La relación entre nutrición y salud bucal - Laboratorios KIN

Compatibilità
Salva(0)
Condividi

Las células de la boca necesitan un aporte constante de nutrientes para mantenerse sanas y cumplir su función, de ahí que la nutrición juegue un papel esencial en la salud bucodental. Una dieta equilibrada influye directamente en la composición de la microbiota oral que, junto a una buena higiene oral, favorece la salud bucal y general en todas las etapas de la vida.

La nutrición es clave para la salud bucodental

Los tejidos bucales necesitan un aporte constante de nutrientes para funcionar como deben, lo que solo una dieta equilibrada puede darles, por ejemplo, las proteínas ayudan a reparar los tejidos. Si la alimentación es deficiente, sea por falta de nutrientes o por consumir alimentos poco saludables, pueden aparecer complicaciones como esmalte dental debilitado, inflamación y enfermedades periodontales. 

Tipo de alimento Descripción
Ecológico Obtenidos sin alterar genéticamente y sin el uso de pesticidas ni fertilizantes sintéticos.
Biológico Sin ningún componente que haya sido alterado genéticamente.
Orgánico Obtenidos sin el uso de productos químicos, artificiales o pesticidas.
Adulterados Manipulados intencionalmente. Pueden suponer riesgos para la salud.
Alterados Han perdido su valor nutricional durante el procesamiento.
Dietéticos Formulados para necesidades médicas o nutricionales específicas.
Transgénicos Proceden de organismos genéticamente modificados.

Además, la boca es el primer paso en el proceso digestivo. Gracias a los dientes, las encías que los sostienen y la saliva es posible masticar debidamente, sobre todo frutas, verduras y carnes. Este primer paso por la boca hace más fácil la digestión y la absorción de los nutrientes por el sistema digestivo. Sin una buena nutrición, las piezas dentales se ven afectadas, incluso se pierden, y esto afecta al mismo tiempo en la absorción de nutrientes. Se entra en un círculo vicioso que empeora tanto la salud general como bucodental del paciente.

Nutrientes Función principal en la salud bucodental
Calcio y fósforo Fortalecen el esmalte dental y los huesos maxilares.
Vitamina D Facilita la absorción de calcio y fósforo.
Hierro y zinc Refuerzan el sistema inmunológico y previenen infecciones bucales.
Flúor Previene la desmineralización del esmalte y protege contra la caries.

Con el envejecimiento, la pérdida de dientes por caries o enfermedades periodontales es más habitual, así como la aparición de xerostomía o de sensibilidad dental por cuellos expuestos. A menudo, esto y el uso de prótesis inadecuadas, conduce a recurrir a dietas más blandas que en ocasiones no cubren adecuadamente las necesidades nutricionales. También se tiende a perder el sentido del gusto y reducirse el apetito, lo que aumenta el riesgo de malnutrición y sarcopenia. Todos estos factores que acompañan el envejecimiento de forma natural añaden una complejidad extra a la hora de cuidar la salud bucodental, haciendo que la nutrición sea todavía más importante en esta etapa de la vida. 

Microbiota oral y su relación con la alimentación

La boca alberga miles de bacterias, algunas beneficiosas y otras patógenas. Su equilibrio depende en gran medida de una alimentación adecuada y una higiene oral constante. Una alimentación basada en azúcares simples y productos procesados favorece el crecimiento de bacterias patógenas responsables de caries, halitosis y enfermedades periodontales; elegir una dieta equilibrada con verduras, frutas y fibra favorece el desarrollo de una microbiota oral saludable que protege de infecciones y mantiene un pH bucal estable. 

Cada vez que se ingiere comida o bebida, el pH de la boca cambia temporalmente. Dependiendo del tipo de alimento puede crear un ambiente más ácido (azúcares y alimentos procesados) que facilita la desmineralización del esmalte, esto incrementa el riesgo de erosión dental, incluso con una buena higiene oral. 

Del mismo modo, una microbiota bucal desequilibrada y la inflamación crónica en las encías se han vinculado con problemas que repercuten en todo el cuerpo, como la propia malnutrición, enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión y osteoporosis) e incluso deterioro cognitivo. 

Cómo afecta la malnutrición a la salud bucodental

La malnutrición puede manifestarse de distintas formas:

  • Desnutrición primaria: tiene lugar cuando una persona no consume suficientes alimentos.
  • Desnutrición secundaria: se da cuando el cuerpo no logra absorber bien los nutrientes por afecciones digestivas o metabólicas.
  • Malnutrición por exceso: sería el consumo excesivo de calorías a través de alimentos poco nutritivos. 

Todos estos tipos de malnutrición pueden desembocar en afecciones orales, siendo las más comunes las caries dentales, provocada por la desmineralización del diente a causa de los ácidos generados por bacterias que fermentan los azúcares de la dieta. Este riesgo aumenta con el consumo frecuente de azúcares entre comidas, alimentos pegajosos o pobres en grasa que reducen la producción de saliva. 

A su vez, los déficits de vitamina C, calcio o hierro se asocian con enfermedades en las encías, mientras que los niveles bajos de vitamina B12, ácido fólico y zinc se relacionan con la aparición de aftas bucales o estomatitis aftosa recurrente (EAR). 

Recomendaciones nutricionales y de higiene para cuidar la salud bucodental

Cuidar la salud bucodental va más allá de una higiene oral constante, hace falta una nutrición adecuada y atención profesional. 

1. Nutrición adecuada

Lo recomendable es evitar el consumo de azúcares libres, limitar la frecuencia de comidas y mantenerse hidratado/a para prevenir la sequedad bucal. La dieta debe incluir alimentos ricos en calcio, fósforo y vitaminas D y C, como lácteos, verduras de hoja verde y cítricos, así como alimentos crujientes y ricos en fibra. Estos ayudan a estimular la producción de saliva, limpiar mecánicamente la superficie dental y mejorar la salud del sistema estomatognático.

2. Atención profesional

Acudir al dentista de forma periódica ayuda a detectar complicaciones a tiempo y a tratarlas de forma personalizada, ya sea con limpiezas profesionales, tratamientos específicos o reforzando ciertos hábitos de higiene oral. Además, con un enfoque multidisciplinar en el que participen nutricionistas y otros profesionales de la salud, es posible identificar riesgos nutricionales, adaptar la dieta a las condiciones del paciente y diseñar pautas alimentarias adaptadas a cada etapa de crecimiento, tanto a niños pequeños como a personas de avanzada edad.

https://www.investigarmqr.com/2025/index.php/mqr/article/view/550/7426

https://latam.redilat.org/index.php/lt/article/view/2850/4547

https://recimundo.com/~recimund/index.php/es/article/view/2064/2605

Recapiti
Kanlli Desarrollo