La simbiosis industrial, clave para la competitividad y la sostenibilidad en la transición energética - Funseam

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El Secretario de Estado de Industria, Jordi García Brustenga inauguró la sexta edición del Ciclo de Economía Circular organizado por Funseam, con la colaboración de Fundación Repsol.

El director general de Funseam, Joan Batalla, y el director general de Fundación Repsol, António Calçada, iniciaron la sesión dando la bienvenida a las casi 500 personas conectadas telemáticamente a la sesión. Joan Batalla destacó que esta edición busca contribuir a una mejor comprensión de los principios de la economía circular en un momento en que Europa y España apuestan por una industria limpia que refuerce la competitividad y luche contra el calentamiento global. Según sus palabras, “avanzar en la producción circular implica impulsarla en los ciclos tecnológicos e industriales y fomentar el ecodiseño, para crear productos más sostenibles desde su concepción”. Por su parte, António Calçada agradeció la colaboración con Funseam y destacó que la economía circular es una solución al reto global del aumento de residuos, además de una oportunidad para garantizar un crecimiento sostenible. Y aportó datos de un reciente estudio de la Fundación ICO, que estiman que “la economía circular generará 700.000 empleos en Europa para el año 2030, un 10% de ellos en España”.

Jordi García Brustenga, secretario de Estado de Industria, subrayó en su intervención que la transición energética debe convertirse en una palanca de competitividad y destacó la importancia de desarrollar nuevas infraestructuras, como las de almacenamiento de CO2 o la planificación eléctrica, sin olvidar el papel que jugarán el gas, el hidrógeno y los biocombustibles. García Brustenga defendió una «actitud positiva para aprovechar el cambio y ver la oportunidad», y puso como ejemplo el sector textil, que está transformando las nuevas obligaciones de reciclaje en oportunidades para crear nuevos mercados e incluso nuevos sectores industriales. Finalmente, hizo un llamamiento para construir una posición de país, que combine la sostenibilidad con la calidad y la fiabilidad, y pidió un Pacto de Estado para «blindar la política industrial» a largo plazo.

A continuación, tuvo lugar una mesa redonda, moderada por la periodista Concha Raso. Representantes de sectores especialmente implicados con la economía circular, como son la automoción, la construcción y la energía, compartieron sus estrategias y los proyectos que tienen en marcha.

Natalia Turón, responsable de Estrategia Corporativa y Sostenibilidad de SEAT, explicó que es la única compañía de automoción que diseña, desarrolla, fabrica y comercializa vehículos en España, cubriendo toda la cadena de valor. La empresa integra la circularidad como pilar fundamental para alcanzar sus objetivos ambientales, con una estrategia basada en tres ejes: la descarbonización, con la meta de alcanzar la neutralidad en carbono en sus instalaciones industriales para 2040 y en toda la compañía para 2050, la economía circular como palanca clave para lograrlo y la minimización del impacto en los ecosistemas y la biodiversidad.

Para implementar este plan, SEAT trabaja en tres líneas de acción concretas. La primera, Rethink, pasa por rediseñar sus productos y conseguir que incorporen un 40% de materiales circulares en 2040, utilizando materiales reciclados y de origen biológico. La segunda, Reduce, supone reducir los residuos en sus procesos productivos, hasta llegar a un 100% de reducción. De momento, ya han logrado una disminución del 80% desde 2010 mediante la valorización de lodos o la recuperación de disolventes. Finalmente, la tercera línea, Restart, supone restaurar el valor al final de la vida útil del producto, desarrollando proyectos de segunda vida, como el reacondicionamiento de las baterías de los vehículos eléctricos para usarlas en el almacenamiento de energía en estaciones de recarga o para alimentar las motos de servicios de motosharing.

Turón insistió en que la circularidad abre nuevas oportunidades de negocio y contribuye a la competitividad a largo plazo: «No es un coste como tal, sino una inversión. Esto funciona si conseguimos una colaboración entre todos los entes, porque ninguna de las fases de la circularidad podemos llegar a hacerlas de manera autónoma».

A continuación, Carla Fos, responsable de Sostenibilidad Corporativa en Molins, detalló la hoja de ruta de la compañía para 2030, que aborda la economía circular desde un triple enfoque. El primero es un negocio específico dedicado a la circularidad, que en 2024 gestionó más de 345.000 toneladas de residuos de terceros. A través de plantas de reciclaje y valorización, algunas de ellas móviles, como la instalada en las obras del Spotify Camp Nou, Molins transforma los residuos de otros sectores en recursos, cerrando así el ciclo de los materiales y creando nuevas sinergias industriales. El segundo eje de su estrategia se centra en la valorización energética y material dentro de sus propias operaciones, sustituyendo combustibles fósiles por combustibles alternativos derivados de residuos. Esto les ha permitido alcanzar una tasa de sustitución del 58% en España en 2024 y evitar la emisión de 200.000 toneladas de CO2. El tercer pilar es la comercialización de productos con atributos sostenibles, bajo la gama Susterra. Esta línea ofrece al mercado soluciones de construcción que incorporan materiales reciclados, tienen una menor huella de carbono o están diseñadas para mejorar la calidad del aire al aplicarlas, trasladando así los beneficios de la economía circular directamente al cliente final.

Al abordar los retos para implementar soluciones circulares en el sector de la construcción, Carla Fos señaló que, más allá de las barreras operativas o de calidad, uno de los mayores obstáculos reside en la falta de una demanda consolidada para los productos sostenibles. En este sentido, hizo un llamamiento para crear un entorno favorable que impulse el mercado: «Necesitamos apoyo de la regulación; un apoyo que ayude a desbloquear o a incentivar estos proyectos y que ayude también a aumentar la demanda de este tipo de productos y de soluciones».

Por último, Berta Cabello, directora de Combustibles Renovables de Repsol, defendió la necesidad de un enfoque multitecnológico para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, afirmando que «todas las tecnologías son necesarias». La estrategia de Repsol consiste en transformar sus complejos industriales para que puedan procesar materias primas alternativas al petróleo, de origen renovable o circular, como residuos orgánicos, aceites de cocina usados, plásticos no reciclables o CO2 capturado. Como ejemplo tangible, ha citado la planta de Cartagena, la primera de la Península Ibérica dedicada en exclusiva a la producción de biocombustibles avanzados, con una capacidad de 250.000 toneladas anuales. En su destacó, además, que los combustibles renovables son una solución complementaria a la electrificación, ya que permiten descarbonizar de manera inmediata sectores como la aviación o el transporte pesado, al ser compatibles con los vehículos e infraestructuras existentes.

Berta Cabello también quiso subrayar que los combustibles renovables son una oportunidad estratégica para el país y están creando un nuevo ecosistema que integra a múltiples sectores, desde la agricultura hasta la gestión de residuos. En este sentido, destacó el potencial de este modelo para generar crecimiento, afirmando que “puede proporcionar a España una gran oportunidad de inversión y de empleo que tenemos que impulsar y que aprovechar tanto desde el sector privado como desde el sector público”. Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de superar la fragmentación normativa actual, que puede frenar las inversiones y reclamó un marco más integrado: «Tendríamos que intentar que la regulación del futuro fuera más ecosistémica para asegurar que la circularidad se incorpora en los sectores finales de la forma más eficiente y más competitiva».

A continuación, las ponentes dieron respuesta a las cuestiones planteadas por la moderadora y el público asistente, profundizando en los retos y barreras de la circularidad. Las tres coincidieron en que la viabilidad económica, la necesidad de crear nuevos modelos de negocio y la creación de ecosistemas colaborativos son desafíos clave. E hicieron un llamamiento a la administración para desarrollar una regulación que alinee las políticas de residuos, energía y materiales para no frenar las inversiones. También abordaron la respuesta del mercado, señalando que, aunque la concienciación ciudadana aumenta, el precio y la calidad siguen siendo factores decisivos. Otros temas tratados fueron la importancia del biometano como alternativa al gas natural para la descarbonización industrial o la necesidad de proteger la producción local frente a la competencia de regiones con regulaciones menos exigentes.

La primera sesión del Ciclo tuvo lugar el pasado 16 de septiembre.

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