La vendimia es el momento clave en el mundo del vino y tanto si preguntas a un viticultor como a una bodeguera de la D.O. Rías Baixas, te dirá que es su época favorita, pese al enorme trabajo que supone. Es un momento ilusionante porque recogen el fruto del trabajo de todo un año, pero a la exigencia de este trabajo en cualquier zona vitícola se unen las dificultades extra que tiene en Rías Baixas. Entre otros, la llegada de la lluvia, que casi siempre amenaza en Galicia; la vendimia manual, racimo a racimo, que requiere de un gran esfuerzo físico, y la delicadeza de la uva, que en el caso de la Albariño es mayor. Por eso, es muy frecuente que la cosecha en Rías Baixas se recoja a contrarreloj, con muchos nervios y, aun así, se vive como una fiesta. Increíble, ¿no te parece?
En los últimos años y debido al cambio climático, la vendimia en la D.O. Rías Baixas suele adelantarse desde la fecha antes habitual de finales de septiembre a la actual, entre el fin de agosto y el inicio de septiembre. Por todo esto, el mes tradicionalmente asociado a las vacaciones en instituciones, fábricas y otras actividades, nuestros viñedos requieren atención y trabajo. ¿Quieres descubrir lo que pasa en la viña mientras la mayoría se relaja al sol? 😉
El envero, el inicio de la cuenta atrás
Como ya te contamos en nuestro Blog, el envero marca el inicio de la cuenta atrás para la vendimia. Esta fase del ciclo vegetativo de la vid se puede ver a simple vista porque las uvas empiezan a cambiar de color; en las blancas de verde intenso mate a un amarillento más brillante, y en las tintas, del verde al rosado. La piel se torna más blanda, los granos acumulan líquido, detienen su crecimiento, empiezan a desarrollar sus azúcares y a reducir sus ácidos, especialmente el ácido málico. ¡Arranca la maduración! 😋
En este 2025, según el Departamento Técnico del Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas, el envero comenzó en la semana del 22 al 28 de julio. Suele durar unos 15 días, lo que aplicando la regla de que la vendimia se produce entre 40 y 50 días después, situaría el inicio de la cosecha entre el 1 y el 9 de septiembre. Sin embargo, esta es solo una aproximación: la meteorología puede adelantar o retrasar el proceso, que varía de una subzona a otra. Por eso la estimación oficial es que la vendimia de 2025 arranque puntualmente a finales de agosto y se generalice a primeros de septiembre.
Muestreos de campo, pesajes y analíticas
Entonces… ¿Cómo se determina la fecha de la vendimia? Parcela a parcela, con mucho rigor y un control diario de la evolución de cada viñedo en cada una de las 5 subzonas de nuestra región vitícola. Como es posible que sepas ya, el ritmo de maduración de los racimos varía de una subzona a otra e incluso, dentro de cada una de ellas. En realidad, hasta dentro de una misma parcela de viñedo puede haber cepas que maduren antes que otras y esto se debe a la diversidad territorial, de climas, suelos y orientaciones que definen nuestra Denominación de Origen. Por eso, si tienes en cuenta que en este momento tenemos 24.182 parcelas inscritas, imagínate lo que significa vigilar la maduración de nuestras uvas. 🙄
Muestreos para estimar la producción
¿Y cómo se vigila el proceso de maduración? A partir de que empieza el envero, se realizan muestreos de campo periódicos en los que se observa el estado de la uva y de la vid y se toman muestras de uvas de diferentes zonas o parcelas para analizar.
En esas primeras semanas del envero, los productores pesan una muestra de granos de uva representativa de sus viñedos para calcular cuánta uva obtendrán. El Departamento Técnico del Consejo Regulador recaba datos representativos del sector y estima la producción total, que en este 2025 se prevé de récord, es de unos 50 millones de kilos de uva.
Analíticas para controlar la acidez y los azúcares
A partir del envero, esas muestras periódicas se someten a analíticas que permiten conocer el grado de madurez. Las uvas se prensan y se mide la cantidad de azúcares del zumo, que permite calcular el grado alcohólico del futuro vino, el pH y la acidez. Finalmente, la fecha de la vendimia se decide cuando se produce un equilibrio entre el nivel de azúcares, que va aumentando con la maduración, y el nivel de acidez, que va disminuyendo.
Ese equilibrio viene marcado por las normas establecidas en el pliego de condiciones de la D.O. Rías Baixas para cada tipo de vino, pero también por la decisión del enólogo, ya que, dentro de esos márgenes legales, las diferentes elaboraciones permiten jugar con el grado y la acidez.
Además de estos controles de laboratorio, también se vigila el estado sanitario de la uva y si hay presencia de plagas o enfermedades.
Tras el envero, las altas temperaturas del verano suelen limitar el riesgo de que los viñedos de Rías Baixas sufran el ataque de plagas o enfermedades, como el mildiu o el oídio, pero los viticultores siempre viven pendientes del cielo, especialmente si de repente aparecen lluvia intensa o granizo que comprometan la cosecha.
Delimitación y orden de la vendimia
El diferente ritmo de maduración de las parcelas hace necesario delimitar qué fincas se vendimiarán antes y cuáles después. Y este es uno de los trabajos que los viticultores realizan en las semanas previas a la vendimia, en coordinación con el personal de bodega o de las cooperativas, que deben organizar la entrada de uva. Todo debe estar medido y organizado porque nuestras normas de calidad exigen que la uva Albariño sea procesada dentro de las 24 horas posteriores a su cosecha.
Los cuidados de la viña antes de la vendimia
La viticultura en Rías Baixas es también complicada por el grado de humedad que sirve como caldo de cultivo a plagas y enfermedades. Por eso, desde que los racimos empiezan a formarse es importante ir descubriéndolos para que cuelguen de las parras y puedan crecer aireados, separados de la humedad que puedan acumular las hojas. Este deshojado también se realiza en los viñedos en espaldera, aunque en este caso debe ser controlado para que las uvas no reciban una insolación muy fuerte que las pueda quemar. El deshojado facilita además la vendimia en los dos sistemas de conducción porque los racimos quedan más expuestos y visibles.
Ese deshojado es crucial durante la maduración porque la cepa de Albariño es muy vigorosa y crece mucho y rápido. A ello se une en ocasiones la llamada poda de aclareo, que consiste en eliminar racimos que no siguen el ritmo de maduración de los de su entorno y pueden complicar la vendimia y su resultado.
Planificación de vendimia
Todos estos trabajos son fundamentales para calcular una fecha de inicio de vendimia que, más allá de la organización logística de cada productor, debe establecerse con antelación para notificarla al Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas y obtener el acta inicial de vendimia.
Como ves, poca broma cabe al hablar de viticultura en Rías Baixas. Ahora que ya sabes un poco más sobre el trabajo que hay detrás de cada botella de Albariño Rías Baixas, ¿no crees que es momento de brindar por nuestros viticultores? ¡Salud! 🥂