¿Por qué no han comenzado las obras para reparar las goteras de la Estación de Autobuses de Pamplona anunciadas para después de San Fermín? Desde la empresa concesionaria de la infraestructura -la UTE Estación de Autobuses de Pamplona/Vectalia- no quisieron este martes hacer declaraciones y, por parte del Ayuntamiento, cuyo concejal de Ciudad Habitable Borja Izaguirre (EH Bildu) fue quien fijó el inicio de los trabajos tras las fiestas, indican ahora que tampoco era una fecha exacta.
Y añaden que una “obra de semejante entidad y coste requiere de un buen y exhaustivo análisis de las ofertas presentadas”. Ofertas que no se han remitido a las oficinas municipales, sino a las de la UTE porque hasta dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Navarra en 2018 y 2019 determinaron que la responsabilidad de las filtraciones era de la concesionaria, ya que los fallos que han llevado a las goteras -decían ambas resoluciones- no eran del proyecto elegido por el Ayuntamiento, sino por la ejecución de las obras que correspondían a la UTE.
Un litigio en el que se dirimían 4,1 millones de euros, el presupuesto estimado para terminar con un problema que se remonta a 2015. Siete años antes se había inaugurado la nueva estación, con un coste de 38 millones de euros bajo un espacio verde de 35.000 metros cuadrados. Superficie en la que no se ha repuesto la hierba tras San Fermín en este espacio de la Ciudadela contiguo a la calle Yanguas y Miranda.
El 6 de junio, la Junta de Gobierno Local -que integran EH Bildu, Geroa Bai y Contigo Zurekin- daba el visto bueno al proyecto presentado por la empresa concesionaria. El documento contaba también con luz verde de la Institución Príncipe de Viana, permiso preceptivo ya que los elementos fortificados sobre los que hay que actuar son Bien de Interés Cultural y están declarados Monumento Histórico Artístico Nacional. El análisis realizado por la UTE achaca las filtraciones a problemas de escorrentía desde la cubierta vegetal, por debajo de la impermeabilización, que hacen que el agua sobre forjado acabe buscando y precipitándose por las juntas de dilatación del edificio. También se debe a deficiencias de impermeabilización de los lienzos de la muralla afectada, aunque, advirtieron en su informe, hasta que no se levante la cobertura vegetal será difícil visualizar el problema de forma completa.
10 MESES DE OBRAS
Tubos de drenaje. El primer paso será eliminar el exceso de agua a través de estos tubos de drenaje que cruzan de uno a otro lado la parcela diagonalmente. De este modo cada uno de ellos recogerá el agua infiltrada en determinada superficie de forma secuencial y realizando el largo trayecto hasta el punto de vertido por una conducción, no superficialmente. El proyecto recoge que los encharcamientos actuales no solo son por aguas pluviales, sino que también se producen por el riego. Impermeabilizar. Hay 11.400 metros lineales de juntas entre rollos sin sellar (flotantes).
El muro. Se deberá impermeabilizar el muro existente entre la contraescarpa y glacis con nuevas láminas de impermeabilización que deben rematarse convenientemente, lo que implica el desmantelamiento de gran parte de la mampostería y su reposición. En los 10 meses de obras, no será necesario cerrar la estación.
