NTT Data advierte que la adopción de la denominada Agentic AI marcará la diferencia entre los líderes y los rezagados en la próxima década. En su informe Del cockpit al centro de comando, la compañía describe un cambio de paradigma en la gestión corporativa: las organizaciones pasarán de la automatización asistida a operaciones que se gobernarán de manera casi autónoma, con sistemas capaces de tomar decisiones y ejecutar acciones sin intervención humana constante.
El paralelismo que traza el estudio es el de la aviación. Si en los años veinte los pilotos controlaban manualmente cada variable de vuelo, la automatización progresiva permitió que su papel evolucionara hacia la supervisión y la toma de decisiones estratégicas. La IA, sostiene Abhijit Dubey, presidente y consejero delegado global de NTT Data, está impulsando un proceso similar en el mundo empresarial: del trabajo manual a la asistencia inteligente, y de ahí a un modelo operativo en el que los sistemas actúan como verdaderos copilotos digitales.
La compañía indica que todo ello sucede tras una primera etapa dominada por la automatización robótica de procesos (RPA) —limitada a tareas repetitivas— y una segunda fase caracterizada por la irrupción de la IA generativa como copiloto en la gestión de contenidos, atención al cliente o desarrollo de software, en la que nos encontramos hoy. El informe avanza una tercera y decisiva etapa: la de la Agentic AI.
Esta nueva generación de inteligencia artificial no se limita a seguir instrucciones, sino que colabora, aprende y toma iniciativa. Los sistemas pasan a estar “orientados a resultados”, capaces de interpretar objetivos estratégicos de alto nivel —como optimizar inventarios o mejorar la retención de clientes— y de ajustar automáticamente su comportamiento según evolucionan las condiciones del entorno.
El informe de NTT Data destaca diez rasgos que definen esta era, entre ellos la creación de procesos nativamente diseñados para la IA, la colaboración entre agentes autónomos de distintas áreas —finanzas, cadena de suministro o marketing— y la capacidad de aprendizaje adaptativo sin reprogramación. Las organizaciones, por su parte, deberán reforzar la gobernanza, la transparencia y la rendición de cuentas, para garantizar que cada decisión tomada por la IA sea trazable y ética.
Este cambio redefinirá también el papel del talento humano. Las personas dejarán de ejecutar tareas para convertirse en supervisores y orquestadores del sistema, asegurando la alineación estratégica y los estándares éticos. Dice que el estudio que surgirán nuevos perfiles directivos, como el Chief Agentic Officer, encargado de coordinar los agentes inteligentes y de asegurar que su implementación se traduzca en productividad, crecimiento y claridad, y no en caos.
El informe subraya que muchas empresas siguen paralizadas ante la complejidad o atrapadas en estrategias fragmentadas y de corto plazo. Pero Abhijit Dubey señala que la transición hacia modelos es inevitable: “El viaje desde el copiloto hacia la autonomía ya está en marcha. La cuestión es en qué punto del trayecto se encuentra cada organización”.