El director y cineasta Cesc Gay nos pone de frente ante la complejidad del amor contemporáneo con su nueva película Mi amiga Eva, una historia profunda y emotiva que nos adentra en la intimidad femenina a través de su protagonista, una mujer de casi 50 años que decide romper con su pareja y enfrentarse a un mar de dudas, inseguridades y críticas sociales. En un reflejo de las decisiones difíciles que muchas mujeres afrontan en silencio, el director, inspirado en su propio entorno, nos propone un relato íntimo y lleno de matices sobre la valentía.
Sabemos que la película Mi amiga Eva, nació de una anécdota personal tuya con una amiga. Nos gustaría saber y conocer un poco esa conversación, ese momento en el que tú dices: Aquí hay una historia.
Se juntan varias cosas, no es solo una mujer, hay varias situaciones de varias mujeres en mi entorno que se atrevieron a dejar a su pareja y sin un motivo aparente, y me dio mucha curiosidad ver la valentía de mujeres que daban ese paso, siendo criticadas y juzgadas, como pasa en la película. Sobre todo cuando encontré el personaje, no fue una mujer que tomara la decisión de un lugar consciente, valiente y decidida, sino al contrario, un mar de dudas, de inseguridades. Eva es, en el fondo, un personaje muy frágil, y mis películas siempre son una mezcla de cosas.
A diferencia de gran parte de tu filmografía aquí la protagonista es una mujer de 50 años. ¿Qué le llevó a dar este paso y cómo le ha influido ?
La verdad es que ha sido un trabajo muy mano a mano con Nora. Sí que tenía claro que tenía que buscar una socia para esta aventura y que aparte de ser una gran actriz como es Nora, tuviera un vínculo personal como el que tengo. Trabajamos mucho antes de rodar y eso no siempre se hace en el cine, y en eso Nora fue muy generosa. Reservó unos cuantos meses antes de rodar, nos veíamos cada día, leíamos, íbamos encontrando poco a poco el personaje y ella se iba sintiendo segura.
En general ¿cómo planteas la dirección de actores?
Sobre todo como un trabajo de confianza. Los directores o los actores, cuando trabajamos, estamos llenos de inseguridades, desde fuera puede parecer que tenemos las cosas muy claras pero vamos cagados de miedo al set. Cada día es una aventura, un miedo a la escena, a que salga bien. Lo importante es poder equivocarnos, poder probar cosas, tener la confianza y entender que es un proceso y que se trata de estar cómodo en esa búsqueda.
¿Cómo evita que su influencia personal influya o modifique una experiencia femenina que es tan íntima y emocional?
Pues supongo que obligándome, más que nunca, a meterme en la cabeza de la mujer todo lo que pueda. Para eso he hablado, he compartido charlas con mujeres. Nora intervino en el guion también. Ágata Roca, que es mi mujer, que es una de las actrices que hace de amiga de ella, también leyó mucho y me dio muchos consejos. Supongo que es un poco la obligación de un guionista o de un escritor, poder salir de tu condición de hombre o de mujer o de la edad que tienes y ser capaz de meterte en otras cabezas.
En un contexto donde actualmente en personas de 50 años o más están aumentando los divorcios, ¿qué mensaje espera que se transmita a través de esta película?
La verdad es que nunca lo pienso, lo que es el mensaje en sí. Parece que haces una película para con ello querer influenciar o dejar claro algo. No lo sé. Esta película te habla de que lo importante es dejarte guiar por tus impulsos, de que está bien ser valiente y de tener un poco el coraje para afrontar momentos que igual son mucho más difíciles de afrontar. Igual ese es un poco el mensaje, el atreverte.
En la historia de Eva, la casualidad es bastante clave. En tu experiencia propia, ¿crees que somos víctimas del destino o protagonistas de la casualidad?
Las dos cosas. Somos víctimas de un destino que no controlamos, pero a la vez, la casualidad nos hace estar en ese lugar donde has conocido a este hombre, a esta mujer, y has tenido esta historia de amor, o has conseguido este trabajo… Una cosa que me parece muy interesante, es intentar ser capaz de leer esos momentos, los momentos claves de tu vida, y que tu intuición te guíe. Y eso es difícil, pero está bien estar atento a esas señales o a esas coincidencias.
La película transcurre en un momento en Roma y luego en Barcelona. ¿Cómo influyen las localizaciones en la historia?
Igual que influye la fotografía, porque es el look que tiene la película, la dirección de arte, es donde le buscas el look que tú crees que esta película necesita. La propuesta visual de la película, los pisos en los que vive, en los bares, los restaurantes, las calles, son tu elección, terminan de configurar el tono de una película.
Y ya por último, quería preguntarte si recuerdas alguna escena que sea especialmente difícil o destacada, que se te haya quedado grabada a la memoria durante el rodaje de esta película.
Todas las que filmamos en Roma. Todas las escenas de Roma fueron difíciles, un caos de ciudad maravillosa, pero dificilísima de filmar, porque es caótica y es muy difícil de controlar. Roma fue un sufrimiento que valió la pena, pero fue complicado.
