Astaná, 23 sep (EFE).– El presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokáyev, instó este martes a reforzar los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra en Ucrania durante su primer encuentro en cinco años con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski, celebrado en los márgenes de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
Según un comunicado de la Presidencia kazaja en Telegram, Tokáyev “subrayó que en esta situación extremadamente complicada es necesario proseguir el trabajo diplomático con el fin de encontrar vías para poner fin al conflicto.”
La reunión fue el primer cara a cara entre ambos desde septiembre de 2019, también en Nueva York, cuando Zelenski acababa de asumir la Presidencia.
Paz y diplomacia en el centro del diálogo
En esta ocasión, los mandatarios también abordaron la cooperación económica entre ambas exrepúblicas soviéticas, aunque el foco principal estuvo en la guerra desatada por la invasión rusa a gran escala de Ucrania en 2022.
Zelenski, que este martes tiene previsto reunirse con el presidente estadounidense Donald Trump, aseguró que la prioridad de su país es lograr “una paz justa y duradera” y “garantías de seguridad fiables.”
“Agradezco a Kazajistán su apoyo a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania,” añadió Zelenski, subrayando la importancia de mantener la solidaridad internacional en un momento en que Kiev afronta crecientes presiones en el campo de batalla.
El difícil equilibrio de Kazajistán
Kazajistán comparte una larga frontera con Rusia y alberga una numerosa minoría rusoparlante. Desde el inicio del conflicto, el Gobierno de Tokáyev ha buscado un delicado equilibrio: mantener estrechos lazos económicos y políticos con Moscú, pero evitando avalar la invasión ni reconocer la anexión de territorios ucranianos.
Esa posición le ha permitido presentarse como un posible mediador. Astaná ya fue sede de negociaciones internacionales sobre Siria y ha ofrecido su capital como lugar neutral para futuros diálogos.
El nuevo llamamiento de Tokáyev en la ONU refleja esa tradición de mediación, así como el empeño de Astaná en resaltar la diplomacia y el derecho internacional, preservando al mismo tiempo la estabilidad del país en una región bajo creciente tensión geopolítica.
El breve pero simbólico encuentro con Zelenski confirma la estrategia kazaja de mantener abiertos los canales de comunicación con todas las partes mientras la guerra entra en su cuarto año. EFE
