El Gobierno de Navarra quiere cortar la mala racha de este 2025 en cuanto a víctimas mortales de Tráfico y pretende incidir en varios puntos negros (cruce de Los Abetos, glorieta de Ansoáin o N-113 a su paso por Fitero) y en tramos conflictivos (AP-15, N-121-A o Ronda Oeste de Pamplona), así como en el conjunto de conductores, en sentido amplio. En este colectivo incluye turismos pero también furgonetas de transporte, camiones, autobuses, motoristas, ciclistas y peatones. Salva Díez, director general de Interior del Gobierno foral explicó en rueda de prensa que van a hacerse más controles de velocidad (habrá dos nuevos radares de tramo, previsiblemente en la AP-15 y en N-121-A, que se instalarán previo aviso durante el próximo mes), se intensificarán las pruebas de alcohol y drogas y se estudia una rebaja de la velocidad máxima en rutas como la Ronda de Pamplona. “Además de la mejora de las infraestructuras y una mayor acción policial, lo que pretendemos a través de la comisión de coordinación de la Seguridad Vial es recordar el compromiso individual de cada persona al coger un vehículo, del tipo que sea, para lograr entre todos una movilidad más segura”. Lo hizo en un contexto preocupante de fuerte incremento de víctimas a lo largo de este 2025, 31 según la Policía Foral, por 24 en todo el 2024.
Entre las medidas que avanzó previstas en ese plan de acción impulsado por el ejecutivo detalló el estudio para refuerzo de señalización en el cruce de Los Abetos, la reducción, al menos en horario diurno y en función de flujos de tráfico, la velocidad máxima de 120 a 100 km/h en tramos de la Ronda o la instalación de señales luminosas y doble línea continua en la N-113 en término de Fitero. En este punto, casi en la muga con La Rioja, se registró en marzo el siniestro vial más grave de los últimos años en Navarra: una colisión frontal entre dos camiones que se saldó con cuatro personas fallecidas. “La zona tiene escasa luminosidad y con esta propuesta tratamos de contrarrestarla”, explicó.
Se añadirán más señales de advertencia sobre la presencia de animales y se renovarán algunas de las cámaras instaladas en puntos de la red viaria como túneles.
De la mano de la Policía Foral, añadió Díez, la estrategia implica un mayor número de controles, tanto de velocidad como de alcohol y drogas. “Los habrá visibles y ocultos, y con paneles que avisarán con anterioridad de esa situación. Todo se realizará en coordinación con la Guardia Civil y se prevé realizar pruebas de alcohol y drogas específicas al conductor cuyo exceso de velocidad detectado por el radar implique pérdida de puntos”.
El área de Transporte aportará su granito de arena al plan con patrullajes dinámicos y de control a este tipo de vehículos, especialmente en la N-121-A.
A los 7 radares fijos y 6 móviles de los que dispone el Gobierno de Navarra, Díez avanzó que se sumarán otros dos más, y que previsiblemente entrarán en funcionamiento en el plazo de un mes. “Probablemente los coloquemos en la AP-15 y en la N-121-A, aunque el emplazamiento exacto aún está por determinar. En cualquier caso, se advertirá de su ubicación a los conductores. La apuesta es por la prevención y la reducción de velocidad, no por la sanción”.
Otros colectivos con los que también se han ido elaborando acciones de formación son los de los motoristas o el ámbito del transporte escolar. “Hemos realizado formaciones con más de 100 motoristas y en vías muy transitadas por este colectivo como la N-135 se ha hecho un repintado de curvas en puertos como Erro o Ibañeta, con nueva señalización en las curvas gracias a la ayuda de los drones”. En el caso del transporte escolar, medio centenar de trabajadores del sector y 80 niños y niñas han trabajado también materiales como un vídeo para mejorar su seguridad.
Asimismo, próximamente se dará a conocer un programa denominado Pacto por una Movilidad Segura y Sostenible que implicará a entidades locales y a la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC). “Cada realidad local es diferente y la abordaremos de manera específica”.
