El balance del primer semestre de 2025 en materia sanitaria en España nos deja un panorama agridulce; si bien se han producido algunos avances parciales en el fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud (SNS), el contexto político general -marcado por la fragilidad del Gobierno, la fragmentación parlamentaria y la creciente crispación- ha supuesto un freno significativo a las principales reformas estructurales en curso. Prácticamente ya en el ecuador de la legislatura, la mayoría de los proyectos legislativos del Ejecutivo, incluidos tanto en el Plan Anual Normativo de 2024 como de 2025, siguen encallados en las Cortes Generales o se encuentran en proceso de elaboración por parte del Ministerio de Sanidad.
No obstante, el final del primer periodo de sesiones se ha saldado con un éxito para la cartera de Sanidad. En el último pleno de julio, el Congreso de los Diputados aprobó definitivamente el Proyecto de Ley por la que se crea la Agencia Estatal de Salud Pública (AESAP). Esta Ley, ya publicada en el BOE, incluye además una disposición final de especial interés para el sector, ya que avanza una modificación del Sistema de Precios de Referencia, prevista en el Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios, por la que se exonera a determinados fármacos de ser incluidos en los conjuntos de referencia.
Los otros Proyectos de Ley de relevancia, y que forman parte de la agenda del ejecutivo, desde que en 2021 se enviara a Bruselas el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, son la de gestión pública, la de Universalidad y la de medidas para la equidad y cohesión del SNS. De estos tres Proyectos el primero sigue en el Ministerio de Sanidad y los otros dos se encuentran en el Congreso de los Diputados, desde junio y septiembre del 2024 respectivamente, en plazo de presentación de enmiendas. En cuanto al mencionado Anteproyecto de Ley de los medicamentos y productos sanitarios, según los anuncios emitidos desde fuentes ministeriales, la intención del ejecutivo es que sea aprobado en septiembre por el Consejo de Ministros para su remisión a Cortes.
Reales Decretos pendientes de desarrollo
Tampoco a nivel ejecutivo el Ministerio de Sanidad está presentando los resultados esperados, teniendo en cuenta la ambiciosa agenda que presentó Mónica García en su comparecencia a principios de la legislatura, y como así lo demuestra el elevado número de Reales Decretos, más de 11 de acuerdo con el PAN 2025, que siguen a la espera de ver la luz, a pesar de haber sido sometidos a consultas previas o trámites de audiencia e información pública. Entre estas normas destacan:
- El Proyecto de Real Decreto de especialidades médicas, clave para reorganizar la formación MIR y responder a las nuevas necesidades del sistema, que permanece en fase de borrador.
- El Proyecto de Real Decreto que debe regular la transparencia en precios y acceso a medicamentos, sigue sin publicarse, lo que frustra las expectativas del sector y de los pacientes.
- El Proyecto de Real decreto de evaluación de tecnologías sanitarias, que habría debido entrar en vigor a principios de 2025, pero sigue en proceso de elaboración tras cerrarse el trámite de audiencia e información pública en septiembre del pasado año.
El balance del primer semestre de 2025 en materia sanitaria pone de relieve una brecha creciente entre el discurso político y la capacidad real de reforma. Mientras el Ministerio de Sanidad mantiene una narrativa ambiciosa en torno a la equidad, la salud mental o la transformación digital, la realidad es mucho más modesta: leyes clave bloqueadas, reales decretos sin aprobar o estrategias sin marco normativo que les dé soporte; y todo ello, como decíamos, en un momento de enorme crispación política y fragmentación parlamentaria que dificultan cualquier acuerdo y que, muy probablemente, impedirán de nuevo que en otoño el Gobierno consiga aprobar unos Presupuestos Generales para lo que quede de legislatura.
Juan Carlos Benavente
Director de Análisis e Inteligencia en Cariotipo