El estudio PASOS Longitudinal (2022-2025), elaborado por la Fundación Gasol, revela datos alarmantes: más del 60% de los niños y adolescentes en España no cumplen la hora diaria de actividad física recomendada por la OMS, duermen y se alimentan peor que años atrás y dedican un exceso de horas a las pantallas. Unos resultados que subrayan la urgencia de actuar para revertir estos hábitos y prevenir su consolidación. ¡Te explicamos cómo hacerlo!
La importancia del ejercicio físico en la juventud
La actividad física es esencial para el correcto desarrollo de niños y adolescentes. Sin embargo, los hábitos poco saludables que se están adquiriendo últimamente tienen un impacto directo en su salud física y emocional, favoreciendo problemas de salud como:
- Obesidad y sobrepeso.
- Enfermedades crónicas.
- Estrés o depresión.
- Problemas de postura y dolores musculoesqueléticos.
Además, el sedentarismo también puede afectar negativamente al rendimiento escolar, ya que la falta de actividad física influye en la concentración, la memoria y la capacidad de aprender.
Maneras de incentivar el deporte en niños y adolescentes
La actividad física en niños, según sus diferentes etapas de desarrollo, se realiza a través del juego, deportes recreativos, educación física escolar y deporte de alto rendimiento. Ahora bien, el exceso de ocio sedentario asociado a las nuevas tecnologías ha hecho que cada vez se dedique menos tiempo a las actividades deportivas, sobre todo aquellas que se realizan al aire libre. Para revertir estos hábitos perjudiciales, se recomienda:
- Integrar el ejercicio en la vida familiar: los niños y adolescentes tienen más probabilidades de adquirir hábitos saludables cuando ven que sus padres y familiares practican deporte y lo incorporan de forma natural en su día a día.
- Incorporar el movimiento a la rutina diaria: actividades sencillas como ir andando a la escuela, jugar al parque o realizar rutas en bicicleta durante el fin de semana ayudan a que el ejercicio deje de percibirse como una obligación y se realice con más ganas.
- No imponer prácticas por tradición familiar: es importante que tus hijos puedan probar diferentes disciplinas deportivas hasta encontrar la que más les guste. El objetivo del deporte debe ser gozar y fomentar el bienestar, no generar presión ni competición.
- Limitar el tiempo de uso de las pantallas: establecer límites en las horas dedicadas a dispositivos electrónicos permite liberar tiempo para otras actividades lúdicas, entre ellas el deporte. Además, reducir la exposición a pantallas fomenta una mejor calidad del sueño y mayor concentración en las actividades diarias.
En definitiva, fomentar los hábitos saludables y la práctica deportiva comienza en casa y los padres juegan un papel relevante como ejemplo y guía, motivando a los hijos a disfrutar del deporte de forma natural.
Para más consejos de salud o crianza, consulta el blog de Previsora General.
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