17 años de prisión por grabar en los vestuarios de un club deportivo de Pamplona

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Un hombre que realizó grabaciones en el interior de los vestuarios masculinos de un club deportivo de Pamplona ha aceptado este jueves una condena de 17 años y 8 meses de prisión tras reconocer que tomó imágenes íntimas sin su conocimiento a un total de 15 varones, uno de ellos menor de edad. El acuerdo alcanzado entre las partes incluye la suspensión del ingreso en prisión, medida que la propia magistrada del Juzgado de lo Penal nº 3, donde se iba a celebrar el juicio, calificó de “absolutamente extraordinaria”. 

Al acusado se le ha aplicado la atenuante muy cualificada de confesión. No entrará en prisión con la condición de que no cometa ningún otro delito en los próximos cuatro años, no acuda a estas instalaciones deportivas durante este periodo y abone 4.848 euros de multa. La condena incluye indemnizaciones a las víctimas con entre 2.000 y 5.000 euros por persona por los daños morales causados. En nueve casos fue una sola grabación, en cinco fueron varios (se le condenó por delitos continuados) y en otro se trató de un delito contra la intimidad agravado por tratarse de un menor. Inicialmente, la Fiscalía pedía para él 39 años de cárcel.

Las grabaciones se cometieron a partir de marzo de 2023, cuando el hombre comenzó a frecuentar los vestuarios masculinos próximos a la piscina del club deportivo. En muchas de estas ocasiones, el procesado aprovechaba para sacar su teléfono móvil y grabar o fotografiar a los hombres que allí se cambiaban, “sin su conocimiento ni autorización”, cuando estos se encontraban desnudos.

Un año después, un usuario descubrió al acusado mientras grababa a un hombre, al que avisó inmediatamente. Se puso en marcha entonces una investigación y en mayo de 2024 la Policía Foral acudió al vestuario de las instalaciones. Allí localizaron al acusado, defendido por la abogada Natalia Muñoz, manipulando su teléfono móvil. El escrito de la Fiscalía recogido en la condena destaca que el procesado se mostró colaborativo con la policía, autorizó el acceso a su teléfono móvil e incluso sugirió a los agentes que acudieran a registrar su domicilio, pues descargaba todo el material en un disco duro. Los archivos, según acreditó la investigación, no fueron compartidos con terceras personas.

Recapiti
Gabriel González