El programa de empoderamiento de género de NPH en Guatemala está transformando la vida de adolescentes como Ángel y Jennifer. A través de talleres y espacios de diálogo, ambos han fortalecido su autoestima, aprendido a valorar la igualdad y descubierto que luchar por los sueños es posible cuando se tiene confianza en uno mismo y en los demás.
En NPH, el programa de empoderamiento de género tiene un objetivo claro: acompañar a niñas, niños y adolescentes para que reconozcan su valor, refuercen su autoestima y aprendan a vivir en igualdad y respeto. Dos de sus participantes en NPH Guatemala, Ángel y Jennifer, son un ejemplo vivo del impacto que este proyecto genera en las comunidades.
Ángel, de 14 años, vive en Chimaltenango y cursa séptimo grado. Hace tres años que forma parte de NPH y el año pasado participó en el programa de empoderamiento. Desde entonces, asegura que ha notado un gran cambio en sí mismo: “Mi autoestima ha subido, ahora soy más social y puedo ayudar a mis amigos cuando tienen problemas”.
Para él, lo más valioso fue aprender sobre igualdad de género y descubrir que todas las personas merecen el mismo respeto. Además, recuerda con especial gratitud las conversaciones con los profesores: “Siempre me escuchaban y me daban consejos”, cuenta.
Por su parte, Jennifer, también de 14 años, es de Parramos y estudia noveno grado. Desde 2019 participa en NPH y en el programa de empoderamiento, que le ha permitido abrirse más a los demás y confiar en sí misma. “Al principio me costaba compartir con personas nuevas, pero aprendí lo valioso que es escuchar y comunicarse”, explica. Para ella, una de las lecciones más importantes ha sido la prevención del acoso escolar: cómo identificarlo, cómo reaccionar y cómo apoyar a quienes lo sufren.
Tanto Ángel como Jennifer coinciden en que el programa no solo les ha dado herramientas para crecer como personas, sino también para ser mejores compañeros y amigos. Han aprendido a aceptar diferentes formas de pensar, a valorar la diversidad y a luchar por sus metas con perseverancia.
En sus vidas cotidianas, ambos tienen sueños que los inspiran. Ángel quiere convertirse en futbolista profesional o estudiar hospitalidad, mientras que Jennifer también comparte la pasión por el fútbol y se destaca como una joven líder, siempre participativa y dispuesta a apoyar a sus compañeros.
El programa de empoderamiento de NPH ha sido clave para que estos adolescentes descubran que el respeto, la igualdad y la solidaridad son valores fundamentales para construir un futuro mejor. Sus historias reflejan que, con oportunidades, acompañamiento y espacios seguros, los jóvenes pueden reconocer sus capacidades y convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.
Porque, como nos enseñan Ángel y Jennifer, empoderar a la infancia y a la juventud es sembrar esperanza, igualdad y liderazgo para el mañana. El programa de empoderamiento de NPH les ofrece esas herramientas y abre la puerta a un futuro con más igualdad y esperanza
