La jornada de ayer estuvo marcada por el renovado apetito del mercado por las señales de alivio monetario en Estados Unidos, lo que contribuyó a reducir la volatilidad en la deuda soberana y a sostener el ánimo comprador en los activos de riesgo.
En Europa, los principales índices cerraron con variaciones moderadas: el STOXX 600 avanzó un 0,61%, el DAX un 0,74% y el FTSE 100 un 0,42%, mientras que el CAC 40 cedió un 0,27%. El foco estuvo en el sector de viajes y ocio, protagonista de una sesión complicada. Jet2 abrió con un desplome superior al 25% tras recortar previsiones de beneficios y terminó con una caída del 10,47%, arrastrando a TUI y EasyJet, que perdieron más de un 4%. Tampoco el sector sanitario logró dar soporte: Sanofi fue de los peores valores del día tras unos resultados clínicos por debajo de lo esperado. En Wall Street, en cambio, el tono fue más positivo: Dow Jones +0,77%, S&P 500 +0,83% y Nasdaq +0,98%. El S&P 500 rozó sus máximos históricos del 28 de agosto, impulsado por el consumo cíclico, con Amazon (+4,29%) y eBay (+3,18%) liderando las subidas.
La renta fija respiró con cierto alivio
La expectativa de que la Reserva Federal esté cerca de iniciar un ciclo de recortes de tipos contuvo los repuntes previos en las tires soberanas. El mercado pone su atención en los próximos vencimientos en Francia y el Reino Unido, que aún generan inquietud, pero la narrativa dominante sigue siendo la del giro hacia una política más acomodaticia. Según el CME FedWatch, la probabilidad de un recorte en la reunión del 17 de septiembre alcanza ya el 99,4%, y los futuros descuentan un segundo movimiento antes de fin de año, situando la tasa en el rango 3,50 a 4%. A más largo plazo, los escenarios de mercado apuntan incluso a tipos por debajo del 3% hacia finales de 2026.
Fuente: CME.
En materias primas, vimos ligeras correcciones: el Brent cayó un 0,87%, el oro retrocedió un 0,43% y el bitcoin perdió un 1,65%, hasta cotizar en torno a los 110.000 dólares. Los analistas de Goldman Sachs señalan que, en un escenario de debilitamiento de la independencia de la Fed, el oro podría escalar hasta niveles cercanos a los 5.000 dólares por onza, impulsado por la búsqueda de valor refugio frente a un contexto de mayor inflación y pérdida de confianza institucional.
El plano macroeconómico sigue reforzando la narrativa dovish de la Fed
El mercado laboral estadounidense muestra signos de debilidad, con un empleo privado estancado, solicitudes de subsidio de paro al alza (234.000 vs. 130.000 previstas) y un incremento de los despidos. Todo ello añade presión a la Reserva Federal para actuar. En paralelo, los últimos PMI también sorprendieron a la baja: el índice compuesto se situó en 54,6 frente al 55,4 esperado, y el de servicios en 54,5. De cara a hoy, la atención se centra en la publicación del PIB de la eurozona y, en Estados Unidos, en las nóminas no agrícolas y la tasa de paro, referencias clave para calibrar la intensidad del próximo movimiento de la Fed.
Feliz viernes.
Álvaro Lleras MontoyaAnalista
