Nestlé refuerza su apuesta por la sostenibilidad estratégica en España, consolidando una cadena de valor más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. La multinacional suiza ha orientado su modelo de negocio hacia prácticas que combinan innovación, eficiencia y compromiso ambiental, situando la sostenibilidad como un eje central de su crecimiento.
La compañía trabaja de manera directa con sus proveedores y productores locales para integrar métodos de agricultura regenerativa y prácticas sostenibles que impactan tanto en la calidad de sus productos como en la eficiencia operativa. Este enfoque permite a Nestlé generar valor más allá de la producción, reforzando su posición competitiva en el mercado ibérico.
Acompañamiento estratégico a proveedores
Desde 2021, Nestlé ha destinado 12 millones de euros a acompañar a cerca de 500 agricultores y ganaderos en la transición hacia la sostenibilidad. Según Jordi Llach, director general de Nestlé Iberia, estas iniciativas no solo fomentan la adopción de prácticas regenerativas, sino que también crean capacidades estratégicas en los proveedores que fortalecen toda la cadena de suministro.
Los campos de tomates de Miajadas, los cereales de Castilla y León y Navarra, y las granjas de la cornisa cantábrica son ejemplos de cómo la multinacional integra prácticas regenerativas que combinan rotación de suelos, cobertura de cultivos de invierno e instalación de setos para fomentar la biodiversidad. La estrategia permite reducir emisiones y mejorar la resiliencia de los cultivos, generando impactos positivos medibles tanto ambiental como operativamente.
Innovación en productos sostenibles
Gracias a estas prácticas, el 100% de los tomates de Solís y los cereales de las papillas infantiles de Nestlé provienen ya de agricultura regenerativa. La multinacional ha logrado reducir en un 40% las emisiones de CO₂ en sus cultivos de trigo, avena y cebada, mientras asegura la trazabilidad y calidad de sus materias primas.
En el caso de las granjas de Asturias, Galicia y Cantabria, la implementación de paneles solares, climatización de establos y cubiertas en fosas de purines ha permitido una disminución significativa de emisiones, demostrando que la sostenibilidad puede integrarse de manera práctica y estratégica en la operación diaria.
Nestlé convierte la sostenibilidad en un motor de innovación y competitividad, reforzando su compromiso con proveedores locales y generando valor tangible en su cadena de suministro. Su enfoque evidencia cómo la integración de prácticas responsables puede ser un factor clave para liderar en mercados maduros y complejos, como el español.
Fuente: El Economista