Debate en el seno de la Fed

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Crece la división en el seno de la Reserva Federal ante el rumbo de la política monetaria, como se ha podido confirmar en las últimas declaraciones de algunos de sus miembros.

Por un lado, figuras como Stephen Miran —gobernador designado por la Administración Trump— abogan por recortes agresivos de tipos, alertando sobre los riesgos de mantener una política excesivamente restrictiva para el mercado laboral. Miran propone dos bajadas de 50 puntos básicos en las próximas reuniones, argumentando que el endurecimiento actual amenaza con debilitar aún más el empleo. En una línea similar, Michelle Bowman se muestra más inclinada a recortes rápidos para evitar un mayor deterioro del mercado laboral.

Por el contrario, Raphael Bostic (Fed de Atlanta) y Beth Hammack (Fed de Cleveland) insisten en mantener la cautela ante una inflación que sigue por encima del objetivo del 2%. Bostic incluso sugirió que el recorte reciente podría ser el único del año, argumentando que los riesgos inflacionarios aún persisten. Hammack, por su parte, subrayó la necesidad de prudencia en la retirada del sesgo restrictivo. Alberto Musalem (Fed de San Luis) respaldó el reciente recorte como una medida precautoria para apoyar al mercado laboral, aunque subrayó que la política monetaria sigue siendo restrictiva y con un margen limitado para nuevas bajadas, salvo que se materialicen riesgos más claros sobre el empleo. Mientras que Austan Goolsbee (Fed de Chicago) y Mary Daly (Fed de San Francisco) destacan que, si bien el empleo ha perdido algo de fortaleza, no hay señales claras de una debilidad estructural que justifique movimientos inmediatos. Para Tom Barkin (Fed de Richmond) los dos objetivos de la Fed se han deteriorado, pero recomendaba calma antes de emprender más acciones, porque ve que los riesgos en los dos frentes son limitados.

Estas posturas menos dovish de parte de varios miembros, además de la moderación en las peticiones semanales de desempleo en Estados Unidos, junto con la revisión al alza en el PIB del segundo trimestre de 2025, provocaron un ajuste en las previsiones del mercado sobre las bajadas de la Fed: el consenso mantiene la previsión de recorte de 25 p.b. en octubre y ha rebajado al 70% la probabilidad de otro recorte en diciembre.

Bonos soberanos

Los bonos soberanos registraron una disminución generalizada en las rentabilidades exigidas a lo largo de toda la curva, con un mayor ajuste en los tramos largos. En Europa, el rendimiento del bono alemán a diez años retrocedió 3 p.b. hasta el 2,70%, mientras que el bono francés experimentó una caída similar, situándose en el 3,53%. Por su parte, el bono español a diez años descendió cerca de 5 p.b., cerrando en el 3,26%. En Estados Unidos se observó una tendencia comparable: el rendimiento del bono del Estado a diez años bajó 3 p.b., hasta el 4,14%. En el extremo corto de la curva, el bono a dos años alemán cedió 1 p.b., alcanzando el 2,01%, mientras que su equivalente estadounidense descendió 2 p.b., ubicándose en el 3,62%.

Índices bursátiles

Las bolsas europeas se decantaron por los números verdes a excepción del IBEX 35, que se desmarcaba al caer 0,22%. El Eurostoxx 50 y el CAC 40 francés subían un ligero 0,13%, mientras que el DAX alemán, un escaso 0,02%. En cuanto a Wall Street, el comportamiento fue positivo: el Nasdaq sumaba 0,48%, el S&P 500 0,26% y el Dow Jones un 0,15%.

Macroeconomía

Jornada marcada por la publicación de datos macroeconómicos relevantes. En España, el índice de precios de consumo (IPC) de septiembre se situó en el 2,9% interanual, rompiendo así con dos meses consecutivos de estabilidad en el 2,7%. Por su parte, la inflación subyacente descendió una décima, hasta el 2,3%. En términos mensuales, el IPC registró una caída del 0,4% respecto a agosto, el mayor descenso desde septiembre de 2024, cuando se redujo un 0,6%. Asimismo, se informó que el comercio minorista aumentó un 3% interanual en agosto, lo que representa una moderación de 1,3 puntos porcentuales frente al mes anterior. A pesar de esta desaceleración, el sector encadena ya catorce meses consecutivos de crecimiento en la facturación. Corregidos los efectos estacionales y de calendario, el avance fue del 4,5% interanual, dos décimas por debajo del registrado el mes anterior. La confianza del consumidor en la eurozona se situó en -14,9 en septiembre de 2025, mejorando respecto al dato de agosto (-15,5) y en línea con la estimación preliminar. Por su parte, el índice de confianza económica registró un ligero repunte, al pasar de 95,3 en agosto a 95,5 en septiembre, superando las previsiones del consenso de mercado. En Estados Unidos la actividad manufacturera de la Fed de Dallas para septiembre registró un fuerte retroceso al ubicarse en -8,7 puntos, muy por debajo de lo previsto (-1,0) y del dato de agosto (0,9), indicando un debilitamiento significativo del sector en la región de Texas.

La agenda económica de hoy incluye una serie de indicadores claves en Europa y Estados Unidos. En la zona euro, se publicarán los datos preliminares de inflación de septiembre en Italia, Francia, Portugal y Alemania. Además, en Alemania se conocerán también las cifras de ventas minoristas y los índices de precios de importación. En Italia y Francia se darán a conocer la evolución de los índices de precios a la producción (IPP), que ofrecerá una visión adicional sobre las presiones inflacionarias en el ámbito industrial. En Estados Unidos, la atención estará puesta en las vacantes de empleo JOLTS, con una previsión de 7,170 millones frente a los 7,181 millones del dato anterior, así como en el índice de confianza del consumidor elaborado por el Conference Board.

Crisis de financiación federal estadounidense

La reunión entre los líderes demócratas del Congreso y el presidente estadounidense, Donald Trump, finalizó este lunes sin que se alcanzara un entendimiento para tratar de evitar el cierre de la Administración federal, que se activaría a partir de este miércoles. Ante la falta de avances, la Casa Blanca ha instruido a las agencias federales a prepararse para un posible cierre, lo que implicaría la suspensión de servicios no esenciales y la afectación de miles de trabajadores. A diferencia de cierres anteriores, se contempla que en esta ocasión se produzcan despidos temporales inmediatos sin garantía de rápida reincorporación. Aunque este tipo de cierres han ocurrido en catorce ocasiones desde 1980, la mayoría fueron breves y con un impacto económico limitado. No obstante, existen precedentes más graves, como el cierre parcial de 34 días en 2018 —el más largo de la historia y en el anterior mandato de Trump— que restó hasta 0,2 puntos porcentuales al PIB, o el cierre total de 16 días en 2013 con un impacto aún mayor.

Finalmente, el presidente de Estados Unidos, junto al primer ministro de Israel, anunció este lunes un nuevo plan de paz para Oriente Medio, con el objetivo de poner fin al conflicto en Gaza. La propuesta contempla la rendición de Hamás y la creación de una junta de paz encargada de la administración y gestión de la Franja de Gaza. El siguiente paso necesita de la aceptación del plan por parte de Hamás para su puesta en práctica.

Feliz martes.

Jessica Steuer Barbosa
Analista
Recapiti
Armando