28 de septiembre de 2025 Publicado en Sin categoría 0 Comentarios
“Yo sabía que en algún momento tenía que emprender. Lo sentía dentro. Volví de Alemania con ganas de reinventarme y ahí empezó todo”, dice Judit Ayestarán.
Así comienza la historia de Inari Jün, un espacio de moda en el barrio de Iturrama (Pamplona) donde cada puntada une creatividad, aprendizaje y comunidad de la mano de sus fundadoras, Judit y Nerea Badostain. Lo que nació de una amistad forjada en la escuela de diseño, hoy es un taller vivo donde se respira costura, historia, arte… y muchas ganas de compartir.
En Inari Jün, las personas aprenden a patronar, coser y crear sus propias prendas. Pero también encuentran algo más difícil de medir: un entorno donde se sienten acompañadas. “El año pasado, unas alumnas lo definieron como un espacio seguro. Me pareció precioso, muy romántico incluso”, explica Nerea.
Aquí no hay grupos cerrados ni niveles únicos. Cada persona tiene su propio proyecto, su propio ritmo y su historia. Y el equipo se adapta, acompaña y celebra cada avance, por pequeño que sea. “Podemos tener a cuatro alumnas al mismo tiempo, cada una con una idea distinta. Y eso es lo bonito: que cada una pueda desarrollar lo suyo con apoyo y libertad”.
Como muchos otros proyectos, Inari Jün empezó con ilusión y con muchas dudas. “Hicimos el típico Excel de previsiones, teníamos el ‘cuento de la lechera’ bastante armado, pero sentíamos que necesitábamos a alguien que nos ayudara a aterrizarlo”, nos cuenta Ayestarán. Fue entonces cuando apareció Ruta 31 de CEIN.
“El programa fue clave. Ruta 31 es cañera, te hace pensar, te baja a tierra. Esa idea bonita que tienes la sometes a prueba, le pones parches, haces ajustes. Pero eso es justo lo que necesitas para que funcione de verdad”.
Emprender, como coser, requiere paciencia, precisión y saber rodearse de las personas adecuadas. En este caso, el aprendizaje no sólo ha venido del propio proyecto, sino también de la relación entre sus fundadoras, que se llevan 17 años y se complementan a la perfección. Nera cree que “si hubiera estado sola, hay muchas cosas que no me habría atrevido a hacer. Emprender con alguien que tiene otra visión y experiencia te abre los ojos”.
Hoy, Inari Jün es mucho más que un taller. Es un espacio donde cada día se cosen prendas… y vínculos.
¿Tienes una idea y quieres comprobar si es tu momento para dar el paso? Descubre cómo hacerlo con apoyo en Ruta 31, programa financiado por el Servicio Navarro de Empleo-Nafar Lansare.
