Presentamos la segunda edición de nuestra sección ‘Testimonios con presente y futuro’ a través de la cual queremos acercaros a las historias de personas que forman, o han formado, parte de Nuevo Futuro. Las vivencias de aquellos y aquellas que dan sentido a nuestro día a día. Hoy os presentamos a Julián Ruiz, gerente de Nuevo Futuro Murcia.
En esta conversación, Julián, comparte su visión sobre el cambio y el crecimiento de la delegación de la entidad que dirige, el valor del equipo y lo que para él significa trabajar en la protección de la infancia.
Julián es pedagogo, maestro de Educación Primaria y Educación Física, además de contar con un Máster en Mediación Familiar. Sus primeros pasos fueron en el ámbito escolar, pero el voluntariado en actividades de montaña con niños de Nuevo Futuro le cambió el rumbo: “Me di cuenta de que mi verdadera vocación era la intervención directa con los/las peques. En el colegio trabajas sobre todo lo académico; en los hogares de protección conoces a los niños, niñas y adolescentes en todas sus dimensiones: familiar, emocional y social. Y eso me apasiona”.
Llegó en 2013 y, tras una breve experiencia como educador, fue asumiendo responsabilidades en la entidad hasta convertirse en gerente de nuestra delegación murciana.
Uno de los hitos de su gestión ha sido la puesta en marcha del primer hogar en Murcia para grupos de hermanos/as: “Hace años no solía ocurrir que cuatro hermanos/as vivieran juntos en un hogar. Pero veíamos que la adaptación mejoraba muchísimo cuando podían permanecer unidos. El vínculo fraterno, en muchos casos, es más fuerte que el que tienen con los progenitores”.
Aquel proyecto piloto demostró sus beneficios y ha abierto el camino para que hoy todos los niños, niñas y adolescentes en acogimiento residencial en protección en Murcia vivan junto a sus hermanos. Tal y como indica Julián, “para que la administración apueste por un determinado modelo, lo mejor es la evidencia. Lo que ven y lo que leen o escuchan. Lo que pueden ver en nuestros hogares y lo que les contamos y/o leen en los informes. Por ejemplo, las opiniones que recogemos de los niños, niñas y adolescentes, nosotros/as se lo mostramos a la administración porque creemos que la infancia y adolescencia deben ser escuchadas. Informarles sobre los avances de algunos de los niños y las niñas que han regresado a sus familias: que un/a hermano/a ha terminado el bachillerato y que está comenzando a estudiar una carrera… Que el/la otro/a hermano/a está también aprobando todo, etc.”.
Bajo su dirección, Nuevo Futuro Murcia también ha impulsado un cambio de paradigma en la Región: pasar de grandes centros a hogares pequeños, integrados en la comunidad, seña de nuestra organización. “Los hogares pequeños permiten un trato más cercano y humano. Los niños y las niñas se sienten parte del barrio, van al colegio del entorno, participan en la vida comunitaria. Y la administración lo ha reconocido, llegando a presentarnos como ejemplo de buenas prácticas e impulsar este tipo de recursos”.
Gracias a este modelo, en 2025 se ha inaugurado un nuevo hogar en Murcia para hermanos/as con financiación europea, consolidando la expansión.
El crecimiento de Nuevo Futuro Murcia en los últimos años ha sido notable. Por ejemplo, pasando de atender y acompañar a 14 niños, niñas y adolescentes en 2017, a 44 en la actualidad. En lo que se refiere al equipo ha pasado de 18 a más de 70 profesionales. Además, la delegación colabora habitualmente con la Universidad de Murcia, el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma en programas de ocio inclusivo, prácticas universitarias, fomento del acogimiento familiar y formación de profesionales en el sistema de protección.
Vocación y compromiso
Pese a los logros, Julián insiste en que lo esencial sigue siendo el trabajo con la infancia y adolescencia: “Siempre digo que, el día que deje de aportar como gerente, quiero volver a ser educador de hogar. Jugar con ellos y ellas, ayudarles con los deberes y en otras actividades, acompañarles en lo bueno y en lo malo. Ese es mi futuro”.
Preguntado por el papel que ha tenido en la evolución de Nuevo Futuro en Murcia, Julián es claro: “No sé decir qué parte es mía. Yo soy un mero interlocutor con la administración, pero el 100% del trabajo lo hacen los compañeros y compañeras en el día a día en los hogares. Lo que ha habido es un esfuerzo conjunto, una pasión compartida que impregna todo: desde la selección de personal hasta el acompañamiento a los niños, niñas y adolescentes”.
Su implicación personal es evidente: entrevista a cada profesional antes de incorporarse y les transmite la filosofía de la entidad, apoyando especialmente a quienes comienzan con inseguridades. Y es que, para Julián, el clima laboral es un reflejo directo del cuidado que reciben los niños y las niñas: “Si la gente va contenta a trabajar, eso se nota en los hogares. Mi papel es estar accesible, escuchar y dar flexibilidad cuando alguien lo necesita. El convenio marca unos mínimos, pero lo importante es poder hablarlo todo”.
Planes de intervención y prevención
Más allá del trabajo directo en los hogares, Nuevo Futuro Murcia ha innovado en la intervención con familias, apoyando a los servicios sociales de zona en casos complejos: “Nuestros equipos técnicos —psicólogos/as, trabajadores/as sociales— acompañan a las familias en su entorno, en colegios, en salud mental… Queremos prevenir situaciones de desamparo y recuperar a las familias siempre que sea posible”. Este modelo, asegura, ha sido reconocido por la administración gracias a la calidad de los informes y al impacto en la reunificación familiar.
Cuando le preguntamos por su mayor satisfacción, Julián no duda: “La parte más bonita es cuando un niño o una niña puede volver con su familia biológica. He visto a chicos y chicas que vivieron en Nuevo Futuro, que regresaron con sus padres y hoy tienen su propia familia. Eso es impagable”.
Julián, más allá del gerente
En lo personal, Julián se describe como alguien muy familiar y apasionado por la montaña. Casado con una psicóloga, combina profesión y vocación en muchas de sus conversaciones en casa. “La familia es lo que me sostiene. Si me alejase de ellos, me apagaría como una vela sin oxígeno”.
También se considera una persona curiosa, siempre en formación continua: “Leo todo lo que cae en mis manos relacionado con infancia y protección. Me encanta aprender”.
Consciente de la intensidad de su trabajo, Julián concluye con una reflexión: “Estoy muy agradecido con la vida y con todas las personas que me he ido encontrando. Siento que el mundo me ha tratado bien, y eso intento devolverlo en mi día a día”.
Desde Nuevo Futuro queremos agradecer a Julián sus años de dedicación, cariño y entrega. Su manera de liderar, siempre con los niños, niñas y adolescentes en el corazón, ha inspirado -e inspira- a todo el equipo y ha hecho posible que muchos pequeños y pequeñas vivan hoy un hogar lleno de esperanza y oportunidades.