El 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la Fundación NPH aprovechamos esta fecha como oportunidad para visibilizar los desafíos específicos que enfrentan niños, niñas y jóvenes vulnerables en contextos de crisis, y reafirmar nuestro compromiso con su bienestar mental.
En 2025, la campaña global de la OMS pone especial atención a la salud mental en emergencias y catástrofes. ¿Por qué enfocar el Día Mundial de la Salud Mental en la infancia vulnerable? Porque sigue siendo la población más afectada de todas y la más vulnerable.
Realidades que afectan a esta población:
- En América Latina y el Caribe, en los países donde trabaja NPH (México, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Haití, República Dominicana, Perú y Bolivia), los factores estructurales como la pobreza, la violencia, la desigualdad de género y el acceso limitado a servicios sanitarios agravan la crisis de salud mental.
- Niños, niñas y jóvenes que han vivido trauma, abandono, violencia o negligencia tienen un riesgo más alto de desarrollar trastornos mentales: depresión, ansiedad, estrés postraumático, conductas de agresividad, entre otros.
- En ciertos contextos de emergencia —por huracanes, conflictos, desastres naturales— estos riesgos se multiplican, porque los sistemas de protección comunitaria suelen colapsar o no estar preparados para atender la dimensión emocional del desastre.
Principales retos a abordar
Género y desigualdad
Las niñas y mujeres jóvenes enfrentan una doble carga: la vulnerabilidad emocional por experiencias de violencia y discriminación, y los obstáculos para acceder a ayuda con un estigma adicional.
Estigma, discriminación y silencio
Muchas personas no buscan atención por miedo a ser etiquetadas. En América Latina, la discriminación en el entorno social, laboral o educativo agrava la exclusión de quienes padecen trastornos mentales.
Brecha de servicios
En muchas zonas rurales o marginadas, los servicios de salud mental son prácticamente inexistentes o concentrados en las grandes ciudades. La campaña de la OMS 2025 subraya que incluso cuando hay voluntad institucional, la logística de desplegar apoyo en emergencias es un reto enorme.
Iniciativas de NPH para responder en este contexto
- Atención informada en trauma en nuestros centros residenciales
Aplicamos enfoques sensibles al trauma para acompañar a niños y jóvenes que han vivido experiencias adversas. Disponemos de psicólogos y terapeutas que trabajan en procesos de recuperación emocional. - Programas de empoderamiento con perspectiva de género
Diseñamos programas integrales de autoestima, liderazgo, derechos humanos y habilidades para la vida, dirigidos tanto a niñas y jóvenes mujeres como a niños y jóvenes varones. - Servicios psicosociales comunitarios
Extendemos apoyo psicológico a familias en comunidades vulnerables, colaborando con profesionales locales para garantizar continuidad aunque se presenten situaciones de crisis. - Capacitación local y fortalecimiento institucional
Capacitamos a cuidadores, maestros, psicólogos y trabajadores sociales en intervención en crisis y atención informada en trauma, para que los equipos locales puedan responder con sensibilidad y calidad. - Enfoque integral y centrado en la resiliencia
No solo abordamos síntomas, sino también factores del entorno social, fortaleciendo las redes de apoyo, la autoestima y la capacidad de recuperación a largo plazo.
El Día Mundial de la Salud Mental nos invita a colocar la salud mental no como un complemento, sino como un eje central del cuidado humano, especialmente en situaciones de crisis. En la Fundación NPH reafirmamos nuestro compromiso: que cada niño, niña y joven, sin importar el contexto en el que viva, tenga acceso a la atención emocional que merece.
