¿No hay espermatozoides en tu semen? La azoospermia no siempre impide la paternidad • LoComunicas

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  • Afecta a 1 de cada 100 hombres y es la causa de hasta el 20% de los casos de infertilidad masculina.

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Madrid, septiembre de 2025.- Hasta el 15% de las parejas sufren de infertilidad. En la mitad de estas parejas, se detecta un factor de infertilidad predominantemente masculino, según se destaca en un estudio publicado por el Journal of Clinical Medicine, que añade que entre los casos de infertilidad masculina, hasta el 20% se deben a azoospermia. 

La azoospermia es una alteración espermática caracterizada por la ausencia total de espermatozoides en el eyaculado. Se puede clasificar como obstructiva (OA) o no obstructiva (NOA). En general, la NOA es mucho más común y representa hasta el 60% de los casos. La NOA, recalca el trabajo, todavía representa un desafío para los andrólogos, siendo en la mayoría de los casos secundaria a una falla idiopática del proceso de espermatogénesis.

“Cuando un hombre recibe el diagnóstico de azoospermia, es decir, ausencia de espermatozoides en el semen, suele interpretarlo como una sentencia de infertilidad definitiva. Sin embargo, la realidad es que no siempre significa que no pueda ser padre biológico. Gracias a los avances en reproducción asistida, existen soluciones en muchos casos.”, asevera el doctor François Peinado, urólogo especialista en medicina sexual masculina y cirugía de pene.

Azoospermia obstructiva o secretora 

En la azoospermia obstructiva (AO), detalla el experto, los testículos producen espermatozoides, pero un bloqueo en las vías seminales impide que lleguen al eyaculado. Puede deberse, por ejemplo, a una vasectomía, infecciones, ausencia congénita de conductos deferentes o cicatrices tras traumatismos. 

En estos casos, se pueden recuperar espermatozoides directamente del epidídimo o del testículo mediante técnicas como PAAF o micro-TESE, que luego se utilizan en procedimientos de fecundación in vitro con microinyección espermática (FIV-ICSI), con tasas de éxito muy altas. 

En cambio, añade el Dr. Peinado, en la azoospermia secretora el problema está en la producción: el testículo no fabrica suficientes espermatozoides o no los produce en absoluto. Las causas pueden ser genéticas, hormonales, efectos de tratamientos como la quimioterapia o fallos testiculares primarios. En algunos casos, la micro-TESE permite encontrar pequeños focos de espermatogénesis; si se logra recuperar, aunque sea un solo espermatozoide, también se puede lograr el embarazo. Si no, la alternativa es recurrir a la donación de semen.

“En resumen, no encontrar espermatozoides en el semen no implica necesariamente no poder ser padre. Hoy, la medicina reproductiva ofrece múltiples opciones, y la clave está en realizar un diagnóstico preciso para elegir la estrategia más adecuada”, concluye el doctor Peinado.

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