra labor docente, tener interacción directa con los residentes, poder ofrecer una tutorización individual y dar respuesta a las necesidades particulares que cada residente, en los diferentes momentos de la residencia, pueda necesitar
  • Por otro lado, fomentar la formación específica para los tutores al tiempo que se nos evalúe de modo periódico para garantizar nuestra idoneidad.
  • Por último, un mejor reconocimiento académico sería deseable. Contribuimos a la formación del MIR como profesional especialista, que es la fase final de toda su vida académica, y esta participación del tutor en este periodo no tiene un reconocimiento académico reglado.

-Cuéntanos cuantos tutores y formadores componen tu equipo y si son suficientes para atender las necesidades formativas para los futuros médicos.

En mi Servicio somos 3 tutoras (Mª José Domínguez Artiga y Mª Isabel Rubio López) y la ratio se ajusta a lo recomendado por la legislación vigente. Nuestro equipo de tutoría es suficiente en cuanto a número pero considero que para atender a las necesidades formativas de los futuros MIR, sería recomendable que dispusiéramos de tiempo reglado dedicado a la tutoría durante la jornada laboral.

-Con respecto al perfil de los Mires que formas ¿crees que ha cambiado en los últimos años?

Claramente han cambiado. Las nuevas generaciones son promociones preparadas, con unos objetivos muy claros. Destaco sus competencias digitales. Procuran compatibilizar sus obligaciones laborales con sus prioridades personales, aspecto que en el pasado no estaba tan equilibrado.

Y si hablamos del componente humano tan necesario en la profesión médica ¿está en crisis en las nuevas generaciones?

El componente humano ocupa un lugar específico en el perfil del profesional médico. En el momento actual las competencias técnicas  a las que se añaden los avances digitales pueden eclipsar y llevar a un segundo plano el componente humano que en toda relación médico-paciente debemos mantener. Desde los equipos docentes debemos procurar que el MIR se forme en ese aspecto. Las habilidades de comunicación y de relación se han de trabajar y cuidar.

-¿Cuáles son tus planes a corto y medio plazo y las necesidades más urgentes  para mejorar la formación de los residentes?

Nuestras necesidades más urgentes serían fomentar la investigación y el acceso sistematizado a herramientas de simulación para la adquisición de competencias específicas. Este aspecto es de especial interés en una especialidad como medicina intensiva, donde la asistencia al enfermo crítico exige  entrenamiento para la identificación de problemas, priorización y toma de decisiones de modo rápido.

-Para terminar, ¿qué es lo que más te satisface en tu labor como tutora y docente?

Lo que más me satisface es acompañar a los residentes en su formación, y ayudarles a alcanzar sus metas. Es fantástico ser testigo de su progresión, de su madurez y finalmente trabajar con ellos convertidos en profesionales.

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