Beneficios fiscales en empresas

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I.  ¿Qué son los beneficios fiscales?

Los beneficios fiscales son aquellos incentivos y ventajas impositivas que establecen los gobiernos en materia tributaria con la finalidad de fomentar el crecimiento económico de determinadas actividades. En el ordenamiento jurídico español, al hablar de incentivos fiscales o beneficios fiscales en las empresas nos estamos refiriendo a exenciones y deducciones, que impactan directamente en la base imponible o en la cuota íntegra de los impuestos.

El importe de estos beneficios fiscales debe ser previsto en los Presupuestos Generales del Estado, tal y como lo establece la Constitución española, en su artículo 134.2, al señalar que los Presupuestos Generales del Estado tendrán carácter anual, incluirán la totalidad de los gastos e ingresos del sector público estatal y en ellos se consignará el importe de los beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado.

Aunque la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria (denominada, LGT) no delimita el concepto de beneficio fiscal, se pueden definir los incentivos fiscales como: aquellas disminuciones o reducciones en los tributos justificadas por razones de índole económica, social o de política fiscal y que, por tanto, merman la capacidad recaudatoria del Estado. Siendo así, la presencia de beneficios fiscales en el sistema tributario origina una pérdida de potenciales recursos públicos, motivo por el cual también reciben la denominación de gastos fiscales.

II.  ¿Cuáles son los tipos de beneficios fiscales en las empresas?

Los beneficios fiscales se articulan fundamentalmente a través de los siguientes instrumentos: exenciones; reducciones en las bases imponibles o liquidables; tipos impositivos reducidos y bonificaciones y deducciones de las cuotas íntegras; líquidas o diferenciales de los diversos tributos. En ese sentido, se observan:

  1. Las exenciones, considerándose supuestos de exención, a tenor de lo previsto en el artículo 22 de la LGT, a aquellos en que, a pesar de realizarse el hecho imponible, la ley exime del cumplimiento de la obligación tributaria principal. En ese sentido, estamos ante la concurrencia de dos normas, la de sujeción y la de exención. La primera de ellas establece el presupuesto cuya realización da lugar al nacimiento de la obligación tributaria principal y la segunda establece que aún a pesar de realizarse el hecho imponible, no surge la obligación de pago de la cuota tributaria (obligación tributaria principal).

Estas exenciones podrán ser: totales cuando excluyen totalmente el pago de la cuota tributaria, o parciales cuando reduce sólo una parte de la cuota, incidiendo en los elementos de cuantificación de la misma mediante reducciones de la base imponible, de la cuota íntegra, bonificaciones en la cuota íntegra o deducciones en la cuota íntegra o en la cuota líquida.

  1. Las deducciones, que son aquellas referidas a la minoración de la carga impositiva de una persona por el cumplimiento de ciertos requisitos. Se trata pues, de restar una cantidad determinada al importe que se debe pagar al Estado en concepto de impuestos. Existen diferentes tipos de deducciones fiscales, dependiendo además de la clase de contribuyente, sea este una persona física o una persona jurídica. En el caso del ordenamiento jurídico español, nos encontramos con que, existen deducciones de carácter estatal y autonómico.
  2. Las reducciones, las cuales provocan que disminuya la renta o ingresos por los que se debe pagar un impuesto y, también, la base imponible.
  3. Las bonificaciones, contribuyen a disminuir el tipo impositivo que se va a aplicar.

III.  Impuestos que deben pagar las empresas en España

En España, existen diversos impuestos que deben ser pagados por las empresas, como: los directos, que son aquellos que gravan de forma directa la renta, el patrimonio o los beneficios obtenidos por una persona o en este caso, por una empresa. En este tipo de impuestos, la cantidad que se debe pagar depende de la situación económica del contribuyente, y se calcula a partir de los ingresos o el patrimonio que posee. Dentro de este supuesto, nos encontramos –para las empresas-, el Impuesto sobre Sociedades. 

No obstante, existen impuestos catalogados como indirectos, como sería el caso del Impuesto sobre el Valor Añadido, aunque se trata de un impuesto que recae sobre el consumidor, las empresas actúan como recaudador del Impuesto para Hacienda, por lo que repercute el Impuesto sobre el Valor Añadido, en cada una de las facturas que emita.

Asimismo, existen otros impuestos aplicables a las empresas, dentro de los cuales podemos mencionar: Impuesto sobre Actividades Económicas; Impuesto sobre bienes inmuebles; Impuesto sobre sucesiones y donaciones, en caso de afectar a traspasos de empresas familiares o a la donación de capital empresarial; Impuesto sobre transmisiones y actos jurídicos documentados.

IV.  ¿Cuáles son los principales beneficios fiscales que se aplican a las empresas?

Dentro de los principales beneficios fiscales en las empresas los cuales derivan –a razón de su forma de sociedad mercantil-, del Impuesto sobre Sociedades, podemos mencionar:

  1. En cuanto al tipo de deducción en el Impuesto sobre Sociedades, el mismo ha aumentado al 50%, incrementando además la base máxima hasta 100.000 euros. En el caso de las empresas de reciente creación podrán aplicar un tipo impositivo del 10%.
  2. Se ha incrementado hasta 50.000 euros anuales las retribuciones exentas por acciones o participaciones.
  3. Con respecto a las empresas emergentes, estas podrán aplicar el tipo impositivo del 15% hasta dos ejercicios adicionales.
  4. Por su parte, las sociedades que facturen menos de un millón de euros el año anterior se podrán aplicar un tipo del 23%. 

Ahora bien, con relación al Impuesto sobre el Valor Añadido, también se pueden mencionar algunos beneficios fiscales en las empresas, como sería el caso de las actividades que se encuentran exentas del mismo, por ejemplo, educación, servicios sanitarios, alquileres de viviendas, seguros, entre otros, o los que se refieren a tipos reducidos del Impuesto sobre el Valor Añadido, como el del 10% que se aplica a transporte de viajeros, restaurantes etc.

V.  ¿Qué requisitos se requieren para acceder a los beneficios fiscales?

Para acceder a los beneficios fiscales en las empresas, se deberán cumplir con una serie de requisitos, dentro de los cuales podemos mencionar:

  1. La empresa se debe encontrar legalmente constituida.
  2. Deberá contar -con carácter obligatorio-, con un NIF válido para operar en el sistema tributario español.
  3. Cumplir con sus obligaciones tributarias, en el tiempo legalmente establecido para tal fin.

VI.  ¿Qué diferencia existe entre deducción y exención fiscal?

Tanto las deducciones como las exenciones son beneficios fiscales en las empresas, no obstante, cada uno de estos posee un tratamiento distinto, mientras que en las deducciones fiscales el pago de los impuestos es obligatorio, el mismo puede reducirse, sin embargo, no sucede lo mismo en las exenciones, en las cuales se exime de la obligación de tributar por ciertos impuestos.

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