Una crisis de reputación puede surgir en cualquier momento y afectar gravemente la imagen de una marca, aunque no haya cometido ningún error directamente.
Un ejemplo reciente lo vimos durante la Vuelta a España 2025. En una etapa celebrada en Bilbao, varias protestas propalestinas interrumpieron la carrera y obligaron a los organizadores a neutralizar el final. El equipo Israel-Premier Tech, que no había causado el conflicto, fue el centro de las manifestaciones y su imagen apareció en titulares negativos en cuestión de minutos. La situación fue más allá: algunos manifestantes irrumpieron en el recorrido y provocaron la caída de ciclistas, y, ante el clima de tensión, el equipo tomó la decisión de borrar la palabra “Israel” de sus maillots para reducir riesgos y proteger a los corredores. La polémica se viralizó en redes sociales, generó un aluvión de comentarios y fue recogida por medios de todo el mundo, convirtiendo un hecho deportivo en una crisis mediática de alcance internacional.
Este tipo de escenarios son un claro recordatorio de que la reputación no depende solo de lo que hace una marca, sino también del contexto que la rodea. Y cuando algo estalla, el tiempo de reacción es clave.
Porque una buena reputación no se construye en un día, pero sí puede verse afectada en cuestión de horas. Y tener un equipo experto detrás marca la diferencia entre salir reforzado o salir dañado.
¿Y tu marca? ¿Está preparada para enfrentar una crisis reputacional?
En AOM Comunicación y Marketing te ayudamos a blindar tu imagen pública con estrategia, agilidad y experiencia. Diseñamos planes de comunicación de crisis, establecemos protocolos claros de actuación y preparamos a los portavoces para que sepan qué decir y cuando.
Contáctanos y empieza hoy a construir una reputación más sólida y preparada para cualquier escenario.