En los últimos años, la igualdad y la diversidad han dejado de ser conceptos vinculados únicamente a la responsabilidad social para convertirse en obligaciones legales muy concretas.
Con la entrada en vigor del Real Decreto 1026/2024, las empresas familiares que superan las 50 personas trabajadoras están también llamadas a actuar y cumplir con las obligaciones en materia de igualdad LGTBI.
El último trimestre del año es un buen momento para hacer balance y proyectar nuevos objetivos. Y precisamente ahora, muchas empresas familiares deben decidir si van a adelantarse de forma ordenada o reaccionar con prisas más adelante.
Durante mucho tiempo, la gestión de la diversidad en las empresas era un terreno más ético que jurídico. Hoy el escenario ha cambiado y existe un marco legal que obliga a las organizaciones a actuar activamente frente a la discriminación.
Para una empresa familiar, esto no significa perder su identidad. Significa adaptar su cultura empresarial a un entorno legal y social más exigente, sin renunciar a sus valores fundacionales.
En materia de igualdad de las personas LGTBI, la norma fija unas obligaciones mínimas, pero muy claras. Su cumplimiento no solo evita sanciones, sino que ayuda a crear un entorno de trabajo más seguro y cohesionado, algo especialmente importante en estructuras familiares, donde la relación personal y la empresarial suelen entrelazarse.
A continuación, explicamos las medidas concretas que las empresas familiares de las de 50 personas trabajadoras tienen que cumplir:
1. Un protocolo específico frente al acoso y la discriminación contra las personas LGTBI
Las empresas deben disponer de un procedimiento claro para prevenir y actuar frente a conductas discriminatorias por razón de orientación e identidad sexual y expresión de género.
En un entorno familiar, donde muchas relaciones laborales son duraderas y personales, un protocolo bien diseñado puede evitar conflictos internos difíciles de gestionar.
2. Un plan de medidas que garantice la igualdad real de las personas LGTBI
El plan para la garantía de la igualdad de las personas LGTBI es una herramienta que permite revisar políticas internas, reforzar la igualdad de oportunidades y crear un entorno laboral en el que todas las personas se sientan seguras y respetadas.
Para empresas familiares, todo ello, supone una inversión en estabilidad organizativa.
3. Formación y sensibilización de toda la plantilla
La norma exige que toda la plantilla, incluidos responsables y equipos directivos, reciban formación específica.
En empresas familiares, esta formación puede servir como un puente entre tradición y modernización, permitiendo evolucionar sin romper la cultura existente y con el objetivo principal de generar comprensión y prevenir conflictos desde dentro.
En otro orden de ideas, la forma de incorporar estas obligaciones depende del convenio colectivo:
- Si se aplica un convenio sectorial, serán patronales y sindicatos quienes marquen las pautas.
- Si existe un convenio propio, la negociación se llevará a cabo por parte de la empresa.
En cualquier caso, a partir de abril de 2025, todas las empresas están obligadas a cumplir el contenido mínimo fijado por la norma, aunque su convenio no lo recoja aún. Para las empresas familiares de más de 50 personas trabajadoras, esto significa que esperar no es una opción: cuanto antes se actúe, más control se tendrá sobre el proceso.
Por otro lado, más allá de evitar sanciones (que pueden llegar a 225.018 euros), implantar bien estas medidas para la igualdad de las personas LGTBI tiene ventajas estratégicas para las empresas familiares:
- Refuerza la cultura organizativa: incorporar políticas claras mejora la convivencia interna y evita tensiones innecesarias.
- Aporta seguridad jurídica: contar con protocolos y planes bien diseñados reduce riesgos legales y conflictos laborales.
- Fortalece la reputación familiar: proteger el nombre de la familia propietaria es clave. Cumplir con la norma y promover entornos respetuosos transmite una imagen moderna y responsable.
- Atrae y fideliza talento: las nuevas generaciones valoran la diversidad y la inclusión como elementos clave a la hora de elegir empresa.
- Facilita el relevo generacional: profesionalizar estas políticas ayuda a consolidar estructuras más sólidas y sostenibles a largo plazo.
- Posiciona mejor frente a clientes y administraciones públicas: la gestión de la diversidad es cada vez más un criterio de valoración en contratos, ayudas y licitaciones.
En este sentido, en CECA MAGÁN Abogados tenemos el honor de estar colaborando con la Comunidad de Madrid en un proyecto específico para ayudar a las empresas de menos de 50 personas trabajadoras a implantar las medidas para la igualdad de las personas LGTBI sin coste económico.
Este programa incluye:
- Elaboración y actualización del protocolo frente al acoso y la discriminación contra las personas LGTBI.
- Redacción del plan de medidas adaptado a la realidad de cada empresa.
- Formación y sensibilización para toda la plantilla.
Para las empresas familiares, esta es una oportunidad real de cumplir la normativa con apoyo especializado, sin asumir costes adicionales, y con un acompañamiento cercano durante todo el proceso.
Más allá de las sanciones, esto significa proteger la reputación, fortalecer la estructura interna y garantizar que el legado familiar esté preparado para el futuro.
Si quieres que nuestros profesionales te ayuden a conseguirlo, puedes contactar con ellos aquí.
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Rocío Guerrero – Grupo Empresa Familiar
Abogada en el área laboral