La jubilación activa: cambios y funcionamiento

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Cada vez más profesionales optan por alargar su vida laboral, ya sea para aumentar sus ingresos, mantenerse activos al frente de su negocio o, simplemente, porque sienten que todavía tienen mucho que aportar a la sociedad. Apostar por una jubilación activa es una alternativa cada vez más valorada, y conocer bien su funcionamiento es clave para tomar la mejor decisión.

¿Qué es la jubilación activa?

La jubilación activa es un tipo de jubilación que permite contabilizar el trabajo con el cobro de un porcentaje de la pensión de jubilación ordinaria que correspondería. Tanto los autónomos como las personas trabajadoras por cuenta ajena pueden acceder a esta jubilación, independientemente del tipo de jornada que tengan.

El importe de la jubilación activa

Como ocurre con el resto de las pensiones contributivas, el importe de la jubilación activa se revaloriza cada año. Ahora bien, el pasado 1 de abril de 2025, entraron en vigor los cambios que afectan a los requisitos para que los trabajadores contabilicen su trabajo con parte de la pensión. Y, a partir de ahora, el porcentaje se calcula de la siguiente forma:

  • Un 45% de la pensión ordinaria al posponer un año la jubilación (obligatorio para acceder a la jubilación activa).
  • Un 55% en caso de dos años de demora.
  • Un 65% en caso de tres años de demora.
  • Un 80% a los cuatro años de demora.
  • Un 100% a partir del quinto año de demora.

Requisitos para acceder a la jubilación anticipada

Para poder disfrutar de la jubilación activa se debe cumplir una serie de requisitos:

  • Trabajar en el sector privado.
  • Tener la edad legal de jubilación (actualmente 66 años y 8 meses) o 65 años y haber cotizado más de 38 años y 3 meses.
  • Que haga un año que se tenga la edad de la jubilación ordinaria.
  • Acumular, como mínimo, 15 años cotizados, estando dos de ellos comprendidos los últimos 15. Se elimina, por tanto, el requisito de tener una carrera de cotización completa, hecho que tiene un impacto relevante desde la perspectiva de género y favorece a los colectivos con carreras de cotización más cortas e intermitentes.
  • No estar en situación de jubilación anticipada, salvo que se trate de una jubilación parcial con contrato de relevo.
  • Que el empresario esté de acuerdo con la jubilación activa del trabajador.

La jubilación activa se consolida como una opción flexible y atractiva para aquellas personas que desean seguir trabajando mientras perciben parte de su pensión. Conocer a fondo su funcionamiento y requisitos es esencial para valorar si esta alternativa responde a las necesidades y expectativas de cada profesional, favoreciendo una transición hacia la jubilación más progresiva, sostenible y adaptada a cada realidad personal.Para estar al día del panorama de trabajo actual, consulta el blog de Previsora General.

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